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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

Un observatorio de medios de la Pompeu Fabra analiza el programa de Salvados sobre granjas de cerdos

Cerdos en la granja murciana 'Hermanos Carrasco', donde se grabó parte del programa de Salvados y que era proveedora de carne porcina de la macroempresa de alimentación El Pozo.

Centre for Animal Ethics, Universitat Pompeu Fabra

  • Inspirado en el observatorio de la violencia machista ORIGEN, el nuevo Observatorio del Especismo en los Medios (OEM) es un proyecto del UPF-Centre for Animal Ethics que tiene por objetivo contribuir a la erradicación del especismo en los medios de comunicación, elaborando regularmente análisis con críticas constructivas desde una perspectiva antiespecista

Salvados muestra valentía periodística realizando un reportaje muy incómodo para el cuarto sector económico español, según los datos proporcionados por el mismo programa. Se aborda un tema que ha sido tabú durante años y que las organizaciones activistas han forzado, con su trabajo y perseverancia, a que los medios de comunicación generalistas hagan suyo. El reportaje, no obstante, envía un mensaje muy simplificado, inexacto y superficial.

'Stranger pigs' menciona todos los aspectos implicados en el problema de la ganadería industrial: sufrimiento animal, impacto ecológico e impacto sobre los humanos, tanto en términos de salud como laborales y de relaciones humanas. Sin embargo, el reportaje no aborda la explotación animal en su conjunto, sino solo unos casos de maltrato animal (presentados como infracciones excepcionales de la normativa) y la explotación humana vinculada a esta industria (en los mataderos). Se desaprovecha la ocasión para profundizar en la industria cárnica, afrontar éticamente la cuestión de la explotación de seres sintientes y ofrecer un análisis transversal que pusiera de relieve la conexión entre el especismo y otras formas de discriminación como el racismo (que aparece en el matadero).

Estos son algunos de los puntos fuertes y débiles del reportaje:

Puntos fuertes

1. Se ofrecen imágenes muy duras que enfrentan al espectador con la realidad de lo que puede suponer para la mayoría de animales la vida en las granjas.

2. Se revela un caso legalmente denunciable de maltrato gracias al seguimiento y participación en una acción de Igualdad Animal que revela la existencia de malas prácticas y la falta de transparencia de la industria.

3. A través de algunas de las entrevistas, principalmente la de Florent Marcellesi y el veterinario Alfonso Senovilla, se ofrece una visión general amplia y bastante ajustada de lo que supone la práctica de la ganadería intensiva para los animales no humanos, el medioambiente y los seres humanos y, en especial, de las prácticas habituales en las granjas.

4. Se revela la conexión entre la industria cárnica y la explotación laboral de inmigrantes, aunque no se aprovecha para explicar la relación entre la violencia contra los animales y la violencia contra los humanos.

Puntos débiles

1. Frame frívolo. El documental utiliza un marco de entretenimiento para representar la realidad de los cerdos en las granjas: se utilizan símiles relacionados con la ciencia ficción (“strangers”, “monstruos”). Se evitan comparaciones más objetivas, por ejemplo con campos de concentración, y se evita la compasión.

2. Frame excepción. No se muestra el sufrimiento cotidiano, grave y legal en las granjas. Además, se presenta el caso tratado como excepcional (el activista, el político y los rótulos finales confirman tal excepcionalidad).

3. Ausencia de perspectiva antiespecista. No se aborda en ningún momento la cuestión más relevante: si está justificado criar y matar a otros seres vivos sintientes para alimentarnos cuando creemos que no deberíamos hacerlo con seres humanos.

4. Supresión de la responsabilidad individual. Se concentra toda la responsabilidad en las empresas cárnicas sin plantear en ningún momento al espectador su responsabilidad y complicidad con las mismas.

5. Soluciones falaces. El reportaje envía varios mensajes irreales:

a. La solución es comer carne ecológica

b. La solución es la ganadería extensiva

c. El maltrato en las granjas es una excepción

La carne ecológica tiene un precio tan elevado que su consumo solo es posible a los ciudadanos con las rentas más altas y la ganadería extensiva es la principal causante de deforestación en el mundo. Ambas soluciones requieren una drástica reducción del consumo de carne, suponen una subida de precios considerable y, en el caso de la segunda, un mayor impacto ambiental que la ganadería intensiva.

Se trata de propuestas clasistas e inviables como solución. Además, ninguna de ellas aborda el problema ético de fondo: explotar y matar a otros seres vivos para alimentarnos cuando es posible alimentarnos sin hacerlo. A su vez, el maltrato es presentado como lo que sucede cuando no se cumple la normativa de bienestar, obviando que, incluso aplicando la normativa, existe maltrato porque confinar, mutilar, cebar, embarazar a la fuerza, medicar preventivamente, separar familias y matar son acciones de violencia injustificadas.

En suma, el programa supone un hito en la televisión generalista de prime time mostrando una realidad ocultada a la sociedad. Sin embargo, las principales víctimas, los cerdos, aparecen como sujetos secundarios y el debate real, la injustificabilidad del especismo, se esquiva, mientras que se envía una serie de mensajes falaces pero tranquilizadores (“el caso relatado es una excepción” y “hay soluciones para seguir consumiendo productos cárnicos”).

El sufrimiento diario, grave y legal de millones de cerdos (y de tantos otros animales no humanos) en las granjas no se visibiliza.

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El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

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