Buscando oro en Guadalajara: piden parar un proyecto minero por su impacto ambiental “irreversible”
El interés de las empresas de minería por la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha arrecia en los últimos meses. No solo por la posible presencia de tierras raras, combatida desde hace años por distintos colectivos ciudadanos en Ciudad Real, sino también por las posibilidades de la geotermia, el wolframio -con Abenójar Tungsten como proyecto estrella- los fosfatos, el titanio y ahora... el oro.
Todas las compañías que promueven este tipo de proyectos lo justifican de la misma forma: es necesario asegurar el suministro de materias primas prioritarias en Europa, para evitar la dependencia de países extracomunitarios. Lo avala la Unión Europea y este tipo de empresas lo han visto también como una oportunidad de negocio.
El último caso conocido tiene que ver con el oro en la provincia de Guadalajara. Ayuntamientos, colectivos ecologistas, asociaciones y particulares han hecho pública su oposición a un proyecto de investigación minera que la empresa Oroberia quiere realizar en los términos municipales de La Toba, Medranda, Pinilla de Jadraque y San Andrés del Congosto, ubicados dentro de la Sierra Norte de Guadalajara.
La solicitud se presentó en febrero de este año ante la Dirección General de Transición Energética de la Junta de Castilla-La Mancha. El proyecto de investigación minera, denominado GUA, está enfocado a la búsqueda de yacimientos de oro.
Esta empresa, que posee derechos para 94 cuadrículas mineras con una extensión de 2.800 hectáreas, quiere realizar seis sondeos en una primera fase, y si los resultados son positivos otros seis en una segunda, con una profundidad de entre los 300 y 400 metros, con una duración estimada de los trabajos de tres años y un presupuesto estimado de 1,2 millones de euros, según los datos públicos del proyecto que se ha presentado este año y que se encuentra en proceso de tramitación.
El proyecto presentado por la empresa basa en su interés en los antecedentes de la minería de la plata - hoy vinculada al desarrollo turístico- o a la 'fiebre del oro' en esta provincia, cuando a finales del siglo XIX se exploraba los términos municipales de La Nava de Jadraque, Arroyo de las Fraguas y Semillas, impulsada por mineros de las explotaciones de plata. Entonces llegaron a constituirse sociedades de capital inglés y francés, como la Guadalajara Gold and Silver Mining Company. No fueron a más, la actividad cesó en 1898, pero el posible filón se quedó en el aire.
Ecologistas en Acción lo rechaza por su impacto
“Supondría afectar a varias zonas protegidas, hábitats de interés especial, protegidas por la Unión Europea y también a zonas de la Red Natura 2000 dentro de la red europea”, denuncia Alberto Mayor, portavoz de Ecologistas en Acción Guadalajara, en declaraciones a este diario.
El portavoz afirma que, si la empresa encuentra cantidades significativas de minerales como para llevar a cabo un proyecto extractivo, eso podría significar “la destrucción” de esta zona. “Se llevaría a cabo minería a cielo abierto, con las consecuencias de destrucción del paisaje, de hábitat, de contaminación y de molestias para los habitantes de los pueblos afectados”, añade Mayor.
“Este tipo de minerías llevan asociadas destrucción del paisaje, de los hábitats, molestias y demás, aparte de que luego la separación de los minerales de la roca, se utilizan productos altamente tóxicos, dejan balsas contaminantes y sería la destrucción total de la zona afectada”, afirma el portavoz ecologista.
Este medio ha intentado contactar con la empresa sin éxito, hasta el momento. Mientras, los ayuntamientos, colectivos y asociaciones han presentado alegaciones para solicitar a la Junta de Castilla-La Mancha la desestimación del proyecto, ya que esta zona cuenta con una gran variedad de biodiversidad.
Las alegaciones inciden en “la más que posible contaminación de las captaciones de agua potable y de los acuíferos, en la mala calidad del aire y en las enfermedades que provocaría, en las molestias ocasionadas por el tráfico de vehículos y maquinaria pesada por caminos históricos”. Después creen que habría afecciones en la agricultura, apicultura, ganadería y caza. Rechazan que se trate de un proyecto de “minería sostenible”, como afirma Oroberia, ya que su intención es “esquilmar materias primas con técnicas impactantes y contaminantes”.
Además, en el documento de alegaciones acusan a la empresa minera de haber realizado un fraccionamiento “ilegal” de la actividad en tres bloques más pequeños, de forma así pueda “eludir una evaluación ambiental integral, vulnerando la normativa sobre evaluación acumulativa de impactos sinérgicos”.
GUA es el primer proyecto de los tres proyectos para los que Oroberia ha solicitado permisos de investigación, siendo DALA Y JARA los dos restantes. Entre los tres afectarán “a casi 15.000 hectáreas que se extienden desde el municipio de La Toba hasta el de Atienza, pasando por Pálmaces, Riofrío del Llano y Sigüenza, entre otros”, afirman desde Ecologistas en Acción.
GUA, DALA y JARA supondrían una estocada de muerte para el desarrollo sostenible de toda la zona y para la fijación de población y van en contra de los esfuerzos para fomentar el desarrollo de las zonas rurales conforme a las directrices sociales y científicas recomendadas por la ONU
La ONG ha dado a conocer que en septiembre se celebró una reunión informativa en la localidad de Naharros para establecer una estrategia común de oposición a estos tres proyectos. “GUA, DALA y JARA supondrían una estocada de muerte para el desarrollo sostenible de toda la zona y para la fijación de población y van en contra de los esfuerzos para fomentar el desarrollo de las zonas rurales conforme a las directrices sociales y científicas recomendadas por la ONU”, denuncian.
No solo en Guadalajara, también en Toledo y Ciudad Real
Aparte de en Guadalajara, Oroberia también tiene previsto otro plan minero en Castilla-La Mancha. La empresa ha solicitado permiso para el proyecto de investigación minera 'Cabrahigo's. Se trata de una iniciativa para “la exploración de recursos, con especial atención al oro y otras mineralizaciones metálicas asociadas”.
En este caso, afectaría a las provincias de Toledo (términos municipales de Hontanar, Menasalbas y San Pablo de los Montes) y Ciudad Real (Navas de Estena y Retuerta del Bullaque).
El objetivo de este proyecto es “identificar, en la zona del permiso, uno o varios yacimientos susceptibles de su aprovechamiento en estos hallazgos minerales identificados, evaluar sus reservas, su viabilidad técnica y económica y en caso de resultado positivo, proponer una explotación minera”.
El Gobierno de Page estudia la propuesta
Preguntada por este medio sobre el proyecto GUA, la Consejería de Desarrollo Sostenible ha explicado que en la actualidad se está analizando el proyecto de sondeo planteado por Oroberia. “Ahora están a la espera de documentación para completar el expediente y ver si reúnen las condiciones para darles el permiso de investigación”, señalan fuentes de este departamento del Gobierno de Castilla-La Mancha.
“Ambientalmente, habrá que valorar las alegaciones, y administrativamente, la documentación”, añaden, por lo que aseguran que el proyecto de investigación está en tramitación, pero no se ha concedido.
“Es importante recordar que se trata de la petición de un permiso de investigación que en caso de ser concedido facultaría a la empresa para recoger muestras durante tres años, en ningún caso se va a abrir una mina a pequeña escala”, aclaran.
“Transcurridos los tres años sería cuando la empresa tendría que decidir si continúa con el proyecto, para lo que tendría que solicitar un permiso para la apertura de esta hipotética mina, una autorización que conlleva unos requisitos ambientales muy exigentes”, concluyen desde la Consejería.
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