Lamentan la “falta de sensibilidad” al “no priorizar” a personas con discapacidad física en la vacunación contra la COVID-19

La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Castilla-La Mancha (CLM Inclusiva COCEMFE) lamenta que la Comisión de Salud Pública haya decidido incorporar en la Estrategia de Vacunación COVID-19 a nuevos colectivos vulnerables, pero haya “dejado fuera” a personas con discapacidad física y orgánica. Este colectivo, recalcan, presenta “mayor riesgo de contagio, desarrollar una COVID-19 grave, ver agravada su condición o elevar su riesgo de mortalidad.

El presidente de Castilla-La Mancha Inclusive ha lamentado que es “asombrosa la falta de sensibilidad humana que tienen los servicios técnicos encargados del proceso de vacunación al no entender de que las personas con discapacidad física, y especialmente las que sufren discapacidad orgánica, que llevan desde el primer día de pandemia sometidas a un encierro estricto, aislados de familiares y seres queridos, aún no formen parte de los colectivos vulnerables en la estrategia de vacunación”.

En este sentido, “saludan” que se haya acordado priorizar la vacunación a lo que la Comisión de Salud Pública ha definido como ‘grandes dependientes de difícil accesibilidad, personas con autismo profundo, discapacidad intelectual o enfermedad mental severa’, pero también consideran “inconcebible” que se queden fuera personas con discapacidad física u orgánica.

“Las instituciones deben escuchar a las personas con discapacidad física y orgánica y priorizar su vacunación, teniendo en cuenta que debido a su elevado riesgo llevan más de un año con miedo a salir a la calle sometidos a un severo régimen de aislamiento”, recalcó Alarcón.

Cuidados no profesionales

En este sentido, desde Castilla-La Mancha Inclusiva han insistido en priorizar el entorno de los cuidados “no profesionales”, de personas con discapacidad o situación de dependencia. Se refieren a madres, padres , familiares o convivientes de personas con discapacidad. Si no se vacuna, lamentan, es una medida “discriminatoria”, que además implica un mayor riesgo y pone en peligro la continuidad de los cuidados de las personas más vulnerables de nuestro grupo social“, afirma el presidente de COCEMFE Estatal, Anxo Queiruga.

Por eso, piden que la estrategia de vacunación tenga en cuenta las condiciones de las personas, pero también su modo de vida y actividades, que puedan verse condicionadas por su discapacidad. Así, recuerdan que hay personas con mayor exposición al contagio por la frecuencia de visita a hospitales o centros socio-sanitarios. Asimismo, recalcan que hay un “agravamiento” general del estado de salud entre las personas con discapacidad física y orgánica durante la pandemia debido al aplazamiento y retraso en citas, pruebas médicas y diagnósticos y a la falta de tratamientos.