La Ley de Movilidad inmovilizará a más de cien mil aragoneses

Una de las cinco mil nuevas leyes y/o decretos del gobierno sancherista va a dejar a 151 localidades de Aragón sin paradas de bus. La ley, al parecer, se llama “De Movilidad” sin mala intención: simplemente ha coincidido la tendencia. Más de 130.000 vecinos y vecinas se quedarán sin poder coger el bus. Es el progreso, amigo. La movilidad sostenible empieza por quedarse en casa, si la tienes.
No me da tiempo de leer la noticia entera, y menos la ley que va al si bwana del Parlamento, pero es curioso que en la era de las autonomías el mapa de autobuses sea competencia estatal. Mi ignorancia es oceánica, geológica. ¿Habrá excepciones a este centralismo autobusero en las provincias y regiones y naciones privilegiadas? ¿Entrarán las paradas de bus en las negociaciones de altísimo desnivel entre el gobierno central y sus socios o allegados catalanes?
Si un autocar sale de Lérida/Lleida con destino a Pamplona/Iruña ¿parará en algún pueblo de Aragón/Oregón?
Pero ante las debacles y las hecatombes formidables del Estado y sus tres poderes (que quizá vayan a ser dos o uno, según las fuentes), este asunto de los buses, tan modesto y rupestre, no parece importar mucho a las élites múltiples que dirimen el sexo de los ángeles y las competencias de los amigotes. Los que no tenemos foralidad ad hoc, ni hacienda propia, ni casi carreteras asfaltadas, ni siquiera ínfulas independentistas estamos desapareciendo a toda leche: un día son 151 paradas de bus y al día siguiente son mil torres eólicas caídas del cielo sin pagar un euro.
Los buses, por lo visto, son competencia central. Es una cosa rarísima. Aragón se va a quedar con 151 localidades menos, desaparecerán del mapa de buses estatales. Como todo va en cascada y las máquinas se alimentan de sí mismas ni los coches de Google Street pasarán por esos pueblos sin parada de bus estatal. 151 localidades desparecerán para siempre del mapa como se esfumó Fantasia en La historia interminable.
La nada llega a Aragón con el número fatídico del 151, el artículo por el que NO accedió a la autonomía cuando entonces. Ese número va a tocar en la lotería, ya que alguna compensación paraestatal debe haber ante tantos dislates. Aunque siendo la lotería también estatal, y dada la avidez sanchera (y de todos los gobiernos en general) por colocar familiares y allegados y por controlarlo todo, si toca en Aragón será por un desliz o por la ineficiencia atávica de las sagas familiares.
Cuando sellen esta ley “De Movilidad” 151 localidades aragonesas desaparecerán de los mapas y como las carreteras ya son de las peores de España, al no parar los buses se considerará que ya no hay que repararlas nunca más, cosa que ya se había considerado en los últimos siglos.
Nos resignaremos a esta nueva afrenta pensando que así habrá menos accidentes, a fin de cuentas esas más de 130.000 personas ya no existen o ya no existíamos hace tiempo para la remota Corte de los Austrias… o de los Borbones, ya no me acuerdo. Habrá que pedir asilo en Catar y que nos mande una bolsa (reciclable) llena de fajos de billetes. Aragón podría ser un desierto catarí lleno de dinero y hasta nos podrían mandar los balones que sobren del Mundial para que aprovechemos las paradas de buses inservibles: a una mala se pueden usar como porterías.
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