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Las desconocidas lagunas de La Mancha, un “oasis” en medio de una región cada vez más seca

Laguna Camino de Villafranca FOTO: Carlos Camuñas

Teresa Sánchez Garzón

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Más de 400 páginas, cerca de 300 fotografías y en torno a 130 gráficos. Estos son solo algunos datos del libro ‘Lagunas mesetarias de La Mancha: funcionamiento hidrológico, cultura y medio ambiente’ del que sus propios autores han asegurado que va a ser “un libro de referencia para los próximos años”. Se trata de una publicación de alta divulgación científica en el que se exponen los aspectos más relevantes sobre el medio físico y cultural, así como los valores ambientales de las lagunas esteparias estudiadas en el proyecto de investigación 'Patrones ecológicos en lagunas mesetarias: las claves para su conservación (Ecolake)'.

En total se han seleccionado y estudiado 17 lagunas de Castilla-La Mancha: nueve de Ciudad Real, siete de Toledo y una de Cuenca. La publicación, en 17 capítulos, recoge la génesis y formación de estas lagunas mesetarias, la fauna y la flora que albergan, su marcado carácter estacional, la hidrología y geología de su cuenca hidrográfica, la hidrogeología de los materiales de su entorno, la procedencia del agua que almacenan, su hidroquímica, su funcionamiento hidrológico y la determinación del balance hídrico, esencial para el establecimiento de la comunidad biótica de estos ecosistemas.

“Son lagunas de escasa profundidad, con volúmenes pequeños de agua, que pueden permanecer secas de manera natural durante largos períodos de tiempo en función de la climatología y con algunas especies muy importantes desde el punto de vista ambiental tanto para la flora como para la fauna”, explican dos de sus editores, Carlos Camuñas Palencia, técnico superior del área de Hidrogeología Aplicada del Instituto Geológico y Minero de España y Miguel Mejías Moreno, jefe de área de Hidrogeología Aplicada del mismo Instituto. A la hora de seleccionar las lagunas han tenido en cuenta diferencias tipologías que pueden ser representativas de todas las que hay en la región.

Uno de los objetivos que persiguen los autores de este libro es conseguir cambiar la visión que se tiene de La Mancha como un sitio árido. “Lo que trasciende de La Mancha es un lugar plano pero tiene lugares maravillosos por ello la idea es que la sociedad se de cuenta de que La Mancha es mucho más que una zona árida porque hay decenas de lagunas, hay ríos que aunque la mayor parte de ellos están secos, tienen una importante relación con las aguas superficiales y subterráneas, y espacios emblemáticos como estas lagunas que hemos estudiado, un oasis en un territorio semiárido”, señalan Carlos y Miguel.

“Lo importante de este libro es que pone en valor las lagunas de La Mancha que a veces son desconocidas no tanto por los habitantes que viven cerca pero sí para los vecinos de pueblos próximos y fuera de Ciudad Real, por ejemplo, se desconoce la riqueza medioambiental que tienen este tipo de lagunas. Es el libro más completo que se ha escrito sobre las lagunas de La Mancha, toca todas las facetas y consideramos que va a ser un libro de referencia para los próximos años”, explican sus editores que por el momento no pueden cuantificar cómo está afectando el cambio climático a estas lagunas, aunque sí han podido observar que actualmente permanecen más tiempo secas o con menos agua que hace algunas décadas.

Durante la presentación de este libro, que tuvo lugar en Alcázar de San Juan, en la provincia de Ciudad Real el director del Instituto Geológico y Minero, Francisco González Lodeiro, destacó la importancia de los humedales manchegos en cuanto a fauna y flora, ya que albergan a las aves migratorias en su paso de la Europa del Norte hacia el continente africano. También puso en valor la divulgación científica de este trabajo como uno de los fines del instituto que representa “porque parece mentira que no conozcamos el planeta en el que vivimos y nos interese más conocer Marte, por ejemplo, que el funcionamiento de la Tierra, de la que todos dependemos”.

En Castilla-La Mancha existen cerca de 500 lagunas, muchas de ellas declaradas de importancia internacional como reserva de la biosfera. Humedales que ocupan más de 400 mil hectáreas de terreno y que están ligados a la vida de la población y de los agricultores. “Todavía hay en torno a 70 lagunas que son dignas de conservarse, de mantener el intereses y mejorar su conocimiento” explican dos de los editores de este libro Miguel y Carlos. En concreto este libro recoge la historia de 17 lagunas de localidades como Alcázar, Pedro Muñoz, Campo de Criptana, Malagón, Caracuel, Corral de Almaguer, Pozuelo y Almodóvar del Campo en la provincia de Ciudad Real; Miguel Esteban, Quero, Lillo, Villacañas y Villafranca de los Caballeros en Toledo y Mota del Cuervo en Cuenca.

“Desde el punto de vista de Ciencias de la Tierra en lo que mas hemos avanzado en este libro es en establecer el balance hídrico de las lagunas, ahora sabemos por ejemplo, del agua que llueve cuánta entra en la laguna, si tienen relación con las aguas subterráneas, cuánto es el aporte de aguas subterráneas si es que existe este aporte, si hay aporte de aguas residuales también está cuantificado, sabemos el agua que se evapora, hemos conseguido conocer en profundidad como funcionan estas lagunas y como responden a las situaciones climatológicas que tienen en su entorno”, aseguran sus editores.

En este trabajo se cuenta además como vivía la gente de cara o de espaldas a la laguna, qué actividades hacían, de ocio, religiosas o culturales. Y es que otro de los objetivos de este libro es conseguir que no se pierda la tradicional oral, porque muchas historias acaban cuando la gente desaparece. “El conocimiento oral también nos aporta mucho para conocer pueblos en los que parte de su economía era el aprovechamiento de las sales y la vegetación de las lagunas para hacer jabón o pólvora. Unos usos comerciales que hicieron a la población vecina ser consciente de la necesidad de cuidar sus lagunas”, lo que Miguel Mejías define como “un pueblo que han vivido de cara a las lagunas, frente a los que lo han hecho de espaldas a ellas”.

El último apartado de cada capítulo estudia el pasado y el presente de la zona a través de imágenes, poniendo de manifiesto la evolución y el desarrollo del entorno, de manera visual, incluyendo las diferentes épocas que se suceden a lo largo del tiempo. El libro, elaborado a lo largo de dos años, se podrá adquirir a través de la web del Instituto Geológico y Minero de España.

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