Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Israel aprovecha hasta el inicio del alto el fuego para continuar la masacre en Gaza
El grupo de León: la conexión entre Quirón, la pareja de Ayuso y el ático de Chamberí
OPINIÓN | 'Los imperios de las galaxias', por Enric González

Ildikó Enyedi, cineasta húngara: “Los debates son hoy muy agresivos: me parece absurdo hablar de tolerancia y apertura de miras gritando”

Ildikó Enyedi, cineasta húngara

Alejandro Luque

6 de noviembre de 2021 21:16 h

0

En los pasillos del Hotel Sevilla Center, la figura menuda de Ildijó Enyedi (Budapest, 1955) pasa casi desapercibida en medio del tráfago del Festival de Cine Europeo. Sin embargo, esa mujer discreta, de gafas de gruesa montura y sonrisa tímida bajo la mascarilla, tiene en su casa un Oso de Oro y estuvo cerca de llevarse el Oscar. Este año, el certamen hispalense ha decidido otorgarle su Premio Honorífico al conjunto de su carrera, y de paso estrenar su nuevo largometraje, La historia de mi mujer, basada en la novela homónima que Milán Füst.

La peripecia como directora de Enyedi, a la que el Seff ya dedicó una retrospectiva en 2018, ha sido verdaderamente singular. Tras formar parte del colectivo underground Indigo, donde jugó con el arte conceptual y la performance, la cineasta debutó en 1987 con The Mole, donde mostró su costado más experimental. Este trabajo lo realizó en el Béla Balázs Studio, el único estudio independiente de cine en la Europa del Este antes de la caída del Muro.

Su consagración llegó poco después con My 20th Century (1989), que conquistó la Cámara de Oro en el Festival de Cannes, a lo que siguieron otras producciones igualmente reconocidas como Magic Hunter (1994), Tamás and Juli (1997) y Simon Magus (1999). Y después de encadenar estos éxitos, sobrevino un largo periodo de silencio en el que apenas pudo culminar trabajos menores y una adaptación para la HBO.

Aliados de la vida

“No he podido hacer todas las películas que hubiera querido, por eso mis trabajos son tan distintos entre sí. Pero el hilo conductor no es el estilo, es algo ambiguo, difícil de comprender, pero aquí en Sevilla habéis sabido verlo”, explica. Hasta que regresó a lo grande, 18 años más tarde, con En cuerpo y alma (2017) la historia de dos personas que descubren que sueñan lo mismo, y que se llevó el Oso de Oro y el premio FIPRESCI en Berlín. “Quedé absolutamente impactada. Dentro de ti tienes siempre unos planes, que chocan con mil dificultades, dudas, frustraciones. Pero luego un jurado ve todo unificado, y está muy bien que así sea”.   

También ha tardado cuatro años en estrenar un nuevo largometraje, La historia de mi mujer, donde ha regresado a una de las lecturas que más la estimularon en su juventud. “Los libros son para leer, no deberían transformarse en películas. Pero esta vez valía la pena familiarizar al público con otra forma de ver la vida”.

El filme, ambientado en la Europa de principios de siglo XX, narra la decisión de un capitán de barco, Jakob (Gijs Naber) de sentar cabeza, para lo cual decide casarse con la primera mujer que entre en el café donde se encuentra. Ésta será Lizzy (Léa Seydoux) cruza la puerta, comienza una trama de amores y desamores con el ancestral temor de los hombres a la infidelidad de sus parejas como ruido de fondo.

“En mi adolescencia me identifiqué con Jakob, con su búsqueda, con sus dudas, con sus esfuerzos para dar sentido a su vida”, reconoce la directora, quien insiste en que –a pesar de la vigencia de su mensaje–, era importante mantener el aire de época y dejar que el mar sea un protagonista más. “Además de que Jakob ama su profesión, que consiste en mantener el control y manejarse entre las olas. Y como húngara, viniendo de un país sin costa, para mí el mar tiene una importancia extra”, comenta. “Al final de la película, el capitán Jakob dice: ‘Hay que aceptar la naturaleza de la vida. Que fluya, ser parte de ello pero no forzarte. Ser socio o aliado de la vida que tienes’. Y cuando haces esto, llega la recompensa”.

Celos e inseguridades

A Jakob, antes de la recompensa, le llegan los disgustos: la mujer que ha elegido como esposa no responde al patrón que había conocido, la sensación de que en cualquier momento puede marcharse con otro se acaba volviendo obsesiva. “Es muy normal y muy humano sentirse inseguro”, comenta Eyendi. “Yo quería hablar de hombres de buena voluntad que se sienten inseguros ante las nuevas reglas. Y quería hacerlo ahora, porque en este momento veo mucha agresividad en todos los debates, también en este. Por un lado, estamos rediseñando las reglas de nuestra vida en común, y a la vez este es un periodo en el que el debate es muy agresivo, no reflexivo. Es todo muy visceral. Me parece absurdo hablar de tolerancia y apertura de miras gritando. Yo quería añadir una nota al pie de ese debate, y mostrar a un hombre que intenta de verdad entender algo que es nuevo para él, distinto de las reglas que recibió al nacer. Un hombre maravilloso e imperfecto como somos todos, en el que confiamos para atravesar ese proceso que es difícil y necesario”.

Sobre Hungría, afirma que muchos grandes rodajes tienen lugar en este país –incluido el taquillero Dune– y además es “un buen mercado para los técnicos”, pero sobre todo la zona “está viviendo una ebullición de voces interesantes, muy diferentes entre sí”, que puede dar pie, andando el tiempo, a grandes películas.

Por último, cuando se le pregunta si cree que existe el cine europeo como tal, no lo duda: “Cuando estás en Europa crees que no existe, pero basta salir para darte cuenta de que hay algo muy real y muy fuerte que nos une. Y contamos con instituciones que están apoyando las cinematografías periféricas, los nuevos talentos. Lo que hay, además de ciertas costumbres comunes y ciertos principios comunes, un es un acercamiento que da como resultado un espectro muy colorido y muy polifacético. Gracias a ello, las pequeñas voces locales del continente pueden hacerse oír más fuerte, porque Europa tiene una mirada unificada sobre la importancia que tienen esas voces”.

Etiquetas
stats