Baltanás, el pueblo palentino de las 374 bodegas, quiere enseñar su patrimonio de forma virtual

En la comarca del Cerrato, en Palencia, hay un pueblo con un barrio excavado en una colina, como si fuesen las casas de los hobbits del escritor J. R. R. Tolkien y que el director neozelandés Peter Jackson inmortalizó en pantalla. Pero no es Bolsón Cerrado, esto es Baltanás y no viven medianos, aquí, de hecho, se ha producido vino desde hace al menos cinco centurias –las primeras referencias son del siglo XVI– y ahora sus vecinos quieren obtener imágenes en tres dimensiones de cada bodega y del conjunto entero para ver por dentro cómo están excavadas y el “ingenio demostrado” en su construcción.

El objetivo de la campaña, según explica Julio del Río, presidente de Asociación Cultural Barrio de Bodegas Baltanás, es “mostrar el patrimonio que tienen y, de paso, conseguir atraer a la gente para que conozca el mayor conjunto de bodegas subterráneas de España. Además de la necesidad de divulgación y documentar digitalmente para ampliar el conocimiento de este patrimonio que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2015.

Para Del Río, orgulloso propietario de una de estas bodegas que ha sido legada de generación en generación, la finalidad de la iniciativa es “dar el valor que se merece” a un bien centenario que es “una maravilla” por la forma de construirse, ya que cuenta con “seis niveles de galerías” que están hechas de tal forma que no se tocan entre ellas. “Estamos viendo el trabajo e ingenio que las personas de hace 500 años tuvieron para hacer todo esto, lo hacían con piqueta de forma muy cuidada. También hablamos de que hay puertas que tienen 500 años y están intactas, ya que siguen igual que desde el principio”.

Hasta el momento, seis bodegas del barrio ya han sido digitalizadas gracias al trabajo de un estudiante universitario, pero en Baltanás aspiran a algo más: “Queremos que sea vea porque nos lo han dejado nuestros antepasados”, sostiene Del Río. “Es algo que nosotros conocemos de toda la vida y no lo hemos dado importancia. Sin embargo con la declaración de BIC y que otra gente se interesase le hemos empezado a dar el valor que se merece”. Y es en esto donde se funden los recuerdos de familiares y usos tradicionales. “Nosotros lo hemos disfrutando desde crío, viendo a nuestros abuelos. Lo hemos mamado”.

El proyecto permitirá ver el interior de las bodegas y moverse dentro de ellas pero, además, se podrá comprobar el estado en el que están y posibles simular intervenciones de mejora y conservación antes de realizarlas para calibrar las consecuencias en positivo o negativo de estas.

Para conseguirlo necesitan de financiación y se han lanzando a ello con un proyecto de micromecenazgo de la mano de Hispania Nostra –asociación para la defensa y promoción del patrimonio cultural y natural–. Como es típico en este tipo de campaña, se han puesto varias metas económicas que podrán mejorar el proyecto final. El mínimo a alcanzar, 6.000 euros –ya superado–, realizará la digitalización a través de imágenes 360 grados para que se puedan hacerse visitas virtuales de 20 de las 374 bodegas que hay. Además, dentro del pliego aseguran que estas imágenes “quedarán almacenadas en un servidor web con conexión permanente a internet lo que permitirá su consulta remota”. El tope superior, fijado en 19.000 euros, permitirá un vuelo de dron que permita dar a conocer a una vista aérea inédita del barrio de bodegas. Además, se incluyen objetivos intermedios, como añadir una página web sobre el conjunto y que, además, incluyan el modelo en 3D. A mayores, cuanto más se supere la financiación final, se pondrán aumentar el número final de subterráneos documentados.

De salir adelante, estas imágenes contribuirán a hacer llegar a todos lados las bodegas de Baltanás. Asimismo, suponen una medida de integración y mejora de la accesibilidad para aquellas personas con dificultades de movilidad que no puedan acceder al interior, como explican desde la Asociación Cultural Barrio de Bodegas Baltanás.

La metodología a seguir será mediante la toma de imágenes 360º en conjunción con un escaneado 3D, que se realizará, “preferiblemente a través de sistemas portable que no requieren de GPS y permiten obtener modelos de alta calidad visual y métrica y un vuelo con dron del exterior”.