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Darío Dolz, alcalde de Cuenca: “Esta pandemia nos puede ayudar a que haya un retorno de personas a nuestra ciudad”

Darío Dolz, alcalde de Cuenca, durante su entrevista con eldiarioclm.es

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El socialista Darío Dolz llegó a la alcaldía de Cuenca hace algo más de dos años. Echando la vista atrás, en una entrevista con este medio, la pandemia de la COVID-19 parece haber eclipsado todo.

“Ha sido muy duro”, afirma un alcalde quien recuerda las consecuencias emocionales y profesionales de una situación que nadie imaginaba. “Sin tener competencias en sanidad intentamos aportar nuestro granito de arena para ver cómo podíamos ayudar a las autoridades sanitarias”.

“Nos ocupamos de esto casi desde el primer momento”, subraya Dolz. Sin embargo, durante las jornadas de teletrabajo “maratonianas” del confinamiento, el Ayuntamiento de Cuenca, su alcalde y concejalías no dejaron de trabajar en otros aspectos. Entre ellos el edil destaca la apertura del Centro Nacional de Estudios Penitenciarios, la recuperación y rehabilitación de barrios, la instalación de la fibra óptica o la organización de su I Festival de Otoño. 

A las puertas del XXV aniversario de la declaración de Cuenca como Ciudad Patrimonio, que se conmemora este 6 de diciembre, la ciudad se engalana con una extensa oferta cultural y la celebración de una asamblea de los alcaldes y alcaldesas del resto de las ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. 

Un motivo de celebración al que se unen otros logros como la reapertura del Puente de San Pablo y la rehabilitación de la calle Canónigos, o el visto bueno del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) al proyecto de remontes preparado por el consistorio para mejorar la accesibilidad al Casco Antiguo. El alcalde de Cuenca asegura que el proyecto pueda contratarse durante “el primer semestre del año que viene”. 

Entre sus proyectos a largo plazo, el alcalde destaca su intención de adherir a Cuenca al Sistema VioGen. “Es triste tener que seguir hablando de violencia de género pero es una lacra de esta sociedad. No puede ser que las mujeres vivan con miedo o anden con miedo por nuestras calles”. 

Dolz asegura “con toda sinceridad” que su Equipo de Gobierno “nunca” ha volcado “tantos esfuerzos mentales en nuestro intento de ayudar”, tanto a nivel sanitario como ciudadano. “Creo que ha sido algo que no ha tenido parangón en ningún caso”. 

¿Cómo ha sido estar al frente de la alcaldía de Cuenca durante una pandemia mundial?

Ha sido muy duro, tremendo. Quiero destacar dos aspectos: el emocional; y el aprendizaje que hemos hecho para reformular todo el concepto administrativo del día a día de la administración local, que al final es la más cercana a la ciudadanía. 

Cuenca es una ciudad pequeñita en la que nos conocemos prácticamente todos por lo que la pandemia ha tenido una carga emocional muy importante. Más de un día he llorado de ver cómo fallecían, no familiares, pero sí familiares de concejales o amigos, a quienes veía todos los días en la ciudad y que se los ha llevado esa maldita pandemia. 

Sin tener competencias en sanidad y ante una situación que nadie imaginábamos, intentamos aportar nuestro granito de arena para ver cómo podíamos ayudar a las autoridades sanitarias a resolver la situación. Nos ocupamos de esto casi desde el primer momento. 

En las jornadas de trabajo teletrabajábamos y fueron maratonianas. Empezábamos a las 9 de la mañana, nos juntábamos de forma telemática todos los concejales y tomábamos decisiones. Por ejemplo, desde el punto de vista administrativo, los contratos que había que suspender o paralizar ya que hubo una época en la que toda la maquinaria administrativa se paralizó. Hubo que paralizar contratos para que esa época no contase en su desarrollo.

Con el hospital hablábamos todos los días para ver qué necesitaban y en que podíamos ayudarles. Buscamos los elementos que nos iban pidiendo. A golpe de teléfono conseguimos lo que nos pedían. Por ejemplo, un día nos dijeron que necesitaban bañeras para los niños recién nacidos ya que había un déficit porque las estancias en el hospital se alargaron.

En el hospital donde no había camas se ponían para dar espacio a la gente. Buscamos bandejas con patas para que la gente que estaba en el hospital pudiera comer. 

Me quedo con la dureza de esa época y con la emotividad que se producía al conseguir cosas que muchas mañanas ni sabías cómo lo ibas a hacer

También se cosieron batas solidarias: movilizamos a más de 200 costureras de la ciudad para que fabricaran batas para el hospital y los recursos sanitarios de la ciudad y la provincia. Hubo iniciativas que en un primer momento pensamos que nos iban a hacer a todos mucho mejores.

Lo digo con toda sinceridad, creo que nunca hemos volcado tantos esfuerzos mentales, de intentar ayudar. Creo que ha sido algo que no ha tenido parangón en ningún caso. 

Me quedo con la dureza de esa época y con la emotividad que se producía al conseguir cosas que muchas mañanas ni sabías cómo lo ibas a hacer. También me quedo con esa solidaridad de la gente que me llamaba ofreciendo desde productos higiénicos, desinfectantes o vehículos para el transporte, hasta llevar comidas o hacer comidas especiales para los trabajadores con jornadas interminables haciendo frente a la pandemia… todo ese tejido humano se puso a disposición del Ayuntamiento y del Centro Hospitalario Virgen de la Luz. 

La pandemia ha eclipsado prácticamente la mitad de la legislatura. ¿Crees que lo seguirá haciendo los próximos dos años?

Espero que no. Esta legislatura se ha visto partida por 2020, un año prácticamente vacío. Ya no solo por el confinamiento, sino también por el miedo que teníamos ante algo desconocido. Cuando nos abrieron la puerta para volver a salir a la calle socialmente nos mirábamos de otra manera. No es que huyéramos de nuestros vecinos o vecinas, pero había cierto temor a cómo se transmitía la enfermedad y de lo que podíamos o no hacer. 

Las restricciones se mantuvieron y no hubo ni feria ni fiestas de San Julián, ni de San Mateo, el estandarte festivo de la ciudad, y las navidades fueron extrañas… Espero que esto se vaya diluyendo con el tiempo.

Con la vacunación empezamos a ver la luz. Ahora mismo estamos en una situación buena. No voy a decir que no tengamos limitaciones pero ahora para mi, el parámetro fundamental es la ocupación del Hospital de Cuenca. Todo el trabajo hecho desde las autoridades sanitarias nos da tranquilidad, aunque tenemos que ser precavidos por ver lo que está pasando en otros países de Europa y en otras autonomías. 

Muchas veces se nos olvida todo lo malo que hemos pasado, lo cual está bien, pero de vez en cuando hay que echar la vista atrás y mirar por el retrovisor, porque ha sido una situación tremenda para la ciudad, para todo el país y para todo el mundo. 

Seguimos manteniendo contacto y haciendo análisis de las aguas residuales, para detectar la presencia o no de COVID. Espero que la incidencia se vaya atenuando para sacar adelante muchas actuaciones y proyectos.

¿Qué proyectos priorizarás durante los dos próximos años antes de las Elecciones?

No hemos dejado de trabajar durante la pandemia. Uno de los grandes logros que hemos tenido en esta legislatura fue la llegada a Cuenca del Centro Nacional de Estudios Penitenciarios, un ejemplo de la descentralización de instituciones a nivel estatal que será un altavoz perfecto para que más gente pueda venir a visitar la ciudad de Cuenca. 

Veremos la primera programación entre marzo y mayo de 2022. Con este Centro Cuenca recibirá unos 24 mil funcionarios al año, no todos a la vez, pero toda la formación continua que se dará a los funcionarios será aquí y los nuevos también tendrán que venir a Cuenca. Esto va a ser una revolución económica para la ciudad, para la hostelería, la restauración, el comercio… tanta gente durante tanto tiempo comprará también en la ciudad. 

Ahora nos vamos a centrar en la rehabilitación y recuperación de los barrios de la ciudad. Ha habido una dejadez en la pasada legislatura en cuanto a actuaciones de mantenimiento urbano. Ya hemos iniciado este trabajo de recuperación. Por ejemplo, en el barrio de la Paz, con una rehabilitación integral de todo el barrio; o la remodelación de la Plaza del Mercado que está en el centro de la ciudad. Hablamos de unos cuantos millones de euros que se van a invertir en los barrios o que ya se están invirtiendo. Y además tenemos parámetros muy favorables como los Fondos Europeos o los Next Generation para los cuales nos estamos presentando y se desarrollarán durante los próximos años.

Además tenemos proyectos que en algunos casos transgreden la temporalidad de una legislatura pero que son muy importantes para la ciudad como pueden ser los remontes mecánicos para la accesibilidad del Casco antiguo. Hace poco nos llegó el informe de ICOMOS dándonos el visto bueno de este proyecto que ahora tenemos que desarrollar y ejecutar. 

Nos queremos centrar en mejorar la vida de la ciudadanía pero también en mejorar las capacidades turísticas como Ciudad Patrimonio. Solo hay 15 ciudades Patrimonio de la Humanidad en España y una de ellas es Cuenca. El 6 de diciembre celebraremos el 25 aniversario de la declaración de Cuenca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad y lo celebraremos con diferentes eventos. 

Nos hemos centrado y le hemos dado capacidades adicionales al Casco. Aparte de la futura accesibilidad que queremos mejorar, seguiremos trabajando con la extensión de toda la fibra óptica, el transporte urbano y la cultura porque parece que a todos nos hace falta recuperar el tiempo perdido. Por eso estamos trabajando en mejorar la vida y la calidad de nuestra ciudad, una ciudad amable, segura, cultural, tranquila, por la que se puede pasear… Estamos en el siglo XXI y tenemos que seguir mejorando. Esta pandemia nos puede ayudar a que haya un retorno de personas a nuestra ciudad porque los parámetros de la gente han cambiado y huyen de las grandes urbes buscando esa calidad de vida. 

Centrándonos en los remontes y la fibra óptica en el Casco, ¿barajáis fechas para la finalización de estos proyectos?

Con la fibra óptica tenemos una espada de Damocles en el sentido positivo porque la instalación de la fibra óptica viene ayudada por fondos del Estado y les queda un año para que esté desplegada toda. Yo espero no agotar ese año que vencería en enero de 2023. El Barrio de Buenavista y de San Antón ya la tienen desde hace poco y ya solo nos quedaría un barrio sin conectividad: el del Casco Antiguo por motivos de preservación del patrimonio. Es más complicado extender la fibra óptica por el Casco Antiguo que por el resto de la ciudad. 

Respecto a los remontes estamos muy contentos con ese informe de ICOMOS. Ahora lo que hemos hecho ha sido un grupo de trabajo entre la Universidad, el Gobierno de España, la Junta y el Ayuntamiento de Cuenca para producir el proyecto definitivo con las consideraciones de ICOMOS y estudios adicionales. Espero y deseo que en el primer semestre del año que viene el proyecto esté encima de la mesa para proceder a su contratación. 

Hace apenas una semana se conmemoraba el Día Contra la Violencia de Género. ¿Pretende que Cuenca esté adherida al Sistema VioGen?

Estamos trabajando con la Subdelegación del Gobierno desde hace meses y ya estamos en la fase final de coordinación entre Policía Nacional y Local para adherirnos a este convenio. 

Es triste tener que seguir hablando de violencia de género pero es una lacra de esta sociedad. No puede ser que las mujeres vivan con miedo o anden con miedo por nuestras calles. 

Por fortuna la violencia de género es muy baja en la ciudad de Cuenca pero es algo que nos puede tocar en cualquier momento. 

Habéis puesto en marcha el I Festival de Otoño, ¿Cómo ha sido su acogida por la ciudadanía?

Creo que muy bien. Se realiza los fines de semana, viernes, sábado y domingo, y en distintos escenarios repartidos por la ciudad. Hemos organizado conciertos, actividades deportivas, actos en la Diputación Provincial… todos con una buena acogida. 

Queremos recuperar el pulso cultural de la ciudad porque creemos que es muy importante. Tenemos ganas de estar en la calle, de vivir la calle… por eso hemos decidido alargar el Festival y darle continuidad durante los meses de diciembre, enero y febrero. 

Por otro lado, este puente de diciembre tenemos dos eventos importantísimos: la celebración del XXV Aniversario de Ciudad Patrimonio y el Ciclo de Adviento. 

Además contamos con una programación hasta el mes de enero en el Teatro José Luis Perales y en el Auditorio.

¿Qué importancia tienen los artistas locales en esta programación cultural?

Se cuenta con todo el sector cultural como no puede ser de otra manera y se dan distintas ayudas para el mantenimiento del sector, tanto desde el Ayuntamiento como del Consorcio. 

Hablamos de un motor vital y capital para nuestra ciudad. Hay un slogan que habla de que ‘Cuenca es naturaleza y cultura’. Esta referencia, aún en el siglo XXI de la digitalización, queremos mimarla, cuidarla y elevarla a un nivel mucho mayor. 

Si el año que viene se pudieran recuperar las festividades más tradicionales de Cuenca, ¿Cuál le recomendarías a alguien que quisiera visitar la ciudad?

La Fiesta de San Mateo. Tenemos muchas ganas de celebrarla de nuevo porque llevamos dos años sin hacerlo. Intentamos que fuera festivo en la ciudad pero no se aceptó.

Invito a todos los que quieran a venir a estas fiestas, a parte de la Semana Santa que es otro de nuestros estandartes.

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