El 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en Canarias es de origen inmigrante
El perfil de la mujer que ejerce la prostitución en Canarias es el de una joven de entre 25 y 35 años, extranjera, con una formación académica media y con hijos a su cargo. Se calcula que el 90% de las prostitutas en las Islas son inmigrantes, siendo los colectivos de mujeres procedentes de Sudamérica y el Norte de África los más abundantes.
La asociación Villa Teresita, que realiza labores de atención y reinserción en Las Palmas de Gran Canaria, asegura que existen diferencias notables entre los estilos de vida de estos dos colectivos. Las mujeres sudamericanas que ejercen la prostitución en las Islas están más organizadas en núcleos familiares, mientras que las originarias del norte de África -con mayor incidencia en la capital grancanaria- acostumbran a reunirse en pisos compartidos, no suelen adoptar medidas preventivas en las relaciones sexuales y constituyen el colectivo con la inclusión social más difícil.
La prostitución de mujeres procedentes de Europa del Este se concentra principalmente en los clubes de alterne, la del colectivo de transexuales en el barrio de Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria y una buena parte de la prostitución de mujeres españolas está asociada al consumo de estupefacientes y la ejercen de manera puntual.
Por otra parte, las asociaciones denuncian entramados muy complejos de organizaciones que facilitan la salida de los países de origen de las mujeres con fines de explotación. Una vez en el Archipiélago, no tienen ninguna posibilidad de romper el contrato que les une a estas organizaciones, con compromisos adquiridos que pueden llegar a representar de 300 a 400 euros por semana por el derecho a trabajar en los clubes y el pago de la habitación. Con todo ello, el montante de lo recibido por las mujeres no suele llegar al 5% del cobro de los servicios.
En cuanto al cliente de la prostitución en Canarias, el perfil es el de un hombre joven, con pareja estable y residente en el Archipiélago. Las asociaciones han advertido un incremento en los últimos meses de clientes cada vez más jóvenes que se inician en el sexo a través de la prostitución. Sin embargo, no se puede establecer una diferencia entre el cliente de la prostitución de calle y el de club, ni en cuento a edad ni en cuanto a condición social. La única tendencia que se advierte es que el cliente acude acompañado a los clubes y en solitario cuando se trata de la prostitución de calle.