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Títeres para 1.200 espectadores en un pueblo de 15 habitantes

Trapusteros Teatro

Miguel Barluenga

12 de agosto de 2024 23:19 h

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Aguinaliu, una pequeña localidad de Huesca que durante el año alberga a apenas 15 habitantes, ha reunido a 1.200 personas en las dos primeras ediciones del Festival Internacional Títeres en la Montaña, que este mes de agosto está celebrando su tercera edición. Está organizado por la compañía Trapusteros Teatro en su sede de La Borda del Títere, un espacio cultural abierto en 2021 de la mano de sus directores, los titiriteros Marcos Pena e Izabela Brochado.

Como novedad, la edición de este año alcanza también las poblaciones cercanas de Graus, La Puebla de Castro, Estopiñán del Castillo y Camporrells, ayuntamientos ribagorzanos y literanos que se han sumado a esta iniciativa teatral y de ocio familiar para este verano. El festival se estira hasta el 24 de agosto, con funciones gratuitas en los citados pueblos. El sábado 17 de agosto, la programación se llevará a cabo en el Teatro del Barranco-La Borda del Títere, con doble programa.

“De momento, va bastante bien, dentro de lo que se esperaba, con unas 90 personas por función”, señala Pena, que repara en que “hay bastantes turistas, familias que vuelven por vacaciones y también lugareños”. La respuesta siempre es positiva, una vez superada la sorpresa por este espacio donde se estimula la imaginación de los asistentes: “Les extraña muchísimo. La carretera se termina aquí y hay que venir ex profeso, se quedan chocados por que se haga un festival en el pueblo”. La primera edición, “algo suicida”, se centró en Aguinaliu, “y aún así vino mucha gente, 400 espectadores”.

Se decidió abrir la actividad a otros ayuntamientos para crecer y “la mayoría de localidades repite, con lo que el aspecto económico queda solventado para centrarnos en lo artístico”. Pena y Brochado compraron una casa “en ruinas”, donde “ni siquiera las tierras de labranza están cerca. No hay ruido ni nada”. Sí un barranco que da nombre a un escenario y espacio para una residencia artística.

“Era interesante porque está a 12 minutos de Graus, con 3.000 habitantes, y no demasiado lejos de Madrid y Barcelona”, añade Pena. Vivía en la capital de Brasil, Brasilia, donde residió más de una década, y compró la borda -nombre con el que se conocen en el Pirineo las casas donde se guardabn el ganado o productos agrícolas- en 2017. “Se pensó con la idea de crear un espacio cultural. Viajamos mucho con las giras y la tranquilidad de la vuelta está muy bien”, asevera el director. Sagarras es su localidad de origen, también en la comarca de La Ribagorza, y se crió en Binéfar, tierra de titiriteros. Después se desplazó a Sudamérica y ahora ha vuelto a fijar su residencia en España.

En el festival se muestran diferentes técnicas con la premisa de que acudan compañías profesionales. Se trabaja en extender el festival en el espacio y el tiempo, con pueblos que son compatibles con estos “formatos pequeños”. Inglaterra o Brasil también han estado presentes en tierras del Prepirineo. Este sábado 17 de agosto tendrá lugar la actuación de La Sonrisa del Lagarto y la Hija del Nun con ‘Cuentos para despertar’ en Aguinaliu, y se cerrará el 24 de agosto en Camporrells con una celebración del 11 aniversario de la Fundación Crisálida durante la que se homenajeará el ‘Qualsevol nit pot sortir el sol’ del catalán Jaume Sisa.

La Borda del Títere, como su nombre indica, se encuentra en una antigua casa de campo ubicada en la parte alta del pueblo al lado de las ruinas del castillo. El edificio, que estuvo prácticamente en ruinas y deshabitado durante más de 40 años, fue rehabilitado por el Grupo Trapusteros Teatro. La bodega, donde antes se producía y almacenaba el vino, se ha convertido en un teatro de bolsillo -La Bodegueta- para 30 espectadores, y alberga asimismo una pequeña sala para la exhibición de la colección de marionetas del grupo. La era, donde antes había un huerto, se ha transformado en un teatro al aire libre -Teatro del Barranco- para 70 espectadores, con vistas a las montañas y a la parte baja del pueblo de Aguinaliu.

Exposición de marionetas, cuentacuentos y compañías de teatro de títeres venidas desde Asturias, Zaragoza, Huesca o Brasil componen un programa para hacer las delicias del público infantil y adulto que quiera acercarse al festival. Teatro de guante, de sombras, títere gigante, actor y narradoras les llevan de la mano durante el mes de agosto a un paseo por la imaginación y por los paisajes del Prepirineo rural de la provincia de Huesca.

El festival cuenta con la colaboración Somos Litera, Fundación Crisálida y los ayuntamientos involucrados, a los que sus impulsores agradecen su confianza “por ayudar en este proyecto que nació y crece por amor al arte y a esta maravillosa profesión y modo de vida, así como, a nuestro intento de dar vida a las pequeñas y casi abandonadas aldeas de los Pirineos”.

El grupo fue creado en 2004 por Marcos Pena. En 2011 se le unió la brasileña Izabela Brochado. El grupo tiene en su repertorio seis espectáculos, para niños y adultos, escenificados con títeres, teatro de sombras, Lambe-Lambe y actores. Sus espectáculos se han presentado en más de diez países de diversos continentes. La compañía está especializada en teatro de títeres populares brasileños (mamulengo), e Izabela Brochado es post doctorada en la materia.

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