Las plataneras de Canarias, utilizadas para producir plástico
La fibra de las plataneras de Canarias podría sustituir a la fibra de vidrio utilizada para reforzar las piezas de plástico. Es posible que dentro de dos años las lavadoras, el interior de los coches, las embarcaciones, los toboganes y las muñecas hayan sido creados con esa fibra natural, que se extrae del tallo de la platanera y es más fácil de reciclar que la empleada en la actualidad.
Dos años es el plazo con el que cuenta el proyecto Badana para dar resultados, ya que está financiado con un millón de euros por la Unión Europea (UE). Lo componen 12 socios procedentes de Bulgaria, Hungría, España y Reino Unido, entre los que se encuentran la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la cooperativa de plataneros Coplaca.
“La fibra de la platanera se extrae de su pseudotallo, llamado así porque no se considera un tallo común, al estar compuesto de hojas. En esa zona hay una gran cantidad de fibra, pero para que sea rentable esa extracción, la fibra tiene que ser retirada con máquinas”, cuenta Mario Monzón, responsable científico del proyecto Badana en la Universidad de la capital grancanaria.
Precisamente, esa es una de las tareas de la Universidad de la capital grancanaria en el estudio, “diseñar y fabricar una máquina prototipo para extraer la fibra y comprobar cuál es la calidad resultante”, explica Monzón.
El proyecto comenzó su andadura el pasado 1 de julio, aunque en la Unversidad capitalina llevaban trabajando en él un año y medio. De hecho, la idea surgió en la Universidad y estudiaron la posibilidad de obtener financiación de la UE, que finalmente consiguieron. En la iniciativa participa también la Universidad de Zaragoza, el Grupo Antolín (fabricante de interiores para vehículos) y la Universidad Quenn's de Belfast (Reino Unido).
Oportunidad para el sector
Si el resultado del proyecto fuera favorable, el cultivo de plátano en Canarias contaría con “un valor añadido más para el sector que podría extraer fibra y venderla”, apunta Monzón. De la misma opinión es Mark Kearns, investigador de Badana en la Universidad Quenn's, quien piensa que la técnica que están desarrollando “ayudará a aumentar el margen de beneficios de los dueños de las plantaciones, pues podrán vender los restos de millones de plataneras que hasta ahora iban directamente a la basura”.
Por ello, desde Reino Unido son optimistas en cuanto a la creación de puestos de trabajo en al Archipiélago gracias al proyecto, que también ayudaría a los europeos “a lograr nuevos métodos sostenibles de producir materiales”, ya que el proceso con el que experimentan “reduce de forma importante la cantidad de polietileno”, si se compara con la técnica tradicional.
Según Kearns, “en las Islas Canarias se desechan cada año 25.000 toneladas de plataneras tras cosechar su fruto y casi el 20% nto de los plátanos consumidos en la UE proceden de este Archipiélago. Sólo en Gran Canaria se plantan cada año más de 10 millones de plataneras”, pero “una vez cosechada la fruta, el resto de la planta se convierte en desecho”.
El objetivo de Badana consiste en encontrar utilidad a esas plantas, que no sólo beneficiará a las empresas del sector, también al medio ambiente.