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Los audios sobre las supuestas firmas falsas en la UC fueron manipulados para implicar a Pedro Casares

El candidato del PSOE a la Alcaldía de Santander, Pedro Casares, durante la pasada campaña. | ARCHIVO

Laro García

Los audios que pretendían vincular al secretario general del PSOE de Santander y candidato a la Alcaldía de la ciudad, Pedro Casares, en una supuesta falsificación de firmas para beneficiar a una persona de su entorno en un proceso de selección en la Universidad de Cantabria (UC) fueron manipulados, editados, recortados y sacados de contexto con el objeto de inducir a la confusión e implicar al líder socialista en una presunta trama a menos de seis meses de las elecciones municipales.

Así se desprende de la grabación de la conversación completa, de cerca de hora y media, a la que ha tenido acceso eldiario.es, y en la que se puede escuchar el diálogo íntegro y sin cortes o alteraciones mantenido entre el actual decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UC, Pablo Coto, con el profesor asociado Manuel Agüeros, el 18 de diciembre de 2015.

La contratación que ahora se ha puesto bajo sospecha -que afecta al economista Javier López, miembro a su vez del PSOE de Santander- se produjo hace más de seis años y tiene que ver con la adjudicación de tres becas para distintos proyectos de investigación que se desarrollaron a lo largo del año 2012, con una duración total aproximada de tres meses y una dotación económica mensual en torno a los 1.000 euros.

El tribunal, según consta en la denuncia que ha sido archivada por la justicia en apenas diez días, estaba integrado por Coto, Casares y Agüeros. Es este último quien en 2015, a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales, mantuvo distintas reuniones con sus dos compañeros afirmando que la firma del acta de tres años antes que le correspondía no había sido rubricada por él, un hecho que finalmente no fue denunciado ni trascendió a pesar de que fue puesto en conocimiento de varios periodistas, que lo desecharon por falta de pruebas.

Sin embargo, tres años después de ese episodio, del que proceden las grabaciones que se han filtrado de nuevo a la prensa en los últimos días, se abrió una causa a raíz de la denuncia presentada este pasado 10 de diciembre de 2018, sobre las 22.00 horas, en la Comisaría de Policía de la calle José Ramón López Dóriga (en los aledaños de la plaza de Cañadío en Santander) en la que se aludía a la existencia de unos hechos “presuntamente delictivos” relacionados con esta contratación pero sin que se acusara directamente a nadie.

Solo unas horas después comenzó la publicación de una serie de informaciones sobre este caso en OK Diario, el periódico editado por Eduardo Inda, que se basó en esos cortes de audio en los que se eliminan y manipulan fragmentos de la conversación completa para acusar a Casares de ser el responsable de esa supuesta falsificación de firmas y a Coto de haber permitido la manipulación del documento.

Cortes, omisiones y citas falsas

Esas grabaciones que se aportaban como prueba incluyen cortes, omisiones y citas falsas, como se puede comprobar de la escucha de la conversación completa. Así, se afirmaba que el decano de Económicas de la UC “sabía que falsificaron su firma e intentó ocultarlo”, además de insistir en que este catedrático “reconoció dos veces que la firma no era suya”. En realidad, Coto no reconoció eso en ningún momento, sino que señaló que ni él ni Casares realizaron la firma del profesor Agüeros, puesta en duda por este último, y sostuvo que ambos eran autores de su propia firma.

El primero de los mensajes que se atribuyen a Pablo Coto es el siguiente: “Vuelvo a decirte que esto es un despropósito pero en lo que a mí me atañe, tengo la conciencia tranquila. Y si tú no firmaste eso y si yo no lo firmé, alguien lo habrá firmado. Ya veremos quién es el responsable”, dando por hecho que ambos -Agüeros y Coto- negaban haber firmado el documento y dejando entender que lo había firmado Casares. Sin embargo, el verdadero mensaje de Pablo Coto es:

Pablo Coto: "Esto, vuelvo a decirte que será un despropósito, pero en lo que a mí atañe, en lo que a mí atañe, yo tengo la conciencia tranquila. Pero si tú no firmaste eso, y si yo no lo firmé, y Pedro Casares tampoco, alguien lo habrá firmado y ya daremos con el responsable".

En la misma publicación se repite que “Coto Millán ya aseguró que la firma reflejada en las actas de contratación no es suya” a través de otro audio cortado: “Tú me dices que tampoco firmaste. Vale. Yo te digo que yo tampoco firmé. Independientemente de eso ya buscaremos a ver quién lo ha firmado”. En ese caso, se omite la parte inicial de la alocución, que en la grabación íntegra se escucha así:

Pablo Coto: "A mí Pedro Casares me dice que no firmó aquí, tú me dices que tú tampoco firmaste, ¿no? Vale. Yo te digo que yo tampoco firmé. Ahora, independientemente de eso, Manuel, ya buscaremos quién lo ha firmado por ti".

Es decir, se elimina deliberadamente el inicio de la frase, que hace mención a Casares, para hacer creer que Coto tampoco reconoce la autoría de su propia firma, cuando está hablando realmente de la rúbrica de Agüeros.

En otro momento de la conversación, Pablo Coto vuelve a reconocer que es su firma la que aparece correctamente estampada bajo su nombre:

Manuel Agüeros: "Mira, Pablo, esta firma es de Pedro Casares. Donde pone abajo Pedro Casares, esta sí es la de él. Dado que esa es la mía...".

Pablo Coto: "Y dado que esta es la mía...".

Manuel Agüeros: "¿Esa es la tuya?".

Pablo Coto: "Sí, sí, esta es la mía".

Pero hay otros momentos de la conversación entre Pablo Coto y Manuel Agüeros en los que el decano vuelve a admitir que esa es su firma y reitera en ello ante la insistencia de su interlocutor:

Manuel Agüeros: "No, no, simplemente lo que se desprende de aquí, se desprendía de aquella reunión, y se sigue desprendiendo ahora, es que yo aquí la única firma verdadera que veo, en comparación con todos los documentos firmados, es la de Pedro Casares".

Pablo Coto: "¿Y por qué pones en duda mi firma?".

Manuel Agüeros: "Porque yo tú firma la tengo, la comparo a esta y no... coincide.

Pablo Coto: "¡Pero bueno!".

Manuel Agüeros: Si tú dices que coincide...

Pablo Coto: "¡Claro!".

Manuel Agüeros: "Será que es, quiero decir".

Pablo Coto: "¡Ah!".

Y en última instancia, casi al final de la conversación, Coto vuelve a confirmar claramente que es su firma la que aparece en el acta y que ni él ni Casares han firmado por Agüeros:

Pablo Coto: "Tú dices que esta no es tu firma y yo digo que esta sí es mi firma y Pedro Casares dice que esta es su firma. Y que este y este te dicen que no han firmado por este. Entonces, tenemos que buscar a una persona que haya firmado esto".

Se confirma así de la escucha de la grabación completa, sin cortes ni alteraciones, que Pablo Coto negó en todo momento la falsificación de su firma y reconoció la autoría durante la reunión que mantuvo en diciembre de 2015 con el profesor Manuel Agüeros, en contra de lo publicado de forma reiterada y en consonancia con las declaraciones que el propio decano realizó en la Cadena SER tras saltar el escándalo, en una entrevista en la que señaló que los contratos bajo sospecha fueron realizados correctamente y bajo la normativa de la UC.

En esa misma intervención, Coto negó todas las acusaciones contra él, acusó a Agüeros de “intereses espúreos” y denunció la “manipulación” de los audios extraídos de una conversación grabada en 2015 por su interlocutor sin su consentimiento, en la que se abordaron unos hechos ocurridos hace seis años sin que hubiera trascendido ninguna denuncia hasta este momento. Además, el decano dejó entrever un intento de chantaje por parte del profesor y afirmó que la firma que ahora niega le corresponde, incluso que pudo ser hecha de forma incorrecta para intentar aprovecharse laboralmente de esta situación.

Acciones legales por manchar su imagen

Ante estos hechos, el secretario general del PSOE de Santander y candidato a la Alcaldía de la ciudad ha anunciado que presentará en los próximos días una demanda por la vulneración de su derecho al honor contra el medio de comunicación y contra todos aquellos que han contribuido a su desprestigio difundiendo “falsedades” sobre su vida personal, política y profesional a través de unas informaciones “falsas y desajustadas a la realidad”.

Esta reacción se produjo tras casi dos semanas de campaña mediática en el citado periódico, condenado en repetidas ocasiones por difundir informaciones falsas o sin pruebas, en la que Casares ha sido acusado reiteradamente de haber “enchufado” a personas de su entorno en la Universidad de Cantabria, donde es profesor y dirige un máster, e incluso hablaban de contrataciones “irregulares” como esta supuesta falsificación de firmas.

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