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El Papa recibe al obispo de Barbastro en medio de disputa por el santuario de Torreciudad

Torreciudad en una imagen de archivo.

ElDiarioAragón / EFE

21 de octubre de 2024 13:57 h

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El Papa Francisco ha recibido este lunes en el Vaticano al obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Javier Pérez Pueyo, en medio de la disputa de la diócesis aragonesa y el Opus Dei por la regulación del santuario español de Torreciudad.

La reunión llega después de que Pérez Pueyo pidiese a Santa Sede que interviniera directamente en el asunto tras meses de negociaciones infructuosas sobre las propiedad de este santuario, inaugurado en 1975 por Escrivá de Balaguer.

El pasado día 9, el Papa anunció el nombramiento del español Alejandro Arellano Cedillo, decano del Tribunal de la Rota, como representante del Vaticano en el santuario de Torreciudad, para tratar el conflicto. Arellano será el encargado de dilucidar el futuro del santuario edificado por orden del fundador del Opus Dei en la provincia de Huesca, y que cada año recibe más de 190.000 fieles.

“El Santo Padre ha nombrado a su excelencia Monseñor Alejandro Arellano Cedillo” como “comisario plenipotenciario pontificio” y “delegado de la Santa Sede para el complejo de Torreciudad”, dijo el Vaticano entonces en una nota sin más detalles.

Tras largas negociaciones durante meses y sin haberse logrado un pacto definitivo, el Vaticano asume responsabilidad en la gestión de la disputa sobre este santuario en la provincia de Huesca creado por el fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer.

Hasta ahora hay fricciones entre el Opus Dei y la propia Diócesis eclesiástica en torno a la regulación jurídica, canónica y pastoral de Torreciudad, pese a las múltiples reuniones que se llevaron a cabo durante los últimos años.

Símbolo del Opus Dei

Torreciudad es todo un símbolo para el Opus Dei. Cuando tenía dos años, Escrivá de Balaguer fue llevado por sus padres a la ermita de Torreciudad para agradecer la curación de una grave enfermedad. Esa visita determinó de alguna manera para el fundador de la Obra que aquel lugar debía ser suyo. El 7 de julio 1975, dos semanas después de su muerte, abría las puertas un nuevo santuario gestionado por el Opus.

Desde su creación, Torreciudad atrajo a gran cantidad de fieles, al punto de que aspiraba a convertirse en el Lourdes o Fátima español. También se convirtió en una fuente relevante de ingresos para el Opus. Cuando debían renovarse los estatutos, la diócesis se encontró con que la aportación simbólica que hacía el Opus Dei por este santuario –acordada a perpetuidad en un convenio suscrito en 1962– no se correspondía, ni de cerca, con los ingresos obtenidos únicamente por la presencia de peregrinos (190.000 en 2022, según datos de la Memoria, que habla de 1,2 millones de euros de recaudación). A ello se sumaron informaciones sobre que la fundación que gestionaba el recinto había adquirido terrenos colindantes con la intención de construir un macrocomplejo que pondría al santuario al nivel de los grandes santuarios europeos. Algo que desconocía la diócesis.

A partir de ese momento, el conflicto se enconó y la diócesis llegó a pedir un canon por peregrino –las fuentes lo sitúan entre 5 y 25 euros, lo que daría una cifra entre el medio millón y los cinco millones de euros al año– además de solicitar al Opus Dei una terna para designar al nuevo rector del santuario que actuara “en equipo” con un grupo de sacerdotes de la diócesis.

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