En Equo, organización donde presumimos de ser horizontales y abiertos, estamos debatiendo propuestas en torno a las que establecer nuestra posición en Andalucía en relación a las confluencias para los próximos envites electorales. Estamos en la fase debate interno, y por tanto reflexionando colectivamente.
Para ello, es necesario un análisis en profundidad de lo bueno y lo malo de las confluencias que hemos ensayado y de ver qué se puede mejorar. Para hacerlo la cuestión que debemos poner sobre la mesa es ¿ha habido trabajo colaborativo y fructífero como resultado de haber concurrido en las listas de otra organización política? Y ahí, es donde debemos centrar el debate. Posiblemente no se hayan cubierto las expectativas de algunos. Pero, desde mi punto de vista, al margen de que la visibilidad haya sido escasa, hay otros aspectos que han permitido abordar un trabajo político que sí ha dado frutos.
El resultado del debate aún está por ver. Nadie dijo que la confluencia fuera fácil, pero es imprescindible evitar de salida posiciones de ruptura que en nada beneficiarán al trabajo que hemos estado haciendo en tantas confluencias municipalistas. Ciertamente coincidimos en que un objetivo a alcanzar es ganar visibilidad, y eso se consigue con un pie en las instituciones, y otro en la calle.
La diversidad no es mala, y sirve para construir mejores propuestas. A mí me gustaría poder seguir presumiendo de que en Equo nos gusta sumar y adherirnos al trabajo colaborativo con otras fuerzas y colectivos sociales. Hacer otra cosa nos llevaría a una pureza en el discurso, pero sin relevancia de facto.
Reflexionando sobre el camino andado y el horizonte que se plantea ante las distintas opciones, hay que decir que en el grupo parlamentario de Podemos, en el que actualmente me encuentro, se han respetado nuestras iniciativas, se ha escuchado lo que hemos dicho, se ha contado con nosotros en temas diversos como en ferrocarriles, ley electoral, o sistema agroalimentario, por ejemplo. Además, participo en todo lo relacionado con el trabajo del grupo; y soy portavoz en la comisión de Fomento y Vivienda, vicepresidenta en la de Medioambiente y Ordenación del Territorio, y participo activamente como vocal en la de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.
Confluir es importante porque podemos conseguir más cosas juntos que separados, y cuando digo más cosas me refiero a objetivos constitutivos de la ecología política. Si alguien no cree esto, no tiene más que ir a los resultados electorales de comicios previos.
Me encantaría que en estos momentos históricos donde hechos como el cambio climático, el pico del petróleo, los refugiados ambientales forman parte de la noticias cotidianas muchas más personas compartieran nuestro ideario. También estoy convencida de que a todos estos hechos subyace una crisis ambiental y social provocada por un modelo económico global absolutamente depredador de los recursos naturales renovables y no renovables, y de que se tiene una absoluta falta de respeto a los límites planetarios de nuestra Tierra.
Pero este mensaje y las consecuencias que tiene todavía no son ampliamente compartidos por la sociedad. Ojalá 500.000 personas nos manifestásemos por respetar los límites planetarios, pero todavía eso no ha ocurrido. Así que los que compartimos partes de este discurso debemos ir juntos y sumar frente a un sistema electoral que beneficia al bipartidismo, a pesar de la fuerza de nuestro mensaje y de que el tiempo apremia. Para mí es más importante que trabajando juntos podamos conseguir parte de estos objetivos, a que alguien diga que lo ha hecho Equo. Una cosa no quita la otra, pero prefiero conseguir algunos logros compartiendo este mensaje y el camino, que no tener capacidad ninguna de promover los cambios necesarios. Y que son urgentes.
Carmen Molina es militante de Equo y diputada del grupo de Podemos en el Parlamento de Andalucía
Sobre este blog
En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
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