La Diputación de Cuenca destina 350.000 euros a la restauración de edificios religiosos
La Diputación de Cuenca y el Obispado mantienen un año más su “esfuerzo inversor” para la rehabilitación de edificios religiosos de la provincia. La institución ha defendido que así se materializa un compromiso, a través de la firma de un protocolo de colaboración a cargo del presidente de la institución provincial, Benjamín Prieto, y el obispo de la Diócesis de Cuenca, José María Yanguas, que han estado acompañados del vicepresidente de la Diputación, Julián Huete, y el arquitecto del Obispado, Esteban Salarategui.
Un acuerdo, calificado por Prieto como “importante”, que contempla una inversión de 700.000 euros, financiada a partes iguales por ambas instituciones, con el fin de acometer un total de 37 actuaciones en otros tantos municipios de la provincia. Prieto ha defendido que se trata de la rehabilitación de un patrimonio que en “muchos casos es el único que posee el municipio”, además de ser “emblema y seña de identidad” para sus vecinos, y, sin olvidar que en algunos casos se evita, incluso, su “irreparable desaparición”.
Es por ello que ha mostrado su “satisfacción” por la renovación de esta colaboración, que permite continuar con esta apuesta por el patrimonio, precisamente en el Año Europeo del Patrimonio Cultural.
Satisfacción ésta que ha asegurado compartir el obispo de Cuenca, quien no ha dudado en agradecer al presidente de la Diputación su especial preocupación y compromiso personal por la conservación del patrimonio de esta provincia. No en vano, Monseñor Yanguas ha tildado este protocolo como “inversión social” en nuestros pueblos, puesto que no solo se ayuda a los municipios, sobre todo a los más pequeños, a acometer estas obras que de otra manera sería imposible, sino que, además, se conserva el patrimonio y se contribuye de alguna manera a combatir la despoblación afianzando a los habitantes en el territorio.
Las intervenciones en estos 37 edificios religiosos son de muy “diversa” índole y envergadura y, en algunos casos, suponen continuar con los trabajos que ya ha iniciado con anterioridad el Obispado mediante otras líneas de actuación. En este sentido, y aun partiendo de la premisa de que todas las obras incluidas en este protocolo son importantes y necesarias, ha hecho mención a algunas de ellas, como las iglesias de Montalbanejo, La Peraleja, Talayuelas, Arcos de la Sierra, Las Pedroñeras o El Acebrón, así como la ermita de Fuente de Pedro Naharro o los Conventos de las Clarisas de San Clemente y San Miguel de las Victorias en Priego.