Toño Monzón, productor: “Esta obra de teatro nos ha enseñado que los que nos creemos normativos somos los menos capacitados”
En esta entrevista, Toño Monzón responde en nombre de las dos productoras aragonesas que producen la obra: Patty Brava Producciones y Factory Producciones
¿Cuál es el argumento de 'Manual básico de lengua de signos para romper corazones'. la obra de teatro que han presentado recientemente?
Es una comedia romántica que ocurre en un piso de estudiantes del barrio de Lavapiés. Uno de los protagonistas es sordo y el otro es hablante. Se encuentran en un centro comercial y se enamoran; este es el punto inicial de la historia. A partir de entonces, el chico sordo -Lucho- entra a formar parte de la vida cotidiana del piso de estudiantes, huyendo de sus propios problemas, y entonces aparece su hermana que también es sorda y comienza a interactuar con el otro compañero de piso. El espectador vivirá momentos de todo tipo, desde los más cómicos a otros de más gravedad. Es una obra que no está dejando indiferente a nadie que la haya visto hasta el momento.
Es un homenaje a su autor Roberto Pérez Toledo. Háblenos de ello, ¿cómo se dio esa conexión?
Efectivamente, esta obra fue escrita y dirigida por Roberto Pérez Toledo cuando se estrenó hace dos años en el María Guerrero de Madrid. Fui espectador de aquel estreno y me gustó tanto que quise traerla de alguna manera a Aragón. Pero cuando estábamos en trámites, Roberto falleció y, claro, todo se quedó en el aire. Un tiempo después, tras un día de homenaje a Roberto en Zaragoza, retomé el contacto con la familia y amigos del autor y allí se puso en marcha de nuevo mi idea de traer 'Manual básico de lengua de signos para romper corazones' de vuelta a los escenarios. Esta vez no estaba Roberto, pero sí ha estado su familia con ilusión y con apoyo total.
Volvemos a la obra y a su peculiaridad, y es que no solo habla de capacidades diferentes si no que dos de los cuatro actores son sordos de nacimiento.
Partimos de la base de que esta obra sale del ideario de Roberto Pérez Toledo, un canario al que con tres años le diagnosticaron una atrofia espinal congénita que causó una progresiva debilidad muscular hasta que, con 14 años, esta degeneración de sus músculos hizo que tuviera que usar una silla de ruedas para poder desplazarse. Sin embargo, este obstáculo no le impidió estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Pontificia de Salamanca. Su manera de ver la vida, a través de las limitaciones que le ha ido imponiendo la sociedad, las fue plasmando en los personajes de los más de treinta cortometrajes que dirigió. Esta era su primera obra de teatro, y como no podía ser de otra manera, la inclusión social tenía que estar presente de una manera muy potente, y lo hace en el papel de estos dos hermanos sordos, interpretados por actores sordos.
Entiendo que ninguna de las personas que forman parte esta producción teatral habláis lengua de signos ¿Cómo ha sido el trabajo entre el elenco de actores, y también el resto del equipo?
Ninguno. Afortunadamente tenemos a la misma intérprete de lengua de signos con la que se contó la primera vez, cuando la obra se puso en el escenario del María Guerrero con la producción del Centro Dramático Nacional. La intérprete está al lado del director para dar las indicaciones a los actores sordos para que estos a su vez puedan interactuar en el escenario con los otros dos actores. Otra de las suertes que hemos tenido es que tres de los cuatro actores iniciales se han mantenido, entre ellos Carlos Soroa y María José López, ambos sordos de nacimiento, lo que ha facilitado mucho el trabajo porque ya se sabían sus papeles.
Enrique, uno de los actores, convivió siendo estudiante con compañeros sordos y se comunica bastante bien en lengua de signos, pero la verdad es que en estos dos meses todos han estado muy receptivos, el teléfono ha sido un buen aliado, y con gestos básicos hemos salvado algunas situaciones y ahora casi todos los integrantes del equipo entendemos cosas básicas en lengua de signos.
¿Cómo se presenta esta obra de teatro al público general?
La función está subtitulada en ambos casos, porque más de la mitad del público que ha asistido a los tres primeros pases han sido sordos. El algo que nos ha sorprendido mucho. Pero se entiende, porque no es lo habitual que en un circuito abierto de teatro los sordos encuentren una obra de teatro a la que puedan asistir como cualquier otro espectador. Esto nos a abierto la mirada también, además de la conciencia. Y como productores nos ha hecho reflexionar sobre si nuestra obra debería estar dentro de un programa específico (es lo que no están proponiendo algunos programadores), o en el circuito abierto (para el público en general) que era nuestra primera opción porque, siendo sinceros, nunca nos planteamos otra. Aunque claro está que a cuantos más espectadores llegue mejor, sea en abierto o en un programa específico.
Subtitular toda la obra es una pirueta más de montaje y escenografía. ¿Cómo lo han salvado?
Con ingenio y con un decorado de mínimos que nos permita dos cosas: por una parte, no realizar una inversión que nos lleve apretados de presupuesto y no nos deje respirar y disfrutar de este camino tan bonito que acabamos de comenzar; y por otra, poder desmontarlo y montarlo con facilidad entre los que formamos parte del equipo que saldrá de gira para poder llevar la obra a cuantos más escenarios mejor. La complejidad del decorado que se diseñó en la primera producción no hacía posible que se llevara fuera del María Guerrero, y nosotros no queríamos eso. El hecho de que la obra esté subtitulada añade una complejidad de montaje, pero la verdad es que la primera experiencia ha sido muy buena, y queremos agradecer al Teatro de la Estación de Zaragoza que nos haya dejado una semana antes para montar todo y poner a punto el escenario para los tres días de función.
No perdemos de vista que son dos las productoras aragonesas que están detrás de esta producción. ¿Por qué dos? ¿Cómo está siendo la experiencia?
Sí, somos dos productoras aragonesas, Patty Brava y Factory Producciones, las que hemos sumado fuerzas para sacar adelante esta obra. Creo que, de esta forma todo se reparte, y ya no te sientes tan desprotegido. Ahora somos tres personas abanderando el proceso de producción, el vértigo se reduce y las tareas se reparten; el trabajo es mucho más fructífero y lo disfrutas más. También el planteamiento low cost para la escenografía, para que se pudiera hacer entre pocas personas, rentabilizando recursos para poder llevar la obra a otros lugares con nuestras posibilidades, es una visión muy propia de las productoras modestas como las nuestras, y no es negativo, al contrario, creo que nos brindará más oportunidades por su adaptabilidad.
¿Qué habéis aprendido con esta obra tan “especial”?
Cuando te metes de lleno en el mundo en el que viven a diario las personas con capacidades diferentes te das cuenta de que, los que nos creemos normativos somos muy discapacitados. Y lo ves en cosas vitales y sencillas como la comunicación. Un ejemplo de lo más tonto es que vinieron medios para hacer las entrevistas y todo bien, pero uno de los días no teníamos a la intérprete y entonces sientes que el mundo se cae. A toda prisa estuvimos buscando intérpretes, buscando opciones de retrasar el viaje de la intérprete, mil líos, y ahí te das cuenta de que la sociedad no estamos preparados, y aunque se hable de que vamos dando pasos hacia delante, la sensación que tengo después de esta experiencia es que no creo que hayamos avanzado tanto.
¿Se sienten apoyadas por las instituciones? ¿Y por el público?
Esta semana vamos a presentar el proyecto a las ayudas de la Diputación y del Gobierno de Aragón. A nivel institucional es lo que hay. A nivel de público la respuesta ha sido buena, nos creaba mucha inquietud por cómo es la obra, por lo diferente que es y lo abiertamente que toca ciertos temas, con un lenguaje muy joven que al público más mayor le choca todavía. Pero la respuesta ha sido fenomenal. Han venido programadores de pueblos para llevarla a sus localidades. Además, en redes sociales nos preguntan constantemente de muchos puntos de España que cuándo vamos a estar allí.
¿Satisfechos?
Profesional y personalmente todo el equipo estamos satisfechos. El cariño y respeto hacia el trabajo y la persona de Roberto ha sido el punto en común que nos ha unido a todos. Además, como productoras pequeñas, el tema económico es importante, pero creo que hemos encontrado un punto medio que nos permitirá ir con tranquilidad y poder disfrutar de este camino como ya he dicho, y ahora vamos a seguir trabajando y preparando las giras por Aragón y por España. Aunque los primeros meses serán duros y se harán largos… Pero ya contamos con ello.
¿Hay ya fechas?
Nos gustaría comenzar en Huesca en septiembre, y de allí partirá la gira por Aragón durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. Y en enero arrancaremos con la gira nacional. La idea es estar dos años girando con 'Manual básico de lengua de signos para romper corazones'. En verano descansamos porque las condiciones técnicas de la obra son algo complejas, pero no nos cerramos a posibles propuestas.
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