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Un 2019 de lucha feminista contra la amenaza de la ultraderecha

Celia Álvarez

Cincuenta y cinco mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en España en 2019, según la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. El pasado mes de junio, esta lacra social elevaba la cifra de mujeres asesinadas a un total de 1.000 desde el 1 de enero de 2003, fecha en la que se empezaron a contabilizar oficialmente. El peor balance de víctimas de violencia de género se dio en 2008, con 76 asesinadas, mientras que 2018 fue el que registró un menor número de casos, con 47.

España es uno de los países pioneros en la lucha contra la violencia machista desde el asesinato de Ana Orantes en 1997. Sin embargo, la llegada de la extrema derecha a las instituciones ha hecho que el discurso negacionista se encuentre pleno apogeo, hasta el punto de romper el consenso institucional contra la violencia de género. Así pues, tanto en Cantabria como en todo el territorio nacional, la lucha feminista ha estado marcada este año contra el peligro de los postulados machistas de Vox.

Cantabria secunda la huelga feminista con una manifestación multitudinaria

Las expectativas eran muy altas y el precedente del año pasado había dejado el listón difícil de batir, pero el movimiento feminista ha vuelto a superarse de nuevo este 8M y la manifestación con motivo del Día Internacional de la Mujer que culminaba la huelga de 24 horas convocada en todo el país ha desbordado las calles de Santander, reuniendo a decenas de miles de personas en otra jornada histórica para la reivindicación de los derechos de las mujeres.

Cantabria clama contra las violencias machistas en un 25N marcado por la amenaza negacionista de la ultraderecha

El feminismo cántabro se ha vuelto a echar a las calles con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. En esta ocasión, el 25N ha estado marcado por la irrupción del discurso negacionista de la violencia de género promulgado por la extrema derecha de Vox, que en el último año ha dado el salto a las instituciones por todo el país llegando a conseguir 52 diputados en el Congreso en las últimas elecciones generales.

Ante esta amenaza, los colectivos feministas han convocado la tradicional manifestación clamando, esta vez aún más si cabe, “contra todas las violencias machistas y sus diversas expresiones”. “Nos tendrán enfrente quienes nos quieren hacer creer que la violencia de género no existe”, han exclamado las manifestantes, tras corear al unísono “fuera Vox de la institución” en la plaza del Ayuntamiento de Santander.

Durmiendo con tu violador o cuando la agresión traspasa la frontera del sueño

“No recuerdo cuándo empezó”. Pero sí recuerda lo que vino después y lo que ocurre en la actualidad. Emilia [nombre ficticio] roza la cuarentena, está divorciada, reside en Santander y sabe perfectamente lo que ha ocurrido, pero la Justicia pide historias ordenadas secuencialmente, con detalles claros y precisos y elementos probatorios a alguien que ha hecho un esfuerzo por olvidar y que pasó su calvario de abusos mientras dormía o no era consciente.

De ahí su doble lucha: primero, por superar cuatro años de convivencia con una pareja que abusaba sexualmente de ella de forma reiterada; y segundo, por ver reconocido por la Justicia que ese abuso reiterado era en realidad una violación.

Marianella, víctima de violencia machista: ''Empezó a aislar a mi hija igual que hizo conmigo''

Marianella empezó a sufrir malos tratos por parte de su pareja cuando tenía 25 años. Pero ella no lo sabía. Comía, vestía, hablaba y decidía pensando en él. Aun así, pronto decidieron tener una niña. A causa de la presión social de su entorno, accedió a vivir con su pareja en Bilbao una semana antes de ser madre. Fue entonces cuando comenzó definitivamente su calvario.

''Cuando entré en casa, me cambió el teléfono por otro como si fuera un regalo, pero no me devolvió la tarjeta'' y, por tanto, perdió todos sus contactos. ''Me aislaba poco a poco. Me hablaba mal de mis amigas, a ellas les hablaba mal de mí...'', cuenta Marianella cuando trata de recordar el origen de su dolorosa historia. Aunque ella no era consciente, ya estaba siendo maltratada. Y ese lastre se prolongó durante 13 años.

Quince años de maltrato psicológico: “Me dijo tantas veces que soy una mierda y que no valgo nada que me lo he creído”

Silvia [nombre ficticio] está saliendo de un pozo. De un pozo, como ella misma lo llama, al que le hizo caer década y media de maltrato psicológico por parte de su exnovio. Esta mujer de 39 años ha sido víctima de violencia machista, de una de las múltiples maneras en las que se manifiesta y que no necesariamente implica agresión física. “Me dijo tantas veces que soy una mierda y que no valgo nada que me lo he creído”, cuenta en conversación con eldiario.es.

“Agresión física solamente ha habido una, verbal... infinidad”. Así comienza Silvia su desgarrador testimonio sobre un maltrato continuado durante 15 años del que su hija y su hijo, de diez y siete años de edad, fueron testigos y sufrieron en el día a día de la convivencia en casa. “Me insultaba constantemente, de hija de puta para arriba, y me decía que sin él no soy nada”, describe. “Y yo me he callado, me ha hecho pequeñita, a mí me ha hecho una muñequita rota, me he creído que no valgo nada; y mi autoestima está absolutamente dañada”, relata visiblemente afectada.

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