Cuando la educación escapa de lo habitual

Al hablar de educación probablemente nuestra mente nos traslade a un aula llena de mentes hambrientas frente a un docente con toneladas de conocimiento con las que alimentarlas. Es decir, a la imagen habitual de una clase en cualquier centro educativo. Pero hay veces en las que lo usual no va con la formación, y la innovación educativa aparece en escena. No ya para cambiar el dónde, que también, sino el cómo. Y muchas de esas veces los resultados son más que positivos.

Un ejemplo lo tenemos en Intermatia, una plataforma que apuesta por el aprendizaje interactivo de las Matemáticas. Creada por dos emprendedores sevillanos, el portal ofrece un número ilimitado de ejercicios y, en el caso de que el usuario falle, ofrece explicaciones de cómo resolverlo.

Delante del ordenador practican también futuros médicos. Alumnos de Medicina de la Universidad de Granada realizan prácticas en un hospital virtual para mejorar sus capacidades antes de incorporarse al mundo laboral. Lo hacen con un novedoso software con el que aprenden a gestionar la información de los pacientes tal y como se hace en hospitales de todo el mundo.

Las redes sociales son aliadas naturales de la innovación educativa. Lo son por ejemplo en el proyecto ‘Youtubers por la igualdad’, un programa educativo contra el machismo en la red. Dirigido a alumnos de Secundaria, el proyecto les enseña a ser youtubers a la vez que apuesta por la formación en el terrero de la igualdad de género. Así, por ejemplo, ‘Youtubers por la igualdad’ apuesta por el respeto a la diversidad de opiniones y prepara a los estudiantes para reconocer el machismo presente en las redes y en las publicaciones de algunos youtubers actuales.

También ha convertido YouTube en su principal herramienta de trabajo un profesor de un instituto de Rota, localidad gaditana. José Antonio Lucero imparte sus clases de Historia en vídeo a través de su canal en YouTube. Todo comenzó cuando preparaba los contenidos para un grupo de alumnos especialmente difícil. Buscaba una manera de motivar a sus alumnos y optó por acercarse a su lenguaje. Para ello recurrió al “método inverso”. Los alumnos ven un vídeo en casa con la lección y en clase realizan ejercicios prácticos y participativos. Ellos han mejorados sus resultados académicos y su profesor se ha convertido en un exitoso youtuber.

Pero la innovación educativa no solo está en la Red, también encontramos iniciativas fuera de ella. Por ejemplo, en un colegio de la localidad almeriense de Vícar en el que los alumnos se convierten en pequeños policías. ¿Objetivo? Concienciar a los adultos al volante. Una iniciativa de educación vial para ellos y para los mayores.

Otra innovadora propuesta: CapaCITados, una iniciativa frente a los problemas de accesibilidad. En ella, alumnos del municipio granadino de Atarfe recurren a la ciencia para mejorar la sensibilidad hacia la discapacidad. Para ello han planificado diferentes acciones con el fin de detectar problemas, por ejemplo barreras arquitectónicas, para posteriormente diseñar las soluciones desde el aula. Desde la impresión 3D hasta el escáner corporal para diseñar productos dirigidos a mejorar el día de día de personas con diversidad funcional. La tecnología como algo más que una fuente de diversión.

Iniciativas, todas ellas, que son ejemplo de que no todo está dicho en el terreno educativo. Desde las redes a la calle. La innovación tecnológica ofrece multitud de posibilidades para implicar al alumnado en la mejora de la sociedad, que es, al fin y al cabo, el objetivo de la educación.