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Las trabajadoras de supermercados de Castilla y León irán a huelga si no cobran 1.200 euros en 2025

Un Gadis, en una imagen de archivo.

Alba Camazón

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“No puede ser que la gente trabaje y sea pobre”. El secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios de CCOO Castilla y León, Luis Sáez, tiene muy claro que todas las negociaciones con los supermercados Gadis, la Plaza del Día, Alimerka, Lupa y Froiz pasan por una subida salarial del 3% anual -30 euros al mes de media- hasta 2025 a las 6.500 empleadas que trabajan en estas cadenas de supermercados. La propuesta de los empresarios, según apuntan los sindicatos, es una subida de la mitad. Los sindicatos han acordado ir a huelga los días 7, 23, 24, 30 y 31 de diciembre.

“Serían 1.200 euros brutos, que pueden bajar por las cotizaciones, pero se notaría”, apunta. Comisiones Obreras y UGT están trabajando conjuntamente en las negociaciones con la patronal -las Asociaciones Patronales, Asociación Patronal de la Mediana Distribución y Supermercados de Castilla y León, (PAMEDISCALE) y Asociación para el Desarrollo de la Distribución de Castilla y León (ADD)-.

La secretaria general del Sector de Comercio y Grandes Almacenes de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Castilla y León, Natalie Ríos, destaca que el sector de los supermercados no ha sido uno de los que más haya sufrido por la pandemia, como es el caso de la hostelería, el ocio nocturno o el mundo cultural. Según detalla Sáez, Gadis ha aumentado sus ingresos un 20% hasta 1.350 millones de euros; la Plaza del Día, un 7,8%, lo que le ha permitido reducir sus números rojos; Alimerka, un 10%, con unos beneficios netos de 7,9 millones; Lupa, un 14% hasta los 90 millones, y Froiz, un 11%, obteniendo 19 millones.

CCOO y UGT destacan que estas cadenas medianas de supermercados están abriendo más tiendas y haciendo reformas, algo que ven “positivo” por la creación de puestos de trabajo que genera. Pero reclaman una “recompensa” para los trabajadores actuales de las compañías.

El pasado domingo UGT y CCOO celebraron nueve asambleas de trabajadoras en Ávila, Burgos, León, Ponferrada, Palencia, Segovia, Salamanca, Valladolid y Zamora, en las que un millar de empleadas apoyó ir a huelga si no se produce el incremento salarial. El reparto de octavillas ya ha comenzado, y confían en el apoyo de los clientes, a quienes han pedido que esos días no acudan al supermercado en señal de protesta.

Este lunes por la tarde se reúnen en el Serla -el órgano de conciliación ante un conflicto laboral-, convocado por la patronal, que rechaza hacer declaraciones a este periódico porque aseguran que continúan “pendientes” de la evolución de las negociaciones. Los sindicatos, sin embargo, no tienen muchas esperanzas en la reunión. “Puede que mejoren su propuesta, pero no nos va a valer. O sacamos los 1.200 euros o no vamos a parar”, zanja Sáez.

Salvo que los empresarios cedan y apliquen la subida del 3%, las trabajadoras irán a huelga. Este lunes también está prevista una nueva convocatoria en el Serla porque es obligatorio acudir a este órgano ante la convocatoria de huelga, para la que hay que avisar con al menos diez días de antelación.

Los representantes de los trabajadores destacan la labor de las empleadas de supermercados -un sector feminizado- durante la pandemia, especialmente en los primeros meses del confinamiento. “Demostramos que es un sector esencial y que no podríamos sobrevivir sin ellas. Han estado al pie del cañón, sin mascarillas ni geles... Fue un caos”, recuerda Ríos. “Aunque se hunda el mundo, hay que comer”, apunta la líder ugetista.

CCOO insta a las empresas a competir entre ellas, “pero no a costa del salario” de las trabajadoras. Según los cálculos de UGT, si se aplicara la subida salarial que fija la patronal, en 2023 el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sería superior al que tendrían las trabajadoras de los supermercados, puesto que ahora el sueldo bruto medio es de 1.037 euros.

Los sindicatos aseguran que el convenio actual es mucho peor que el que tienen otras empresas propias como LIDL o Mercadona, y que todo el que puede abandona estos supermercados para irse a las grandes cadenas. “La gente se marcha voluntariamente porque no es nada atractivo. Las condiciones salariales y laborales de las grandes nos superan”, agrega Natalie Ríos. “Han convenios provinciales de sectores como la hostelería que están por encima”, apunta Sáez, quien asegura que cuenta con el apoyo de la Confederación de CCOO y personalmente de Unai Sordo, “que ha trasladado la situación al presidente del Gobierno, la vicepresidente Calviño y a todo el mundo”.

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