El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Modelo noruego junto al Arsenal
La siguiente ocurrencia de Juan José Cardona fue la de acoger en La Isleta la planta regasificadora que el Sureste de Gran Canaria se niega a tragarse para preservar de potenciales peligros a su población, notablemente inferior a las 385.000 almas que habitan Las Palmas de Gran Canaria. Esta ensoñación duró menos tiempo que el escalextric, debemos reconocer, porque los especialistas se encargaron de despeñarla de manera inmisericorde. Luego vino la peatonalización de la avenida de Mesa y López, una buena idea (si se hace bien, cosa que siempre hay que poner en remojo) de la que no hemos vuelto a saber nada porque nada había cuando se lanzó así, a boleo, a ver cómo reaccionaba el respetable. Además de macroproyectos difícilmente realizables en los tiempos presupuesstarios que corren, al consistorio cardoniano también le han asaltado ocurrencias logísticas y organizativas, como la de trasladar el Carnaval al quinto pino, más allá del auditorio, lo que parece no haber gustado mucho a los agentes carnavaleros en presencia. Pero poco ha tardado el señor alcalde en regresar con los fastos faraónicos: ahora es un parque marítimo entre el muelle de Santa Catalina y el Arsenal. Y con un toque noruego, que es lo que más mola en el PP canario, por supuesto.
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