La Confederación de Comercio expresa su “preocupación e incertidumbre” ante el Plan de Ahorro Energético anunciado por el Gobierno

La Confederación Regional de Comercio de Castilla-La Mancha, parte de la patronal regional CECAM, ha mostrado su “rechazo” a las medidas establecidas de fomento del ahorro y la eficiencia energética impulsadas por el Gobierno de España. Señalan, entre otros, el establecimiento de horarios para el encendido y apagado de instalaciones, el control de las condiciones de temperatura, así como disponer de sistemas de cierre automático de puertas para reducir el consumo en climatización.

“Las empresas, al igual que el conjunto de la sociedad, están comprometidas con la necesidad de ahorrar energía y de contribuir a una economía sostenible y ya vienen trabajando en sostenibilidad y ahorro energético desde hace tiempo. Sin embargo, este Real Decreto-ley se ha aprobado de una forma precipitada y sin haber sido consensuado con los diferentes sectores”, reclaman.

De este modo, señalan que las medidas de ahorro se han tomado “sin tener en cuenta” la opinión del sector comercio, y que esto afecta “drásticamente” a la situación convulsa que padece su tejido productivo y empresarial, y que llevan arrastrando desde el inicio de la pandemia desde hace más de dos años. “Una precipitación que genera inseguridad jurídica, ya que al mismo tiempo se está hablando de excepciones, sin que haya pronunciamiento aún por parte de la administración sobre cómo se va a regular”.

La Confederación de Comercio de Castilla-La Mancha considera que la falta del alumbrado público y los escaparates apagados a partir de las 22:00h puede desembocar “en un problema de inseguridad” para la población. “Además de que la inmensa mayoría de la iluminación comercial es led, con un consumo muy reducido. Todo ello sin olvidar que gran parte del comercio de proximidad de la región no tiene los escaparates encendidos hasta muy tarde”.

Por otro lado, la Confederación considera que es “totalmente desventajosa” la fijación de los topes de temperatura y la limitación de calefacción y refrigeración a 19 y 27 grados en los comercios de la región, pues esta medida afecta en el confort de los clientes, “viéndose mermado el consumo y haciendo menos atractivo salir a comprar, ya que será mucho más complicado que el cliente se sienta cómodo yendo a los establecimientos, por lo que se fomentará aún más el comercio electrónico y muchas de nuestras empresas se verán abocadas al cierre”.

Otra de las medidas que el sector considera “imposible” de asumir es la implantación de sistemas automáticos de cierre en las puertas de sus comercios, puesto que supone un “mayor gasto” para los comerciantes, que van a tener que llevar a cabo obras y reformas en sus locales y establecimientos para ajustarse a todas estas disposiciones normativas.

Por otro lado, la Confederación considera que debería hacerse una moratoria de la norma y establecerse cauces de diálogo con los sectores afectados para consensuar unas medidas coherentes y adecuadas, que cumplan con los criterios de eficiencia pero que no supongan estos perjuicios a las empresas.

En definitiva, la Confederación de Comercio de Castilla-La Mancha valora negativamente esta normativa “ya que llega en unos momentos caracterizados por una inflación disparada, endurecimiento de la financiación y mayor presión fiscal, lo que conlleva a que se introduzcan nuevos costes a los ya soportados por las empresas y autónomos de la región”.