La plaza de toros de Albacete contrata al cura que criticó al poeta Mario Obrero por señalar la represión franquista

El alcalde de Albacete, Manuel Serrano, ha firmado un convenio de colaboración con el obispo de la Diócesis, Ángel Fernández, para que la plaza de toros de Albacete cuente con su propio capellán taurino. Este puesto lo ocupa desde hoy el sacerdote José Valtueña.

Se trata del cura de La Roda, el mismo que el pasado mes de agosto y tras la celebración de la Gala Literaria en esta localidad albaceteña criticó al poeta Mario Obrero por hablar de la represión franquista. Valtueña se despachó contra el poeta a través de las redes sociales, aunque poco después borró los comentarios. Le calificó de “bebé” y hasta criticó su forma de vestir.

Tanto el sacerdote como PP y Vox se indignaron porque durante su intervención en este evento, que ha cumplido ya 80 años, se hablase de los maestros y de las maestras que fueron asesinados por el franquismo. El 'delito' del poeta fue al parecer citar a Eduardo Laliga, Juan Antonio Játiva, Pío Pérez, Luis Nieva, Victoria Otoro y Manuela Domínguez. “Seis maestros y maestras dedicados a la alfabetización de un pueblo”, resaltaba entonces.

Hoy, el alcalde de Albacete anuncia que se 'contrata' a este cura - aunque no ha mencionado a cuánto asciende la cuantía del convenio- y lo justifica asegurando que en la plaza de toros “ya teníamos capilla y ahora con el capellán, tendrá más vida espiritual”.

Para el 'popular' Manuel Serrano, “la religiosidad es algo inherente a muchos de los toreros y profesionales del mundo del toro, la vida y la muerte se dan la mano en la Fiesta Nacional, y quizá por eso muchos toreros y subalternos se encomiendan a Dios, a la Virgen y a los Santos antes de saltar al ruedo en un acto íntimo y profundo, pero también lleno de orgullo y convicción”.

El alcalde ha apuntado que “la Virgen de Los Llanos preside el corazón de todos los albaceteños y una Feria que no podría entenderse sin la patrona y tampoco sin los festejos taurinos”.

En su opinión, “lo taurino contiene una espiritualidad y una belleza que tienen mucho en común con nuestra fe, y además ambas dimensiones tienen en común su vinculación de origen con la libertad”, asegurando que “a nadie le obligan a ir a los toros ni a creer en Dios o a ejercer su religiosidad”.

Dice que “ser taurino y ser creyente son dos manifestaciones de la libertad personal e individual, una libertad que es base fundamental del ser humano y a la que no podemos ni queremos renunciar”.

Un encuentro internacional de curas taurinos: “Respeto a las buenas costumbres”

Durante su intervención, Serrano también ha recordado que el pasado fin de semana se celebraba el “I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes Taurinos” en Zamora.

El alcalde de Albacete que ha servido para poner “de manifiesto la importancia histórica de esta figura y sobre todo su vigencia en una Fiesta Nacional que es en sí misma un compendio de respeto por la tradición y de amor por las buenas costumbres y valores que nos transmitieron nuestros mayores”.