Estimado Presidente,
En su visita a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 en Glasgow, la denominada COP26, hemos visto como reconocía en unas declaraciones que nos encontramos ante “una emergencia climática”.
Compartimos este convencimiento. De hecho, los últimos datos e informes del IPCC a nivel internacional y de la AEMET en el ámbito más cercano así lo confirman. El año 2020 ha sido tristemente el año con mayores niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El aumento de la temperatura media del planeta se sitúa en 1,1 grados y los escenarios más realistas la sitúan en un crecimiento de 2,7 en unos años. Y como usted mismo reconocía, “Andalucía es una de las regiones más vulnerables al cambio climático y por eso es necesario pasar a los hechos”.
Efectivamente, el Calentamiento Global que está teniendo una especial incidencia, dada su vulnerabilidad, en España, en la región mediterránea, y en Andalucía, en donde la desertización, el descenso de la pluviometría media, el incremento de la evapotranspiración, combinado con la actividad industrial, el despoblamiento rural, los incendios forestales, los cambios de manejo de suelo, el agotamiento y contaminación de acuíferos y mares y el ascenso del nivel del mar, está llevando a una tensión del sistema que preocupa mucho a los especialistas. Y dado que ya lo están sufriendo, también a nuestros agricultores, ganaderos, pescadores…, a todas aquellas andaluzas y andaluces que dependen del medio para la viabilidad de su actividad.
Queremos reiterar que, como primer paso que haga pasar a los hechos sus palabras, sea coherente, y ponga en marcha lo que acaba de decir en Glasgow: declare la emergencia climática en Andalucía. Con este simbólico reconocimiento, se podrán desplegar, desde su acción de gobierno, medidas transversales que permitan hacer una verdadera contribución a mitigar, frenar y revertir el cambio climático en Andalucía.
Se hace necesario que esa transición se planifique y ordene en el territorio coordinándolo con otros usos y considerando los valores agrarios, naturales, patrimoniales.
Está en marcha una transición hacia un modelo energético más sostenible, procedente de fuentes renovables. Debemos de considerarlo como una gran oportunidad, para que, por primera vez en la historia, se le otorgue poder a la ciudadanía, se democratice la energía, apostando por proyectos pequeños que se integren en la socioeconomía del territorio, dando prioridad a las comunidades energéticas, a la cercanía entre la producción y el consumo, revirtiendo al territorio la riqueza que en él se genera. Se hace necesario que esa transición se planifique y ordene en el territorio coordinándolo con otros usos y considerando los valores agrarios, naturales, patrimoniales. Consiguiendo, de una vez por todas, que el autoabastecimiento en el medio rural se convierta en una palanca de sostenibilidad y reducción de costes.
Andalucía es referencia en producción ecológica, así nos lo reconocen los mercados más exigentes y organismos internacionales. Es necesario seguir avanzando en la consolidación del sector para alcanzar los objetivos fijados por la Unión Europea en las estrategias de Biodiversidad y de la Granja a la mesa. Aún en producción no hemos logrado el 25%, fijado como objetivo por Europa. Y, junto con la producción, realizar un verdadero impulso del mercado interno en el que seguimos teniendo importantes áreas de mejora y recorrido para lograr que sean las andaluzas y andaluces los que tengan en su mesa los productos de cercanía, de temporada y ecológicos, cuestión que resultaría un verdadero estímulo para nuestro tejido productivo, transformador y comercial.
Deben ponerse en marcha los mecanismos necesarios que hagan realidad la máxima de que el agua debe gestionarse basándose en la oferta, esto es, hacer un análisis honesto, realista y transparente de la disponibilidad del recurso
Es necesario realizar un posicionamiento claro y contundente en Andalucía para poner freno a la ganadería industrial, las macrogranjas intensivas que está ya comprobado que son una rémora para aquellos lugares donde están instaladas pues al estar muy mecanizadas generan escasos ratios de empleo, sobreexplotan los recursos naturales y dejan como toda herencia una losa de contaminación en los acuíferos.
El agua, la gestión hídrica, es uno de nuestros mayores retos colectivos. Deben ponerse en marcha los mecanismos necesarios que hagan realidad la máxima de que el agua debe gestionarse basándose en la oferta, esto es, hacer un análisis honesto, realista y transparente de la disponibilidad del recurso para, a continuación, definir su uso y prioridades. Es inadmisible que se siga hablando de aumentar las hectáreas de regadío que necesitarán un agua que no tenemos.
Nuestra organización ha sido designada recientemente como Embajadora del Clima en Europa. Es nuestra misión y voluntad, aportar todo lo que esté en nuestra mano para mejorar la conciencia de la ciudadanía, definir mecanismos de transición ecológica, aumentar la implicación del tejido empresarial. Tejer redes para que, en la práctica todos seamos cada día un poco más parte de la solución. Nos gustaría mantener un encuentro con usted para profundizar en las conclusiones extraídas de la COP26 y poner en marcha una verdadera transición ecológica justa basada en la equidad.
Sobre este blog
En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
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