Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Educar en igualdad ¿un delito?
La mitad de la clase va de verde y la otra mitad de azul. A los de verde les toca barrer la clase mientras los de azul juegan a las cartas. ¿El objetivo? Explicar discriminaciones absurdas.
Otro ejemplo: a una parte del aula se le pone un antifaz, a otro puñado de alumnos se les sienta en una silla de ruedas y se les pide a todos que se muevan por el colegio o por la calle para que sientan cómo puede llegar a ser la vida de una persona con ceguera o con menos movilidad.
Va un tercero: se le pide al alumnado que cada uno ponga encima de la mesa un objeto preciado o valioso para ellos. Después, con un criterio aleatorio, ser pelirrojo o calzar un 36, se le pide a los “elegidos” que cojan todo lo que les guste. Las personas morenas podrán elegir de lo que quede y los rubios serán los últimos así que quedarán pocas cosas tirando a ninguna sobre la mesa.
Desde que tengo memoria he tenido la suerte de participar en actividades de este tipo en el colegio o en los scout. Este tipo de cosas tienen más años que yo. Actividades que no tienen otro objetivo que conseguir ponerse en los zapatos de otros. Hoy, por lo visto, cualquiera de las personas que organizó alguna de estas acciones podría ser investigada por la fiscalía. Sí. Como lo oyen.
Porque resulta alucinante y, también, por qué no, enfada, conocer que un partido político cuestiona una actividad para sensibilizar sobre la discriminación histórica de las mujeres y la convierte en un acto “discriminatorio de los niños por ser niños”. Hasta ahí, en realidad, nada que sorprenda viendo el programa de Vox que ni siquiera reconoce la existencia del machismo ni de la violencia de género ni la brecha salarial. Que nos quiere convencer de que la igualdad ya está conseguida. Lo que más sorprende es que nada menos que un fiscal abra expediente e investigue una actividad educativa perfectamente justificada.
El objetivo de la misma era claro (y calará en algunos alumnos y en otros no, como las lecciones de matemáticas y lengua). Pero ¿está claro el fin de Vox con su denuncia? Yo creo que sí: que en cada rincón de Andalucía se lo piensen dos veces para hacer una actividad feminista no vaya a ser que les “denuncien”, que les señalen, que nos echen a pelear. Su objetivo es el miedo, la gresca, la falta de argumentación. Y siempre habrá fiscales que den cancha a sus rebuscadas alharacas.
“Nunca llegarás a comprender a una persona hasta que no veas las cosas desde su punto de vista”, le decía Atticus Finch a su hija Scout en la película Matar a un ruiseñor. Sin embargo, a mí me cuesta ponerme en los zapatos de un diputado que es capaz de tirar por tierra una labor escolar de años y utilizar a los niños y niñas para apuntalar argumentos falsos y seguir lanzando el mensaje de que los hombres están siendo atacados con datos falsos. Aún así, hay que seguir intentándolo, sin descanso. Intentar comprender (al diputado ¡y al fiscal!) para rebatir, para convencer (igual les vendría bien participar en algo así). Para poder hacer más y mejores actividades que muestren y demuestren que no todas las personas hemos nacido en las mismas circunstancias ni con las mismas oportunidades. Y en realidad, todos y todas merecemos igualdad de derechos y opciones. ¿Verdad?
0