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El “aldabonazo” para el aeropuerto de Ciudad Real que ahora buscará sacudirse su “leyenda negra”

Torre de control  del aeropuerto de Ciudad Real

Carmen Bachiller

Ciudad Real International Airport (CRIA) ya tiene la condición de gestor aeroportuario que otorga el Ministerio de Fomento y que le permitirá poner en funcionamiento el aeropuerto en esta provincia castellano-manchega. El ministro del ramo, José Luis Ábalos, ya ha firmado la orden correspondiente que deberá oficializarse en el Boletín Oficial del Estado en los próximos días.

José Fernando Sánchez Bódalo, director de Relaciones Institucionales de la infraestructura aeroportuaria señala que en la empresa están “contentos” porque supone “darnos carta de naturaleza en el mundo aeronáutico” y, añade, “no solo es que CRIA haya comprado un aeropuerto sino que lo desarrollará como negocio que, esperemos, sea muy rentable, también para la región”.

Ahora esperan cerrar el calendario con el resto de administraciones y organismos para comenzar a operar. “Hasta ahora, a nuestra interlocución con Aduanas, Comercio, Industria, Agricultura o con la Policía Nacional, entre otros, le faltaba el permiso de Fomento”. Ya con el documento en la mano (ha habido comunicación oficial por parte del Ministerio), Sánchez Bódalo califica de “razonables” los tiempos para comenzar a funcionar, cumpliendo las estimaciones iniciales, a partir de la primavera de este 2019.

En declaraciones a eldiarioclm.es se muestra “optimista, con prudencia” para que en el plazo de cinco o seis meses pueda quedar concluido todo el proceso. “Esto es algo que además dará una señal de confianza a los operadores. Es un aldabonazo muy importante”, asegura, a la hora de “fijar plazos y cerrar contratos” porque “ya hay certeza en la fecha para su puesta en funcionamiento”. 

Sánchez Bódalo reconoce, sin embargo, que la infraestructura arrancará con algunas rémoras. No solo hay que empezar a funcionar desde cero (a pesar de que el aeropuerto llegó a realizar varios vuelos comerciales pero la falta de viajeros propició su cierre por orden judicial) sino que “tenemos que generar confianza porque es un proyecto con mala fama”. 

El director de Relaciones Institucionales sostiene que los nuevos propietarios “le han dado la vuelta como un calcetín: lo que era un aeropuerto para viajeros se ha convertido en un aeropuerto industrial y de carga” pero no obvia que la “leyenda negra” pesa sobre la infraestructura. “Vamos a trabajar en demostrar que somos capaces y competitivos, como cualquier otro en el mercado”, concluye. 

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