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La Revuelta de la España Vaciada hace autocrítica con una reactivación social centrada en las “pequeñas demandas”

VI Asamblea de la Revuelta de la España Vaciada

Alicia Avilés Pozo

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“Ser pocos no resta derechos” ha sido uno de los lemas con el que los movimientos sociales y políticos que forman parte de la Revuelta de la España Vaciada han defendido sus demandas contra la despoblación y el abandono de las zonas rurales. Cinco años y medio después de la activación de esta red con orígenes en distintos movimientos ciudadanos y tras unos resultados, en su vertiente política y electoral, que no cumplieron sus expectativas, el “desgaste” del movimiento es evidente, pero también su apuesta por reactivarse y mantenerse firmes.

Así ha quedado patente en la VI Asamblea General de la Revuelta celebrada en Albarracín (Teruel). De este nuevo encuentro salió una petición política muy concreta: que el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) de España se destine a los denominados “territorios olvidados” durante 25 años. Pero junto a esta demanda ‘estrella’ ha habido también la autocrítica suficiente para “mirarnos por dentro y seguir”.

Milagros Herreros, responsable en la provincia de Cuenca del E-20, el consejo que articula las representaciones de los movimientos sociales que pertenecen a la Revuelta de la España Vaciada, explica que de esta asamblea ha salido también una nueva estrategia para la “reactivación del movimiento ciudadano”.

“A lo largo de estos cinco años y medio hemos visto un vaivén de asociaciones y colectivos. Muchos de ellos se han bajado de la acción por diferentes motivos, pero sobre todo porque mantener el asociacionismo es muy duro. Hay movimientos muy férreos en sus objetivos como el de Pueblos Vivos de Cuenca, pero las problemáticas son muy diversas y saber cómo reactivar es un trabajo constante para el que debemos saber con quiénes contamos”.

La “miscelánea” del origen

Recuerda al respecto que la gran manifestación de Madrid en marzo de 2019, que supuso el pistoletazo de salida de la Revuelta, fue una “miscelánea”. Allí acudieron más de un centenar de plataformas, pero no todas obtuvieron después representación en el E-20, mientras que otras “aprovecharon el tirón” pero luego se descolgaron del movimiento. “Sabíamos que el desánimo terminaría por llegar, en comparación con la fuerza que tuvimos en 2019. Este movimiento es muy costoso de mantener, es altruismo absoluto”.

Pero la Revuelta ha aprendido de todo ello y así se reflejó en la Asamblea General. “Los que se han mantenido han demostrado mucha fuerza, incluso presentándose a las elecciones, pero ahora debemos reforzar el movimiento social. Y eso se hace entrando en contacto con aquellas plataformas y asociaciones que estuvieron en aquella Revuelta y a las que todavía podemos rescatar, pero al mismo tiempo realizando una acción más participativa con la apertura de una nueva etapa para que puedan llegar todas sus demandas”.

Milagros Herreros, también miembro de la organización Cuenca Ahora, que estuvo presente en la asamblea, considera que a veces se ha perdido “lo concreto” por ir “siempre a lo general” y que ahora es el momento de que el E-20 sirva para ayudar a colectivos de la ciudadanía que necesitan soluciones de una forma muy directa. “Ahí es donde necesitamos saber para poder apoyar”.

Pone como ejemplo las numerosas asociaciones que luchan contra la minería, contra las energéticas, contra las macrogranjas o por un centro de salud o una parada de autobús. “Tenemos que acoger esas demandas. Debemos trabajar desde lo grande para llegar a lo pequeño”.

En realidad, el E-20 busca ahora que las demandas “de los que están más afectados por la despoblación” tengan el respaldo del movimiento. “Debemos arropar a aquellos grupos que están luchando por algo y que muchas vece no saben dónde acudir. La Revuelta viene a ser ese instrumento. La idea es que el movimiento sea creíble y sirva para ayudar a la gente. Lo que esté pasando en un pueblín puede estar pasando en muchos otros y debemos recoger esas demandas”.

La vertiente social de la Revuelta de la España Vaciada no ignora que la situación política no es la mejor. En la asamblea también quedó patente que la financiación, la senda del déficit y el permanente bloqueo al Gobierno “no está beneficiando nadie, pero mucho menos a los pueblos que sufren despoblación”. De ahí procede la petición política del 2% del PIB.

“Al final nosotros lo único que podemos hacer es eso, pedirlo. Pero no podemos quedarnos ahí”. Por eso a la reactivación social añaden la exigencia de que las puertas de las administraciones estén abiertas a los movimientos ciudadanos. Porque “ahora eso no es así” y precisamente ese fue el origen del movimiento: pedir soluciones a quienes pueden darlas“.

No hay legislación para solucionar cómo afecta tanta ruina a una localidad. Eso repercute negativamente para construir vivienda nueva

Hay cuestiones como las políticas de vivienda que “ya no pueden esperar”. En la asamblea se abordó de manera muy concreta el estado ruinoso en el que muchos inmuebles se encuentran en el ámbito rural. Son viviendas que no se pueden rehabilitar porque son propiedades privadas cuyo propiedad se desconoce. “No hay legislación para solucionar cómo afecta tanta ruina a una localidad. Eso repercute negativamente para construir vivienda nueva. Y a todo ello se une el estado de monumentos, instalaciones y futuros proyectos”.

Pese a todo, Milagros Herreros destaca: “Estamos fuertes y vamos a seguir luchando”. Con ese objetivo preparan la movilización estatal del próximo 5 de octubre, que se enmarca en las manifestaciones anuales en decenas de pueblos bajo la iniciativa “Yo paro por mi pueblo” y que este año se centrará en la defensa de la sanidad pública.

A la asamblea de Albarracín acudió también representación de la Asociación SOS Talavera y Comarca, la voz de los pueblos de la España Vaciada de esta zona. Su portavoz, Óscar Muñoz, coincide con Milagros Herreros en la autocrítica. “Se abordó ampliamente y debemos tomar impulso. Pero también hemos entendido que la polarización política no ayuda. Hacerse un hueco entre tanto ruido es complicado”.

Explica asimismo que este encuentro ha servido para volver a compartir todos los problemas de transportes, comunicaciones, sanidad y vivienda de la España Vaciada, junto con otras luchas como el movimiento contra las macrogranjas o la instalación “invasiva” de parques de energías renovables.

“Debemos concretar todas esas demandas y darles cabida. No olvidemos que somos un 70 por ciento de la población y se están ignorando los los problemas tangibles. La despoblación sigue existiendo. Eso no ha desaparecido desde que comenzó el movimiento en 2019. Todo lo contrario”.

Un argumento contra la financiación “singular” para Catalunya

Precisamente, la despoblación ha adquirido esta semana cierto protagonismo de nuevo en el ámbito político, al menos en Castilla-La Mancha. El presidente autonómico, Emiliano García-Page, ha destacado que esta región ya destina “uno de cada cuatro euros” de su presupuesto a combatir “de manera directa o indirecta” la despoblación.

Sus palabras coincidían con la presencia en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) del vicepresidente primero, José Luis Martínez Guijarro, quien vinculó esta cuestión con la financiación “singular” negociada para Catalunya. Según dijo, este acuerdo es “incompatible” con la cobertura de las necesidades de territorios rurales y despoblados, donde el coste de los servicios públicos es mayor.

Con ello, el Gobierno regional no solo mantiene el argumento repetido sobre el sobrecoste que tiene la prestación de los servicios en las zonas afectadas por despoblación“, sino que según un estudio propio del Gobierno de Castilla-La Mancha una tarjeta sanitaria en Molina de Aragón (Guadalajara) llega a costar a la Administración hasta cinco veces más que en Guadalajara capital y un alumno del sistema educativo en esa misma localidad, una de las zonas más despobladas de la región, le cuesta a la Junta castellanomanchega tres veces más que en Guadalajara ciudad.

La VI Asamblea de la Revuelta de la España Vaciada también abordó la necesidad de recuperar y mejorar el diálogo con las instituciones, con el seguimiento de los acuerdos o compromisos alcanzados. Y sobre cómo se está planteando el nuevo modelo de financiación autonómica también se han posicionado (críticas incluidas) cuando se habla de zonas despobladas.

Exigen al Gobierno central de cumplir sus promesas respecto a la prestación de servicios públicos sin que los usuarios tengan que realizar desplazamientos que superen los 30 minutos en distancia o la evaluación de políticas públicas mediante el mecanismo de garantía rural, entre otras.

Finalmente, han acordado celebrar su asamblea del año que viene en la comarca de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara y “kilómetro cero de la despoblación”. De hecho, otra representación en el encuentro fue la de La Otra Guadalajara, iniciativa ciudadana que trabaja para el desarrollo de esta comarca.

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