El concejal de Educación de Gijón se encara con las familias que piden cambios en el servicio de comedores escolares
La gestión del servicio de comedores escolares en los colegios públicos de Gijón, dependiente del Ayuntamiento de la ciudad, ha obligado a comparecer este miércoles, en el pleno municipal y de la mano de los grupos de Izquierda Unida y Podemos, al concejal de Educación del Gobierno local, Jorge Pañeda, del Partido Popular, para dar explicaciones, tras la publicación de dos informes elaborados por la Consejería de Salud del Principado y el Programa 16 de Asturias, después de visitar uno de estos colegios y realizar seguimiento durante un mes del servicio que se presta a los niños y niñas de Primaria.
En la comparecencia, que comenzaba poco antes de las doce de la mañana, estaban presentes los concejales y concejalas de la Corporación, pero también catorce padres y madres que consiguieron permiso para seguirla desde el interior del salón de plenos, mientras aún más de las que consiguieron entrar esperaban en la Plaza Mayor.
Lejos de entonar el 'mea culpa', ante dos informes que revelan, por ejemplo, y tal y como publicaba elDiario.es Asturias el pasado 31 de enero, incumplimientos en las condiciones de seguridad alimentaria, como la falta de control de los productos recibidos o menús con poco pescado, fruta fresca u hortalizas crudas de temporada, poca variedad de cereales integrales (pan, arroz o pasta), y mucha carne roja, procesada o alimentos precocinados.
Argumentos que, según ha explicado el concejal durante su comparecencia, quedaban invalidados ya que “desde que comenzó el curso no se ha registrado ni una sola intoxicación, pues no hay nada que atente contra la salid de los niños”. Así, tildaba de “catastrofistas y manipuladoras” a las concejalas Noelia Ordieres (IU) y Olaya Suárez (Podemos), quienes acompañan a las familias y a las ampas en el seguimiento de este asunto.
Sus iniciativas generan falso alarmismo como si cada día mandásemos a los niños al matadero. Son ustedes como la propaganda nazi
El concejal continuó echando balones fuera y centrando su intervención en afear a la oposición unas iniciativas que “generan alarmismo, como si cada día mandasemos a los niños al matadero” y comparando la labor de las ediles con la “propaganda nazi”. Esta última afirmación provocó el enfado del público presente, y hasta gestos de incredulidad de compañeras de bancada del edil, y obligó a la alcaldesa Carmen Moriyón a intervenir exigiendo respeto para la intervención del concejal y remarcando que “cada uno es responsable de sus palabras”.
Mientras desde Izquierda Unida, Noelia Ordieres aseguraba que la alimentación escolar no es un negocio, sino un derecho y se está ignorando, Olaya Suárez (Podemos) recordaba que se han presentado más de 20 iniciativas sobre el servicio de comedor, en el año y medio que va de mandato y remarcaba los más de 21 incumplimientos de la empresa Serunión, adjudicataria del servicio, evidenciados en los informes presentados.
La mayor parte de las familias esperaban en la calle el resultado de la comparecencia del concejal, exigiendo un cambio de modelo ya y la puesta en marcha de un servicio de calidad y proximidad. Se preguntan “cómo es posible que sea más barato adjudicar un servicio a una empresa que trae la comida de Valladolid, empaquetada en bandejas de poliuretano, y lamentan que de donde esté recortando la administración sea en la calidad de la comida que cada día le sirven a sus hijos e hijas en el colegio.
Una finalizada su intervención, y aprovechando un receso en el pleno, el concejal salió a la calle donde se encontró a las familias, con las que se encaró cuando estas le pidieron explicaciones sobre los sucedido en el pleno. Al grito de “queremos un servicio de calidad para nuestros hijos”, el edil exigió “educación y que le dejasen en paz”.
Lejos de recondurise la situación, el ayuntamiento confirmaba que ya trabaja en un nuevo pliego de condiciones para licitar un nuevo servicio que intentarían estuviese más relacionado con la cocina caliente y de proximidad, aunque esto, en ningún caso, será antes del curso 2026/27, por lo que el consistorio volverá a renovar la prórroga con la empresa Serunión que acumula quejas y multas por toda España.
Integrada en la multinacional francesa Grupo Elior, Serunión es la empresa adjudicataria del servicio de comedores escolares en Gijón desde el pasado 2019 y da de comer a 3.500 niños y niñas, de 32 colegios públicos de la ciudad.
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