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Soria pasa de ser una de las provincias más afectadas por la COVID a los puestos de cabeza en vacunación: el 37% de su población tiene al menos una dosis

Algunos vecinos de Monteagudo de las Vicarías, vacunados a su regreso del centro de salud de Arcos de Jalón, en Soria

Alba Camazón

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“Estoy en la bendita calle. Yo siempre he sido muy callejero y la vacuna ha surtido su efecto”. Boni vive en una residencia de Soria, su “bendita casa” en la que estuvo confinado, como su mujer y un centenar de ancianos. A principios de enero les vacunaron y ahora, poco a poco, intentan recuperar cierta normalidad. “Nosotros no tuvimos miedo, en absoluto. La gente está contenta y hay bastante libertad”, asegura Boni, apasionado lector y orgulloso usuario de las nuevas tecnologías: ordenador, móvil, whatsapp, correo electrónico... “Cuando llegamos a la residencia no había wifi y escribí a la Junta de Castilla y León. Ahora hay wifi en una planta y nos lo están instalando en las otras dos para que tengamos wifi en las tres plantas”, explica.

Boni, como miles de sorianos, respira más tranquilo desde que comenzaron las vacunaciones. Soria, que fue una de las provincias más afectadas por el coronavirus al principio de la pandemia, está ahora entre las provincias que más avanza en la vacunación: el 37% de los mayores de 16 años ya tiene al menos una dosis. En España, este porcentaje es del 19%. ¿Las claves? Una organización y citación individual y personal.

Según explica a elDiario.es la directora médica de Atención Primaria, Ana Tabernero, se han organizado grupos de trabajo mixtos entre los equipos de vacunación para residencias y los profesionales de Atención Primaria que han acudido a los centros de salud los siete días de la semana. Los datos publicados en el portal de Transparencia constatan que el ritmo de vacunación no se reduce en los días festivos o en los fines de semana. “En lugar de poner un vacunódromo y poner todas las vacunas en un día y medio, las programamos y las llevamos a los pueblos”, indica.

Soria ha llevado las vacunas a todos los centros de salud de la provincia. “Hemos solapado vacunaciones de distintos grupos etarios. Si voy al centro de salud y tengo AstraZeneca y Pfizer, hago un esfuerzo por citar a todos a la vez y vacunamos con Pfizer a las personas de 70 a 79 años y con AstraZeneca a los mayores de 60 años”, detalla Tabernero, que hasta hace cinco meses era médica de Atención Primaria, que ejemplifica: “Cito a toda la década y así no tengo que volver a la semana siguiente”. También han creado unos cronogramas de vacunación para programar automáticamente la fecha de las segundas dosis sin necesidad de volver a citar a los pacientes individualmente.

Esta estrategia ha situado a Soria con la provincia con más población vacunada. El 37% de los mayores de 16 años (población vacunable) ya tiene al menos la primera dosis; y el 18% tiene las dos dosis. La provincia de Soria duplica la tasa de vacunados con la pauta completa en todo España y los pacientes oncológicos y con trasplantes ya han recibido la primera dosis. Siete zonas básicas de salud de Soria tiene a toda su población de más de 60 años con al menos una dosis.

Tabernero y la directora de Enfermería de Atención Primaria de Soria, Victoria Álvarez, han sido las grandes organizadores de esta estrategia de vacunación, aunque Tabernero pone el foco en todos los profesionales que han contribuido a este alto porcentaje de vacunación. “Ha habido un trabajazo por parte de los equipos de Enfermería, con disponibilidad y no han puesto nunca una sola pega en vacunar en cualquier momento para poner todas las dosis”, destaca.

El factor demográfico también es un factor que ha podido influir en que Soria tenga un elevado porcentaje de vacunados. Las dosis también se han recibido en función de la población, como los equipos profesionales o las infraestructuras. Soria es la provincia con menor población de España, no llega a 90.000 personas en una de las provincias más envejecidas de España: el 16% de los sorianos tiene más de 70 años. “En otros casos, esta situación es problemática. Pero no hay mal que por bien no venga”, destaca uno de los representantes de la plataforma Soria Ya, Fernando Arévalo.

Soria ha liderado la vacunación de sus personas mayores y más vulnerables desde el principio. Mientras el resto de provincias empezaban a vacunar a los mayores de 70 años, Soria ya había inmunizado al 90% del grupo de los más mayores. Según los cálculos de Atención Primaria, este domingo terminarán de vacunar a todos los mayores de 66 años.

En Soria, Sanidad ha apostado por vacunar con cita previa en los centros de salud y en las casas a todas estas personas, no como en otras provincias, en las que se ha organizado llamamientos masivos a través de la prensa, los ayuntamientos y las redes sociales. “Tenía que ser así, en su hábitat”, destaca Tabernero.

“Ahora ya estamos protegidas”, señalan Lola y Cándida, de San Leonardo de Yagüe. Su inmunización les ha hecho estar más “tranquilas”. “Somos muy valientes, yo no noté ni el pinchazo”, apunta Cándida. Las dos octogenarias, consuegras, bromean sobre su “caducidad”. “Salimos a pasear, sí, pero la caducidad ahí está y nosotras estamos ya caducadas”, se ríen.

Lola y Cándida no pueden ocultar sus ganas de abrazar a sus hijos y nietos: “Estamos deseando darles un abrazo, pero todavía no se puede”, lamentan. Ambas apuestan por ser “fuertes en esta vida” a pesar de las dificultades y recuerdan que sus amigas y compañeras de cartas ya se han vacunado y todas “muy bien”.

En otros municipios, como Monteagudo de Las Vicarías, la implicación de los Ayuntamientos ha sido muy importante. En este caso, el consistorio contrató un microbús para llevar a los mayores de 80 años a su centro de salud de referencia, en Arcos de Jalón. La respuesta de todos los sorianos ha sorprendido incluso a los profesionales sanitarios. “La participación ha sido increíble, incluso después de que Castilla y León paralizara la vacunación de AstraZeneca un día... Al día siguiente teníamos 600 dosis previstas y vinieron 552 personas ese día”, recuerda Tabernero.

La directora médica de Atención Primaria de Soria destaca el “esfuerzo” de todos los equipos: “Los enfermeros se han tomado esto como si cada persona vulnerable fuera de su familia. La cercanía ante la duda y la incertidumbre ha hecho mucho trabajo”, reconoce. Cuando se vacunó en los domicilios a los grandes dependientes, la complejidad aumentó. “Hubo casos en los que nos íbamos a 80 kilómetros para poner una sola vacuna”, recuerda Tabernero.

En lugar de hacer una campaña en redes sociales, publicidad, bandos del Ayuntamiento o carteles en el centro de salud, Soria ha apostado por citar personalmente a todas las personas, una estrategia que va a mantener en las próximas semanas, a medida que se vacune a población más joven. “Podemos perderlos con esos intentos. Hay mucho tiempo en planificación y llamadas, pero nos aseguramos de que un vulnerable va a la vacunación, no hay que estar pendientes de si se ha enterado, habrá leído o no el cartel”, expone Tabernero.

Para Tabernero, si algo ha demostrado la pandemia, es que las personas mayores tienen dificultades “hasta con un call center”, un sistema de citas implantado en los primeros meses de pandemia, que fue muy criticado porque las personas mayores no se aclaraban con el contestador automático.

Una de las provincias que más ha sufrido la primera y la tercera ola

Soria ha sido una de las provincias que más ha sufrido la primera y la tercera ola de la pandemia. Su proximidad a Madrid ha podido ser una de las principales causas de esta incidencia, que todavía ahora continúa muy elevada. Esto ha provocado que en los estudios de seroprevalencia de anticuerpos, un elevado porcentaje de sorianos tuvieran inmunidad tras contagiarse por COVID-19. Según el último estudio de seroprevalencia (diciembre de 2020), el 18% de los sorianos tenía anticuerpos.

“El caso de Soria puede ser curioso porque en una provincia más pequeña puede ser más fácil llegar a ese umbral de población vacunada del 60 o 70%”, explica el epidemiólogo y médico salubrista Javier Segura del Pozo, que cree que el caso de Soria es para estar “pendiente”. “No es ninguna tontería”, apunta. El porcentaje de vacunados y el de población con anticuerpos no pueden sumarse porque se desconoce cuánto dura la inmunidad y puede haber personas que tengan anticuerpos y hayan sido vacunadas.

Sin embargo, puede dar una pista de cómo se vivirá en Soria las próximas semanas. De momento, la incidencia por coronavirus continúa a la alza. “El concepto de 'inmunidad de rebaño' se aplica a algunas enfermedades y a otras no. No está claro que podamos aplicarla a esta enfermedad, porque las vacunas no son esterilizantes”, plantea Segura del Pozo, vicepresidente de la Asociación Madrileña de Salud Pública (AMaSaP). Que las vacunas no sean esterilizantes supone que el vacunado puede contagiar a otra persona, aunque el inmunizado no presente síntomas.

Segura del Pozo apuesta por vacunar a las personas más vulnerables para que la enfermedad no sea “tan preocupante” aunque siga circulando. “El objetivo, más que no circule, es que el coronavirus se convierta en un virus de transmisión endémica, como los resfriados o la gripe”, recuerda.

Bajan las hospitalizaciones

Mientras las vacunaciones continúan creciendo, bajan las hospitalizaciones a pesar de que la incidencia en Soria es muy alta. El trabajo de los sanitarios que han inoculado cientos de dosis diarias de la vacuna ha ayudado a bajar el número de hospitalizaciones y la mortalidad. La vacunación ha empezado también a ayudar a las personas mayores, las que más han sufrido esta pandemia y las que más recluidas han estado. Los pocos positivos que hay entre los más mayores ni se acercan al hospital, que se centra en la atención a los jóvenes ahora que los grupos más vulnerables están inmunizados.

La abuela de Sergio y sus hermanos están vacunados desde hace unas semanas. “Vivíamos con mucho miedo y ahora los hijos, los sobrinos y los nietos estamos mucho más tranquilos”, explica Sergio, un soriano residente en Barcelona. Desde el primer momento se mostraron “muy dispuestos” a vacunarse. “Al final optaron por hacernos casos, porque dos sobrinas de mi abuela son enfermeras y han trabajado en las UCIs y les dijeron que era mucho más seguro vacunarse que pasar la COVID”, relata por teléfono. Para Sergio y su familia, la vacunación les ha dejado “respirar mucho más tranquilos” porque estos meses han sido “difíciles” y siguen sin dar tregua, porque tiene otros dos familiares más jóvenes, contagiados.

Sergio agradece que a las personas más mayores se les haya vacunado “muy pronto”, sobre todo por la importancia que tienen los ancianos en la población de Soria. “A mí, por los habitantes que tiene, me parecería un sitio ideal para hacer una prueba piloto de cómo hacer vida postpandemia”, propone.

Mientras, el horizonte del 70% de población vacunada parece cada vez más cercano. La directora médica de Atención Primaria de Soria ya está estudiando cómo vacunarán a los menores de 60 años y está en contacto “permanente” con el director de Muface de Soria, que recopila los datos de todos los mutualistas para vacunarles también de forma individual. Tabernero se muestra convencida de que en verano se llegará el 70% en todas las provincias “Tenemos la capacidad, solo tienen que llegar las vacunas”.

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