El consejero de Agricultura y las organizaciones agrarias creen que los precios de la uva subirán según avance la vendimia
Tanto las organizaciones agrarias como el consejero creen que los precios de la uva subirán según avance la campaña. Así lo han asegurado tras la publicación de las primeras tablillas de precios en la zona de Valdepeñas.
Los precios publicados son para las variedades más tempranas: chardonnay, verdejo, moscatel y merlot y de momento se mantienen en la misma línea de los del año pasado cuando hubo una cosecha más abundante y una uva con pocos grados debido a las bajas temperaturas.
Así el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, señaló en declaraciones a los medios de comunicación que según vaya avanzado la campaña y se empiecen a recolectar las variedades más abundantes en la región se van a ir consiguiendo precios que se adapten mejor a la realidad del mercado. En este sentido ha recordado que este año la cosecha es mucho más corta que la del pasado ya que oscilará entre los 20 y los 23 millones de hectólitros, incluso más cercana a los 20, y es de “enorme calidad”. “La uva está entrando con dos grados más de media que la del año pasado y eso significa mucha calidad”, ha dicho.
Martínez Arroyo también ha indicado que en la vendimia tienen que “ganar todos”, desde los trabajadores, pasando por las bodegas, cooperativas o viticultores y “es necesario que se respete la norma que es lo que nos da garantías y nos permite presumir después de que tenemos un vino de excelente calidad”. Y desde el Gobierno“ vamos a estar vigilantes para que eso suceda”, ha insistido, recordando también que las bodegas particulares tienen que pagar a los viticultores en 30 días y debe firmarse un contrato de compraventa que incluya el precio de la materia prima.
ASAJA habla de “estrategia” por parte de la industria
Por su parte, ASAJA de Ciudad Real ha mostrado su confianza en que los precios de la uva vayan subiendo en las próximas semanas, a medida que avanza la vendimia. A su juicio, la publicación de las primeras tablillas responde a una estrategia por parte de las principales industrias de la región.
Según ha señalado el secretario general de ASAJA Ciudad Real, Florencio Rodríguez, “son precios parciales, solo hacen referencia a algunas variedades, quedan pendientes otras importantes como el cencibel o tempranillo, la uva tinta y la uva blanca”. De los precios que se han conocido se desprende además que se sigue sin hacer una discriminación positiva a las uvas que están en Denominación de Origen; algo que la organización agraria viene defendiendo año tras año, exigiendo pago por calidad.
Asaja entiende que “en próximas fechas los contratos variarán en beneficio de la rentabilidad de los viticultores”. La disminución de la cosecha (entre un 35 y un 50%, según zonas de la provincia) y la gran calidad de las uvas de este año estarían detrás de esa tendencia al alza de los precios.
En este punto, Rodríguez recuerda que “no debe repercutir el precio de las operaciones de vino que se están haciendo en este momento, en el precio de la uva que se está empezando a recolectar”. Teniendo en cuenta que en el primer trimestre del año la región exportó un 12% más de vino, pero facturó un 16,3% menos, el secretario general insiste en que “no se trata de vender por vender volumen, sino vender nuestros vinos a unos precios que sean rentables para los agricultores, las industrias y cooperativas”. Y es que “el hecho de ser un país productor que vende muy barato al mercado exterior nos perjudica considerablemente”.
Así las cosas, ASAJA defiende que se establezca un suelo en el precio de la uva, que marque los mínimos a los que se pueda vender según las características de cada campaña. Por otro lado, la organización agraria exige trazabilidad y controles exhaustivos sobre la producción real y sus variedades, así como la elaboración, transformación y etiquetado.
Por último, Florencio Rodríguez recuerda que los contratos de compraventa de uva entre industriales y productores son obligatorios y deben ser consensuados entre ambas partes. Explica que son una herramienta fundamental con la que garantizar la transparencia, las condiciones en el precio de la uva y el cobro de los agricultores. “Es clave. Estos contratos nos permiten defender el valor de nuestro producto”, ha dicho.
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