Tremenda gincana para votantes de izquierda

Recuerdo bien esa irrupción de Podemos en la campaña de 2014 al Europarlamento cuando las papeletas llevaban impresa la cara de Pablo Iglesias. Le llovieron críticas, a mí misma el personalismo me ahuyenta, gente de izquierda lo llamó mesiánico u hortera. Visto ahora, quizá no fue tan mala idea, dado el exitazo de aquellos primeros 5 eurodiputados de Podemos y lo mucho que a partir de ahí se ha conseguido, como estar en el Gobierno de España y alcanzar, en coalición con el PSOE, logros como los de esta última semana: la reforma de la ley del aborto, la aprobación de la ley trans y el mayor paquete de becas de la historia con 2.500 millones de euros.

La famosa papeleta se hizo para facilitar al votante la identificación de un partido nuevo cuyas propuestas conocía sobre todo por las intervenciones “del coleta” en las tertulias televisivas. Nueve años después, cuando Unidas Podemos no solo es conocidísimo, sino que se sienta en el Consejo de Ministros, el electorado debería ser capaz de elegir, en las próximas municipales y autonómicas del 28 de mayo, la papeleta de la izquierda a la izquierda del PSOE a la velocidad del rayo.

Pero va a ser que no. Para empezar porque en pocos sitios habrá una sola papeleta, por lo que competirán entre sí distintas plataformas o partidos. Además, cada confluencia tendrá distintos nombres y estará formada por diferentes grupos entre una provincia o municipio y su colindante. Encima, a 90 días de votar, aún hay candidatos por decidir. Y, ojo, que los ya nombrados tampoco son siempre ampliamente conocidos. Total, que se aboca al votante de izquierda a una gincana para desentrañar el jaleo y acertar.

Avances y escollos

Las cosas son como son. De un lado, es positivo que pese al desencuentro aflorado entre las dos almas del grupo UP en el gobierno, la de Podemos (con Ione Belarra e Irene Montero) y la de IU/Sumar (con Yolanda Díaz y Alberto Garzón), se están cerrando más pactos electorales que nunca entre Podemos e IU de cara a las municipales y autonómicas del 28M. Pero hay cuatro escollos graves:

Motivación frente al galimatías

Espero no haber perdido muchos lectores y lectoras con el galimatías. Si las izquierdas no pasan ya de los jaleos internos a hablar de los problemas e intereses de la gente lo que se perderán serán votantes y votos.

El nivel de embrollo de las candidaturas de izquierdas para las municipales y autonómicas del 28M es directamente proporcional al riesgo de que la ciudadanía progresista se desinterese y desmovilice.

En una comunidad como Andalucía, la más poblada de España, ahora la mitad de sus ocho capitales de provincia (Sevilla, Huelva, Granada y Jaén) tienen alcaldía del PSOE y en el Ayuntamiento gaditano gobierna José María González, Kichi, de Por Cádiz sí se puede, frente a tres alcaldías del PP (Córdoba, Málaga y Almería).

La coyuntura post 28M podría favorecer los avances sociales si las confluencias de izquierda aguantaran mientras se hunde Cs, porque el PSOE, que en Sevilla, por ejemplo, acaba de aprobar presupuestos con los naranjas, necesitaría a los morados.

Pero pinta mal. Veo más constructivo decirlo sin paños calientes, aunque suene antipático, porque lo contrario es hacerse trampas al solitario. El batiburrillo a mí misma me abruma y echa para atrás y eso que me lo han explicado con la mejor intención, pedagogía y paciencia mis compañer@s de elDiario.es Andalucía:

Solo Sevilla y Huelva tienen cerrada, cada una, su confluencia de IU+Podemos con sus respectivos candidatos (Susana Hornillo y José Antonio González) frente a la candidatura de Adelante (Sandra Heredia y Jesús Amador, en cada caso). Faltan por cerrar pactos y candidaturas en Cádiz, Granada, Jaén y Almería. Y en Córdoba y Málaga donde ya se han lanzado candidaturas las direcciones regionales avisan de que puede haber cambios.

El premio al lío más lioso recae en Málaga, donde para un ayuntamiento con 31 concejales, gobernado por el alcalde Francisco de la Torre (PP) desde hace 23 años y donde Unidas Podemos tiene hoy 3 ediles ¡se presentan tres listas a la izquierda del PSOE: la de Por Andalucía/IU; la de Podemos+Alianza verde y la de Adelante! Cuando, además, ya en las municipales de 2019 la división en dos listas, la de Unidas Podemos y la de Málaga ahora, hizo que los 4.000 votos de estos no sumaran nada y se perdiera el concejal que hacía falta para, en coalición con el PSOE, desbancar al PP.

¿Tiene sentido que en ciudades como Málaga, gobernada por el PP hace 23 años y donde Unidas Podemos tiene 3 concejales, se presenten tres candidaturas a la izquierda del PSOE?

Con estos mimbres, ¿es posible mantener o mejorar los resultados? ¿Y probable? ¿Se aspira a ganar? ¿Se aspira a ser clave para retener o lograr alcaldías/gobiernos autonómicos con pactos con los socialistas? ¿A qué se aspira?

Riesgo de desmovilización

Aunque todos podamos hacernos idea de la dificultad de sellar acuerdos por nuestras propias vivencias en comunidades de vecinos y asociaciones profesionales o lúdicas, sinceramente creo que se está esperando del electorado una supermotivación rayando con la adhesión ciega. Y yo no veo a la gente en esas.

La veo y oigo preocupada, pragmática y, en ciudades como Sevilla, única capital de más de medio millón de habitantes gobernada por el PSOE, tentada de respaldar al candidato socialista Antonio Muñoz, que, con las críticas que merezca, es el mejor de ese partido para la ciudad hace años. Alguien que, no obstante, difícilmente sumará solo lo bastante para evitar la victoria del PP más Vox. Necesita aliados.

La izquierda de la izquierda tiene papel que jugar porque es mucha la gente cuyas ideas, valores y aspiraciones representa, gente que ha sido, es y será motor de transformación y avance. Pero hay que reaccionar y ponérselo más fácil a las y los votantes. Si no, tras el recuento del 28M, solo cabrá ya lamentarse.