Cuatro días de huelga en Asturias: médicos reclaman respeto, reconocimiento y jornada digna

Cuarta jornada de huelga en Asturias y con ello se marca un punto álgido en la protesta de los médicos, que exigen respeto, reconocimiento profesional y condiciones laborales dignas. Según el Sindicato Médico Profesional (Simpa), se han suspendido en Asturias durante estos cuatro días de paro, más de 7.000 consultas de especialidades y unas 200 intervenciones quirúrgicas, cifras que incrementarán las listas de espera al cierre del año.

El paro responde al rechazo del colectivo médico al borrador del estatuto marco del Ministerio de Sanidad, que consideran insuficiente para proteger sus derechos y particularidades profesionales. Las reivindicaciones de los profesionales de la medicina en Asturias son estas:

Reconocimiento de la formación y responsabilidad profesional, con clasificación acorde a la especialidad y experiencia.

Fin de la movilidad forzosa, que obliga a cubrir huecos en distintas zonas sin consenso.

Protección frente a la discriminación en jornada, régimen de incompatibilidades y jubilación.

Garantías de una jornada laboral justa y condiciones dignas.

Reconocimiento de la Medicina como profesión de riesgo.

Según la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), el seguimiento a nivel nacional ha estado entre el 80 y el 90%, con concentraciones y manifestaciones masivas en hospitales y centros de salud, reflejando un rechazo unánime al proyecto de norma ministerial.

Seguimiento en Asturias

En la región, los datos oficiales de la Consejería de Salud sitúan el seguimiento de la cuarta jornada en un 13,5%, mientras que el Simpa lo eleva al 67% en hospitales y al 50% en atención primaria, considerando solo a los profesionales que podían secundar la protesta. José Antonio Vidal, presidente del sindicato, ha destacado que la media de seguimiento de las cuatro jornadas ha sido del 53% en hospitales y entre 38 y 40% en primaria, cifras que reflejan un hartazgo profundo del colectivo.

La huelga ha afectado tanto a consultas externas como a quirófanos. La consejera de Salud, Concepción Saavedra, ha reconocido que el paro se dejará notar en las listas de espera al final del año, aunque aún se desconoce el alcance total. La acumulación de retrasos preocupa a los profesionales y a la administración, que busca minimizar los efectos sobre los pacientes.

Movilización y presión sindical

Además de los paros, cientos de médicos asturianos se manifestaron por el centro de Oviedo, mostrando su rechazo al estatuto marco y exigiendo mejoras laborales. Vidal ha advertido que, si no hay avances, podría convocarse una huelga indefinida a partir de enero, aumentando la presión sobre la Administración regional y nacional.

La consejera Saavedra ha pedido al Ministerio de Sanidad que ponga “todos los medios necesarios” para alcanzar un acuerdo y ha mostrado disposición a colaborar en la negociación, incluyendo la posibilidad de reiniciar el proceso, reunir a los profesionales y buscar acuerdos previos que desbloqueen la situación.

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado que la próxima semana consultará con los sindicatos si retira el borrador del estatuto marco, que incluye mejoras para los profesionales pero ha generado rechazo, especialmente entre comunidades gobernadas por el PP. García ha señalado que “sería una pena” retirarlo, aunque la decisión final se someterá a los sindicatos en la reunión prevista para intentar desbloquear la negociación y evitar que el conflicto se prolongue.

Hartazgo generalizado

La huelga médica en Asturias evidencia un hartazgo generalizado del colectivo y la tensión entre garantizar la atención sanitaria y mejorar las condiciones laborales. La paralización de consultas y quirófanos, junto con la presión de los sindicatos, obliga al Principado y al Ministerio a buscar soluciones consensuadas para evitar que la huelga se convierta en indefinida.

Asturias se convierte así en un punto clave del debate sobre la dignidad profesional, la gestión sanitaria y la atención a la ciudadanía, mientras médicos y administración buscan un equilibrio entre derechos laborales y servicios a la población. La resolución del conflicto marcará la agenda sanitaria de los próximos meses y será determinante para el funcionamiento del sistema público en la región.