Cien años de Gustavo Torner, el artista que encumbró a Cuenca al panorama artístico español
Cuenca celebra desde hace meses 'el año Torner', un evento para conmemorar el centenario de una de sus leyendas vivas, Gustavo Torner. El artista cumplió 100 años el pasado 13 de julio, una efeméride que ha servido para reforzar en el imaginario colectivo conquense la importancia de este hombre que no solo ha entregado obras de “indiscutible calidad”, sino que consiguió que Cuenca “apareciese por primera vez en el mundo como una ciudad contemporánea”.
Estas palabras son parte de la felicitación de la Fundación Antonio Pérez, otra figura icónica en el ambiente cultural y artístico de la ciudad. No hay competencia en la celebración de la cultura en Cuenca.
¿Quién fue Gustavo Torner de la Fuente? Ingeniero de montes de formación, renunció a su profesión para poder dedicarse a la creación artística. Pero ya como ingeniero realizó sus primeras láminas de botánica para la Flora Forestal de España. Durante la década de los 50' viajó por Francia e Italia, destinos que ayudaron a definir su vocación artística. Poco después de sus aventuras por Europa vuelve a Cuenca, como ingeniero, pero con el destino del arte en mente; en parte apoyado por su amistad con Antonio Saura.
A los 30 años, en 1955, presenta su primera exposición individual en la capital conquense, su lugar de nacimiento. Su legado y carrera le llevaría también a exponer su obra en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, o a bienales internacionales en lugares como Venecia o São Paulo. Su pintura, escultura, dibujos, collages, fotografías y diseños han llegado así a varios lugares del mundo, incluida la Catedral de Cuenca, con el conjunto de vidrieras instaladas en el Altar Mayor.
La ciudad ha instalado recientemente una placa en el honor al artista, con motivo como no podía ser de otra manera de su centenario. Un sencillo homenaje para recordar su “importantísima figura”. El Ayuntamiento también lo declaró 'Hijo predilecto de Cuenca' nada más empezar el año de su centenario.
Su estela, sin embargo, va mucho más allá de su propia creación artística. Torner ha sido, en su mismo, un vehículo cultural para su ciudad natal. Junto a las innumerables condecoraciones que ha recibido, como en los primeros Premios Ciudad de Cuenca, el Premio Nacional de Arte Gráfico o la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, la figura del artista se considera fundamental por haber llevado a Cuenca a un nivel de reconocimiento nacional en el ámbito cultural. De hecho, la capital aparece en el Observatorio cultural que realiza la Fundación Contemporánea y que destaca la calidad que ofrecen distintas ciudades en España respecto al panorama artístico, ya sea gráfico, escénico o musical.
El arte no existe como entidad aislada
En 1992, la Universidad de Castilla-La Mancha reconoció al artista con un doctorado Honoris Causa. En el discurso de aceptación del reconocimiento, Gustavo Torner reflexionó: “El arte no existe como entidad aislada. Es una abstracción que contienen todas las obras de arte. Lo podemos reconocer por su poderosa presencia a través de la intuición y los sentimientos, nunca, jamás, por el razonamiento”.
“Cuenca no sería la misma sin Gustavo Torner. Gracias a él una ciudad muy provinciana llegó al punto de inflexión de convertirse en un centro cultural a nivel mundial”. Son palabras del catedrático de Pintura de la Universidad de Castilla-La Mancha, José María Lillo. El también artista reflexiona más allá sobre Torner: “No solo cambió la idea de Cuenca desde el exterior, sino también desde dentro; de cómo afrontar el urbanismo de la ciudad”, resalta el experto.
Lillo señala cómo, por ejemplo, se volvieron a utilizar zonas de la ciudad que estaban “abandonadas”, gracias a la influencia del artista también en la arquitectura. “La ciudad consiguió mantener un carácter definido, propio, sin las barbaridades que se cometieron en otros lugares”, recalca el catedrático.
“Esta ciudad ha creado una cantidad de pensamiento artístico a nivel cultural, desde su nacimiento. Tenemos también grandes artistas que han sido alumnos y profesores de esta facultad que han elevado y siguen elevando el artístico y cultural del país”, remata Lillo.
Una figura “totalmente imprescindible”
Torner, un modelo a seguir. Marta Moset es la directora-gerente del Espacio Torner desde 2022. Se trata de un centro de arte contemporáneo dedicado a la obra del conquense y que se ubica en el antiguo templo gótico del Convento de San Pablo, con envidiables vistas a la Ciudad Patrimonio. “Torner es una figura totalmente imprescindible en la ciudad”, asevera la licenciada en Bellas Artes, también por la Universidad de Castilla-La Mancha.
“Es el responsable de que el Museo de Arte Abstracto español esté situado en Cuenca; Fernando Zóbel quería instalarlo en Cuenca”, explica Moset, que resalta que fue Torner el que finalmente propuso la idea de llevarlo a la capital conquense. “Digamos que fue esa apertura en 1966 la que puso a Cuenca en el mapa del arte contemporáneo español. Ha marcado a la ciudad desde esa época”, recalca la responsable del Espacio en el que se han celebrado varias actividades para conmemorar el centenario.
Desde la instalación de dicho museo, explica Moset, llegaron “todos los demás”. Ahora, la capital goza de una oferta cultural “de primer nivel”. “Todo gracias a la visión que tuvo entonces Gustavo Torner, el único artista de arte contemporáneo que estaba en Cuenca en ese momento. Fue el detonante para poder albergar lo que hoy tenemos”, remata.
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