Los partidos aragoneses se comprometen a no hacer un uso partidista de la inmigración en campaña electoral
Con cuatro elecciones en el horizonte, desde Aragón se ha articulado un dique que contenga las tentaciones de algunos por aprovechar el fenómeno de la inmigración con fines electorales. Y se ha hecho a través del Pacto Aragonés por la Convivencia, firmado en el Parlamento autonómico con motivo del Día Internacional de Eliminación de la Discriminación Racial.
El punto número uno del manifiesto que sostiene dicho acuerdo, rubricado por todos los partidos aragoneses (con representación parlamentaria), dice que se comprometen a “no hacer un uso partidista de la inmigración en la campaña electoral”.
Además, también oficializan su compromiso para “elaborar propuestas en materia de inmigración y convivencia intercultural basadas en el principio de igualdad de derechos, deberes y obligaciones para todos los aragoneses y aragonesas, sea cual sea su origen”, “reafirmar nuestro compromiso con los derechos fundamentales de todas las personas entre ellos el derecho a la educación, a la atención sanitaria o a vivir en familia” y “rechazar sin concesiones aquellos discursos basados en el odio, el miedo, el racismo, el antigitanismo, la xenofobia y cualquier forma de discriminación”.
En la exposición del pacto, se asegura que “los aragoneses y aragonesas, sea cual sea nuestro origen, hemos sabido demostrar nuestra capacidad para convivir y trabajar juntos para construir entre todos una sociedad diversa, intercultural y democrática. Una sociedad más rica basada en el conocimiento y comprensión mutuas, la interrelación entre diferentes pero iguales, la resolución pacífica de conflictos y la voluntad de superar juntos problemas y desafíos comunes”.
A lo largo de su historia, dicen, “Aragón se ha construido sobre la base del acuerdo y el consenso. Ser aragonés significa ser capaz de mantener viva la llama de esa cultura del Pacto, imprescindible para garantizar la convivencia pacífica en nuestro país”.
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