Los solicitantes de viviendas públicas tildan de tongo el sorteo celebrado en Gran Canaria
El viernes el Instituto Canario de la Vivienda del Gobierno autonómico celebró en el Centro Insular de Deportes el sorteo de viviendas de protección oficial. En total unas 3.416 personas optaban a 113 casas construídas hace tres años en los barrios de Las Torres y Jinámar, en Las Palmas de Gran Canaria.
Sin embargo, la mañana se tornó en decepción y enfado ante una rifa que muchos calificaron de “tongo”. El disgusto se sintió desde un principio cuando los organizadores comunicaron que en total serían sorteadas 113 casas y no 115 como se señalaba en la convocatoria de 2012.
El Gobierno de Canarias informó que las dos viviendas serían destinadas a usos sociales. No obstante, los candidatos manifestaron su desaprobación porque habían firmaron una solicitud en la que se especificaba la cifra inicial.
Todos esperaron que el sorteo fuera una verdadera rifa con un bombo del que se sacaran las bolas al azar. Sin embargo, fue un ordenador el que dictaminó el afortunado. Los solicitantes solo vieron como un papel que salía de la impresora adjudicaba las viviendas. Esto fue lo que más les irritó pues comenzaron a dudar de la transparencia del sistema. Una de las aspirantes reconoce que se marchó desilusionada, al igual que el resto de los que estaban congregados en el Centro Insular . Otras de las chicas que solicitó una vivienda confiesa que el sorteo le causó decepción ya que muchas familias realmente necesitadas y que llevaban años esperando una casa, se marcharon con las manos vacías en detrimento de otras, que a su juicio, no se encontraban en una situación tan delicada. En cualquier caso, la palabra más repetida entre ellos fue la de “engaño”, puesto que no confiaron en la veracidad del procedimiento.
Bingo preelectoral
Otra de las voces disconformes proviene de Izquierda Unida Canaria, que tacha de “indecente el bingo preelectoral de vivienda pública”.
Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC), expresa que estas viviendas se terminaron hace 3 años y del mismo modo que ocurrió en Tenerife, “se ha retrasado la materialización del derecho a la vivienda de 115 familias para poder aprovecharla electoralmente”.
El portavoz de IUC señala que “lo más graves es constatar la existencia de más de 20.000 solicitantes de vivienda pública en un Archipiélago que cuenta con siete viviendas vacías por cada solicitante de vivienda” y defiende que los derechos no se designan con sorteos.
A su juicio, la rifa de viviendas es la demostración de décadas de gobiernos ineficaces que han generado 8 viviendas públicas en alquiler social por mil habitantes, situando a Canarias por encima de la media estatal en número de vivienda de protección oficial por habitante.