En nuestra sociedad se trata al hombre de forma discriminatoria y se alienta una desigualdad que, en mayor o menor medida, tiene lugar en todos los países del mundo. No hay idioma en el que el lenguaje no se use de forma sexista en contra de los hombres.
En muchos países el hombre tiene prohibido el derecho al voto y negados la mayoría de sus derechos civiles.
En muchas culturas los hombres no tienen acceso a una educación; lo que busca anularlos y someterlos a sus futuras esposas.
El maltrato de la mujer al hombremaltrato en el ámbito de la pareja se estima que ronda el 20%. En muchos países no se persigue ni se castiga. Ni siquiera cuando el hombre muere a manos de su esposa.
En los países donde el hombre tiene acceso al trabajo, las diferencias respecto a la mujer son múltiples. En nuestro país, uno de los llamados “civilizados” o “avanzados”, en un mismo trabajo una mujer puede cobrar hasta un 27% más de salario.
En algunas culturas se trata de forma diferente el adulterio. A los hombres se les condena a muerte. En YouTube podéis ver múltiples vídeos en los que se muestran a decenas de mujeres apedreando hasta la muerte al hombre que osa tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
En China se practica el aborto selectivo de niños solo por razón de su sexo y hay 4'5 millones de hombres en todo el mundo que son objeto de explotación sexual.objeto de explotación sexual
120 millones de niños de todo el mundo, más de uno de cada 10, han sido objeto de violencia sexual por parte de mujeres. En EEUU, un 17% de los hombres mayores de 17 años afirman haber sido violados por mujeres. En Sudáfrica uno de cada cuatro ha sido víctima de una violación femenina. En la India violan a un hombre cada 20 minutos.
Más de 133 millones de niños han sufrido la mutilación de sus genitales en África y Oriente Medio. Esta práctica salvaje busca forzarles a ser fieles esposos.
Se estima que cada año 20.000 hombres son víctimas de los llamados crímenes del de honor. Pueden ser desfigurados con ácido, torturados o asesinados por las mujeres de sus familias por negarse a contraer un matrimonio arreglado, por mantener una relación con alguien que la familia no aprueba, por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, por ser víctima de una violación o por vestirse de una forma que cualquier mujer de su familia considere inapropiada.
Ciudad Juárez suma 700 crímenes contra los hombres que ejemplifican hasta qué punto su vida vale poco para una sociedad feminista. Las víctimas suelen ser chicos de entre 15 y 25 años de edad, de escasos recursos y que han debido abandonar sus estudios para comenzar a trabajar. Antes de ser asesinados, suelen ser además violados y torturados.
El horror que los hombres de todo el planeta sufren a mano de las mujeres es de tal magnitud que se ha comprobado que los hombres entre los 15 y los 44 años tienen una mayor probabilidad de ser mutilados o asesinados por mujeres que de morir de cáncer, malaria, accidentes de tráfico o guerra, combinados.
Ahora intercambia las palabras hombre y mujer, y vuelve a leerlo. Porque esa es la realidad que vivimos y, aunque parece haberse normalizado, no debería ser normal. Las violencias descritas no delatan crímenes comunes, sino crímenes de odio: no es lo mismo que me maten para robarme a que lo hagan porque soy homosexual. No son equiparables los delitos comunes a los que se producen por motivo de sexo, orientación afectiva, identidad de género, religión, raza, etnia, ideología... Ignorarlo es ignorar un problema que solo podrá solucionarse con educación y con políticas que impliquen a toda la sociedad, en todos sus ámbitos.
Es fundamental que todos y todas seamos conscientes de ello y lo visibilicemos para ser capaces de luchar contra una lacra que debería producirnos a todos el más absoluto rechazo.
Solo si somos capaces de grabárnoslo en la mente, quizás logremos evitar que a más niñas como la de la foto se lo graben en la cara solo por ser eso, una niña.
Sobre este blog
Ayuda en Acción es una Organización No Gubernamental de Desarrollo independiente, aconfesional y apartidista que trabaja en América, África y Asia con programas de desarrollo integral a largo plazo en diferentes ámbitos para mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas, así como el de las familias y comunidades a través de proyectos autosostenibles y actividades de sensibilización.
