Más de un año sin médico de refuerzo y un mes sin pediatra para dar servicio a 5.000 habitantes: la Sanidad en el medio rural
- El Salud recuerda que no se encuentran efectivos suficientes para cubrir la demanda
La Sanidad en el medio rural aragonés se enfrenta a unas condiciones cada vez más precarias y con dos perjudicados: los pacientes, sobre todo, pero también los profesionales. En la comarca del Bajo Cinca, el Salud se ha encontrado un problema continuo de falta de personal. A los del centro de salud de Albalate de Cinca, que carece de médico de refuerzo desde hace más un año y lleva un mes sin pediatra, se suman los de Monzón, Fraga o Zaidín, lo que está provocando verdaderos quebraderos de cabeza en el Gobierno de Aragón para cubrir las vacantes.
“En las condiciones que se ofrecen, la explicación más sencilla es que nadie quiere venir. No por una cuestión de distancias sino porque, simplemente, es imposible llegar a todo. Y algunos compañeros lo han pagado incluso con serias afecciones físicas y psicológicas”, advierte uno de los médicos afectados, que prefiere preservar el anonimato. Las carencias en Albalate de Cinca afecta como a fichas de dominó a los consultorios de Osso de Cinca, Belver, Alcolea, Ontiñena y Santalecina; en total, a unos 5.000 vecinos de los cuales 540 son niños.
El alcalde, José Antonio Castillón, explica que ya se ha dirigido por carta a la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, “para manifestar el profundo malestar, cuando no indignación, de los vecinos ante las importantes deficiencias en la atención sanitaria que recibimos como consecuencia de la falta de personal”. Se denuncia de manera expresa la falta de una plaza de la plantilla de médicos de atención continuada y “el hecho de que no hay personal para sustituciones ante cualquier eventualidad que surge”.
Desde principios de febrero no hay consulta de pediatría debido a la baja por enfermedad del titular, lo que ha propiciado “una saturación en las consultas normales y que no se estén haciendo las revisiones a los menores de un año”. Se han tenido que cerrar consultas “ya que son los profesionales del área de Salud los que deben cubrir atender toda eventualidad” y “se ha provocado además la saturación del servicio de urgencias”.
En su misiva a Ventura reseñó que “no es admisible que el 18 de febrero tuviera que cerrarse la consulta en Albalate de Cinca por la mañana, ya que el médico debía atender una eventualidad en otro municipio, situación que se ha repetido en otras localidades”. El sector de Barbastro es el más afectado de la provincia de Huesca por la falta de médicos, con seis plazas desiertas que corresponden a los centros de salud de Benabarre, Aínsa, Albalate de Cinca, Castejón de Sos, Fraga-Mequinenza y Graus-Castejón.
En Fraga se ha registrado la falta de un especialista en pediatría, y la baja en Zaidín se están cubriendo, según fuentes médicas, por días con una médica de atención continuada que tiene que desplazarse desde Monzón, a 46 kilómetros de distancia, para dejar de esta manera mermado de efectivos el centro de salud de la capital mediocinqueña “sin que tampoco alcance a cubrir la alta demanda. Es una continua situación de estrés, y una carga de trabajo que no tiene parangón en otros centros con los que hemos hablado, ni siquiera en provincias limítrofes con la nuestra. Algún médico más se está planteando tirar la toalla porque esto es insostenible”, añaden las mismas fuentes.
Desde la consejería de Salud se insiste en la idea de que “no podemos obligar a nadie a cubrir estas bajas, y las negativas que recibimos son continuas”. Se está recurriendo a la bolsa de médicos para tratar de cubrir estas plazas, y para cada sector se llama de manera individualizada para ofrecer esas vacantes. Otra consecuencia directa de esta situación es la obligatoriedad que afecta a muchos de trabajar en días festivos y fines de semana y la imposibilidad de tomarse el obligado tiempo de vacaciones o ni siquiera moscosos o simples días de libranza.
En otras localidades como Jaca, las carencias del hospital se muestran de forma continuada. El último caso se ha producido con la dimisión de dos ginecólogos por desavenencias con las condiciones de su contrato laboral. La plataforma ciudadana Pro Hospital de Jaca y el PP jaqués emiten el mismo diagnóstico y acusan al Gobierno de Aragón de estar “desmantelando el hospital” y de convertirlo en “un simple ambulatorio donde ”no se hacen intervenciones quirúrgicas, no hay servicio de radiología, faltan especialistas y las urgencias se tienen que desviar“.
De vuelta a Barbastro, su hospital ha recuperado recientemente el servicio de tomografía axial computarizada (TAC) tras su reparación y después de dos averías en lo que va de año. Unos diez pacientes al día debieron ser trasladados al hospital San Jorge de Huesca y también a otros centros hospitalarios de Zaragoza. Durante los traslados de pacientes, el sector sanitario de esta zona de la provincia se amparó tan solo en la UVI móvil de Monzón para cubrir las posibles emergencias.