Encarna Samitier: “El reto de los periodistas es que la sociedad nos oiga por encima del ruido”
Encarna Samitier es Periodista, directora del periódico 20 Minutos, ha recibido el Premio Porquet en la XXV edición del Congreso de Periodismo de Huesca. Aboga por el periodismo con nombre y apellidos, hecho con vocación de rigor y de veracidad, y dedica el reconocimiento a la redacción de 20 Minutos.
Este año ha recibido el Premio Porquet que concede el Congreso de Periodismo de Huesca que, por cierto, celebra su XXV aniversario ¿Cómo ha recibido este reconocimiento a su carrera profesional?
Recibir este premio ha sido una alegría y un orgullo. Primero porque yo soy de Barbastro y lo recibo en Huesca, y segundo porque viene de un jurado compuesto por compañeros que tienen que elegir entre candidaturas muy valiosas. Un premio es siempre un gesto de generosidad y por eso, agradezco infinitamente este reconocimiento. Este premio es también de la redacción de 20Minutos, una redacción joven y totalmente digital en la que la tecnología no se ha puesto por encima del respeto al lector.
¿Por qué este premio tiene un cariz tan especial para usted?
Porque José Manuel Porquet, el periodista que da nombre a este reconocimiento, fue un referente para mí. Porquet no solo fue un compañero, también fue el jefe de la delegación de Heraldo en Huesca; el periódico en el que yo crecí como periodista. José Manuel Porquet simboliza esa generación de periodistas que despedíamos el plomo de las redacciones en un momento en el que internet parecía casi ciencia ficción, y los avances tecnológicos comenzaban a llegar.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan las nuevas generaciones de periodistas?
Para los más jóvenes ejercer el periodismo sigue siendo algo apasionante, eso no ha cambiado. Pero es cierto que los avances tecnológicos, que siempre han estado ahí, ahora cambian a una velocidad vertiginosa; nuevas tecnologías y redes sociales han traído con ellas la confusión: hay personas que creen que las redes son los medios, y el anonimato que hay detrás de ellas está generando mucho ruido.
¿Cuál sería el “buen periodismo” que se debería ejercer en el panorama en el que nos encontramos?
Hacer periodismo con nombre y apellidos, con vocación de rigor y de veracidad, teniendo en cuenta la trazabilidad que da el periodista. No podemos insultar, mentir, difamar o intoxicar. Y, aunque los periodistas estamos ahí presentes en el día a día, el reto es que se nos oiga por encima del ruido, y que consigamos mantener la credibilidad y la confianza de los lectores.
En un mundo en el que imperan la inmediatez y la prisa ¿Qué aportan en las redacciones las personas de más edad y con más recorrido profesional?
El mundo de internet es estupendo, pero ha traído la inmediatez a los medios y los periodistas sienten la presión de tener que ser rápidos elaborando la información, correr más. Como contrapeso estamos los profesionales más veteranos, aquellos que venimos de un momento en el que teníamos tiempo para trabajar las informaciones. De alguna forma, los periodistas de más edad somos los que “bajamos la pelota al suelo”, recordando que la reflexión es necesaria en periodismo.
Ser mujer ¿La ha penalizado en el ejercicio de su profesión a lo largo de su carrera?
No siento que me haya penalizado porque era otro momento social y profesional. Las mujeres de aquel momento no nos exponíamos, es decir, no decíamos abiertamente que teníamos hijos, que habíamos dormido mal porque estaban enfermos, o que teníamos que salir del trabajo para llevarlos a una cita médica. Mientras, nuestros compañeros salían a la peluquería, al taller o a hacer gestiones y lo decían abiertamente. Nosotras no lo hacíamos para que, si había un fallo, no pudieran decirnos que era porque teníamos otras prioridades. Yo he sido madre, he trabajado como periodista siempre, he hecho turnos malísimos, y he salido adelante. Pero si algo tengo claro es que tengo que aportar para eliminar las barreras a las mujeres periodistas, dándoles oportunidades por su valía profesional sin tener en cuenta su mochila personal, porque todos la tenemos.
¿Qué supone para Encarna Samitier ser periodista?
No me puedo separar del periodismo, ha sido mi vida. Una de mis hijas vio caer las torres gemelas y dijo “mamá llegará hoy tarde a casa”. Mi familia ha interiorizado que el periodismo es mi vida. Como periodista he cumplido con una vocación de toda la vida que es hacer periódicos. No buscaba salir en pantalla, mi pasión era contar historias y trabajar en un periódico como en los que yo veía la cartelera de cine, seguí la historia del avión que cayó en los Andes o me informaba sobre lo que sucedía en otra parte del mundo. Ser periodista me ha permitido hacer periódicos como los que a mí me han hecho tan feliz, y que, además, creo que son muy importantes para la sociedad. El periodismo es fundamental.
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