Calor sin ola: las temperaturas vuelven a subir hasta los 42 grados debido a la ‘baja térmica peninsular’

El pasado fin de semana, el que estaba llamado a ser gran episodio de calor extremo del año, quedó finalmente muy lejos de lo que las previsiones apuntaban. A la extraordinaria masa de aire cálido en altura le acompañó una no menos extraordinaria nube de polvo sahariano, la cual detuvo en seco el ascenso de los termómetros. Buena idea de lo particular del episodio lo dan las máximas que se registraron durante la tarde del domingo, por lo general en cotas superiores a los 500 o 600 metros de la mitad oriental. Granada capital alcanzaba los 42.6 °C durante una tarde en la que observatorios como los de Córdoba o Andújar a duras penas superaban los 40 grados, muy lejos de los más de 44 previstos. Las máximas, aunque elevadas, se mantuvieron por lo general en registros bastante discretos.

Valores en todo caso muy similares a los que podrán alcanzarse durante el próximo fin de semana. Una nueva entrada de aire cálido en altura, de origen norteafricano, elevará el termómetro por encima de los 40 grados en cotas bajas y medias del interior andaluz entre las jornadas del viernes 16 al lunes 19 de julio. La ausencia de polvo en suspensión, o al menos en concentraciones mucho más bajas a las del pasado fin de semana, auguran temperaturas que podrán superar los 42 grados en el curso medio y alto del valle del Guadalquivir.

Calor “autóctono”: la baja térmica peninsular

De nuevo una baja atlántica inyectará el aire cálido del interior africano hasta la Península Ibérica. Pero en esta ocasión será la propia Península la que actuará como “horno anticiclónico”. La fuerte estabilidad atmosférica que acompañará al episodio, esta vez al margen del juego de vientos y brisas diurnas, convertirá la superficie peninsular en una suerte de pequeño continente, con capacidad para formar su propia masa de aire cálida en altura o para reforzar la ya asentada. Es la conocida baja térmica peninsular, que se forma sobre la superficie peninsular en situaciones de fuerte estabilidad atmosférica entre los meses de julio a septiembre.

Sin embargo, esta área de baja presión no lleva asociada sistemas frontales ni grandes desarrollos tormentosos. Más allá de la formación de algo de nubosidad de evolución, el mayor efecto es el aumento de las temperaturas en superficie, ligeramente por encima de las previstas. Con estos ingredientes en Andalucía encaramos un fin de semana de calor sin notas o avisos especiales por parte de la Agencia Estatal de Meteorología. Sí tendremos sin embargo avisos por calor a lo largo de todo del valle del Guadalquivir desde la tarde del jueves 15, de nivel amarillo, que se prolongarán hasta la tarde del lunes 19, y que con mucha probabilidad alcancen el nivel naranja durante las jornadas de sábado y domingo.

Hasta 42 grados y más en el valle del Guadalquivir

Las previsiones de la propia AEMET apuntan a que se alcanzarán de manera generalizada los 40 grados en la mayor parte del interior occidental andaluz y también en la cuenca del Genil y la hoya de Baza en Granada. La peor parte se la llevará el curso medio y alto del Guadalquivir, donde se llegará hasta los 42 grados durante las tardes del sábado y el domingo, pudiendo alcanzarse los 43 grados de manera puntual. También mucho calor a orillas del Atlántico en el litoral onubense, donde las máximas llegarán hasta los 38 ó 39 grados. Bastante más fresco será el ambiente en el resto del litoral andaluz, con temperaturas que oscilarán por lo general de los 19 a 20 grados de mínima y los 28 a 30 de máxima en las horas centrales del día.

El viento de levante será en buena medida el responsable del ambiente más fresco de la costa, aunque soplará con fuerza en el área del Estrecho, con rachas que podrán alcanzar los 80 km/h a primeras horas del viernes. La AEMET mantiene para entonces el aviso amarillo por viento y el naranja por fenómenos costeros a lo largo de todo el litoral gaditano.

Desde la tarde del lunes, aunque las temperaturas aún se mantendrán elevadas, la entrada de viento de poniente comenzará a refrescar parcialmente la atmósfera andaluza. Desde entonces se espera un descenso de entre 2 a 3 grados en las temperaturas, lo que devolverá las máximas hasta el entorno de los 35 a 37 grados en el interior andaluz a mediados de la próxima semana.