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Los riesgos psicosociales ante una nueva realidad laboral por la crisis de la COVID-19

Teletrabajo

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La pandemia del coronavirus ha tenido un importante impacto sobre el mundo del trabajo, provocando cambios en la organización y en los ritmos de desarrollo del mismo, lo que indudablemente repercute en la salud laboral de los trabajadores y trabajadoras. La COVID-19 además de suponer una amenaza para la salud pública también lo es para la salud laboral.

Esta epidemia, también con un marcado carácter psicológico, “ha generado en el ámbito laboral situaciones de estrés, de preocupación, de miedo al contagio o de incertidumbre entre la clase trabajadora”, explica la secretaria regional de Política Institucional y Salud Laboral de CCOO Castilla-La Mancha Raquel Payo, quien advierte que el coronavirus entraña una serie de riesgos psicosociales a los que se debe prestar una especial atención. 

Se entiende por riesgos psicosociales las condiciones de trabajo, derivadas de una mala organización del mismo, que perjudican la salud de los trabajadores y trabajadoras, causando estrés y a largo plazo enfermedades cardiovasculares, respiratorias, inmunitarias, gastrointestinales, dermatológicas, endocrinológicas, musculoesqueléticas y mentales.

Los cambios laborales producidos como consecuencia de la declaración del estado de alarma y del confinamiento han supuesto un aumento de los riesgos psicosociales afectando a la carga de trabajo, que en algunos sectores se ha visto mermada, mientras que en otros desbordada; el tiempo de trabajo, pues para reducir la exposición al contagio en muchas empresas se han adaptado las jornadas, reduciéndolas y/o cambiando turnos, o bien se ha optado por la modalidad de teletrabajo.

“Existe una paranoia social por miedo al contagio que se traslada al centro de trabajo”

Esta situación también ha dado lugar al fomento de los rumores y las comunicaciones no oficiales en el seno de las empresas lo que genera incertidumbre entre las plantillas, señala el sindicado, y ha afectado también a las relaciones personales, pues, explican, “existe una paranoia social por miedo al contagio que se traslada al centro de trabajo y en ocasiones se produce un estigma social hacia las personas que han contraído el coronavirus”.

La crisis de la COVID-19 está teniendo igualmente una repercusión sobre el desarrollo profesional pues está provocando una crisis económica que lleva aparejada inestabilidad en los puestos de trabajo, con un aumento exponencial de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y los despidos en el peor de los casos.

La situación “forzada” del teletrabajo

Dentro los riesgos psicosociales que se derivan de la situación generada por la COVID-19, CCOO de Castilla-La Mancha hace especial hincapié en los que tienen que ver con el teletrabajo. La pandemia del coronavirus ha provocado que en nuestra región y en el conjunto del país, con una cultura empresarial arraigada en el presentismo laboral, se haya tenido que optar por el teletrabajo, en los casos en los que ha sido posible, como medida preventiva para disminuir el riesgo a la exposición.

“Es una nueva organización del trabajo que ha llegado forzada por la situación actual”, señala Payo, que ha hecho que muchos trabajadores y trabajadoras tengan que convertir espacios de su hogar en despachos improvisados para poder seguir desempeñando su tarea diaria. “Una nueva modalidad de trabajo para muchas personas que puede tener efectos sobre su salud psicosocial”, insiste.

En este sentido, la secretaria regional de Política Institucional y Salud Laboral de CCOO Castilla-La Mancha explica que algunos de los riesgos psicosociales derivados del teletrabajo son la sobrecarga de trabajo, pues las personas que teletrabajan a menudo perciben que la cantidad de trabajo que les es demandada les sobrepasa, teniendo como consecuencia un aumento de la tensión y la aparición de estrés psicológico. Además, añade, “cuando no se fijan rutinas para teletrabajar los horarios se convierten en impredecibles, afectando a los ritmos biológicos”.

También afecta a la salud de las y los trabajadores que teletrabajan la ausencia de relaciones interpersonales, debido al aislamiento producido por la modalidad de trabajo; y o la doble presencia/conciliación, cuando el trabajo se compatibiliza con tareas de cuidado de menores o personas dependientes puede generar situaciones de estrés.

Adicción al trabajo o tecnoestrés, otras consecuencias

Todos estos riesgos afectan a la salud psicosocial de las personas que teletrabajan, pudiendo provocar adicción al trabajo, consecuencia de la cercanía, accesibilidad e inmediatez del puesto del trabajo, lo que puede hacer que se extienda la jornada laboral más allá del horario habitual; trastornos emocionales y psicológicos, como ansiedad, irritabilidad o estados depresivos, entre otros, originados por la fatiga mental por la sensación de aislamiento; y tecnoestrés, tecnoansiedad o tecnoadicción derivadas del uso de las nuevas tecnologías y la hiperconectividad.

El teletrabajo ha tomado un carácter preferente ante la pandemia del coronavirus. Cuando pase esta crisis sanitaria, se mantendrá o no esta nueva forma de trabajar, sostiene el sindicato, pero “lo que está claro es que si el teletrabajo ha venido para quedarse, debe desarrollarse con ciertas garantías y ha de estar regulado en cuanto a respeto de la jornada laboral, derecho a la desconexión o en lo que respecta a la seguridad y salud laboral”.

Una guía práctica con pautas y recomendaciones

CCOO de Castilla-La Mancha ha elaborado una guía, que pretende ser una herramienta práctica y de utilidad para los trabajadores y trabajadoras, cuyo objetivo es informar sobre los diferentes riesgos psicosociales que se derivan del coronavirus y que perjudican la salud de los trabajadores y trabajadoras, así como ofrecer una serie de pautas y recomendaciones sobre cómo deben actuar las personas trabajadoras y sus empleadores/as para prevenir estos riesgos y para proteger la salud laboral.

Esta guía en formato digital se enviará a los Comités de Empresa en la región, se podrá consultar en la web de CCOO Castilla-La Mancha y se distribuirá a través de las redes sociales del sindicato (Facebook, Twitter, Instagram y el canal de Telegram).

“La COVID-19 supone un reto en materia preventiva, un riesgo más añadido en los centros de trabajo, que nos obliga a todos los agentes que estamos implicados en la prevención de riesgos laborales a incrementar el esfuerzo y extremar las medidas para garantizar la protección de la seguridad y la salud de las y los trabajadores”, concluye el sindicato.

(*) Este contenido está patrocinado por CCOO Castilla-La Mancha.

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