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La Guardia Civil investiga un posible vertido en el río Pisuerga en Valladolid

Espumas en el río Pisuerga.

Alba Camazón

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La Guardia Civil investiga posibles vertidos en el río Pisuerga en Valladolid después del avistamiento de espumas marrones en varias ocasiones durante el mes de junio. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) es responsable de la investigación, según ha confirmado el cuerpo a elDiario.es.

La denuncia partió de un piragüista, que vio hace mes y medio unas espumas densas y superficiales de color blanquecino, con microburbujas y un veteado de color marrón. Además, se adherían a su kayak y a la pala. “Hay restos del río que están como pegados, como si tuvieran algún tipo de aglomerante”, explica a este diario. Fue en el entorno de la presa de El Cabildo, y en otra ocasión en el centro de la ciudad (entre los puentes de El Poniente e Isabel La Católica), además de en el pantalán flotante atravesado para dar la salida en la competición de K4 de hace unas semanas.

Hace casi un mes, la Junta de Castilla y León calificó el agua del río Pisuerga como no apta para el baño a su paso por Valladolid. A pesar de la ola de calor que vive el país, los vallisoletanos no pueden ir a la playa de Moreras a refrescarse en el río. Sanidad deriva al Ayuntamiento para informar; y el consistorio, al gobierno autonómico.

Por su parte, fuentes consultadas por este periódico, confirman que la Junta está haciendo un análisis de laboratorio en profundidad para buscar sustancias nocivas que será comunicado los próximos días.

En El Cabildo, las espumas tienden a acumularse en un recodo del río remansado, con cañaveral en la orilla, cincuenta metros aguas abajo de la presa. “Por una cuestión hidrodinámica, están en el extremo opuesto y no en el extremo donde está la central hidroeléctrica”, explica este piragüista, que prefiere mantener el anonimato.

Él ha llegado a recoger muestras para analizarlo con mayor precisión y no filtraba nada el colador, sino que se pegaba. Uno y dos kilómetros aguas arriba, hacia La Overuela, ya no se veían esas espumas. “En una zona de remanso, con juncos en la orilla, algas y plantas flotantes, no quedaba retenido ningún tipo de espumas”, concreta.

A mediados de junio, la empresa pública de gestión de aguas del Ayuntamiento de Valladolid (Aquavall) descartaba que el origen del vertido estuviera en la red de alcantarillado y tampoco “se detectaron indicios” de que el vertido procediera de la empresa que hay en la zona, Sonae Arauco, que es la empresa que compró la vieja Tafisa. El informe no menciona que se hayan tomado muestras del río en la zona donde aparecieron las espumas.

La CHD descarta que sea un vertido

Mientras, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), explica que hace una semana se tomaron “varias muestras” en la zona de la presa Cabildo, y que estas ya han sido analizadas. “Los resultados analíticos apuntan a que no hay ningún vertido, ni urbano, ni industrial”, aseguran desde la CHD, que justifica la aparición de espumas “a la elevada saturación de oxígeno (en torno al 150%, debido a la abundancia de fitoplancton) y el batido del agua”.

“Las ‘espumas’ aparecen aguas abajo del salto de agua, como ocurre habitualmente en estos casos y en esta época del año, y se acumulan en una u otra orilla en función de la dinámica fluvial y la dirección del viento”, insisten desde la CHD.

El presidente de la Asociación Medioambiental (AMA) del Pisuerga, Juan Antonio Crespo, asegura que ha visto más veces este tipo de espumas. “Que sea frecuente no quiere decir que sea normal”, asegura, convencido de que se trata de algún vertido. “¿Que lo estamos consintiendo y decimos que es normal? Vale. Pero esto es muy frecuente”, lamenta Crespo, que insiste en que estos restos se acumulan sobre todo en las curvas y retenciones de un río de meseta como este, que tiene poca velocidad y por lo tanto no mueve los vertidos río abajo.

Los voluntarios de la AMA del Pisuerga realizan limpieza en el cauce del río y mantienen paseables y ciclables algunas sendas paralelas al Pisuerga. En invierno también colgaron cajas nido, han realizado plantaciones de árboles para evitar la erosión y vigilan las especies sensibles vinculadas al río.

El presidente de la Asociación Amigos del Pisuerga, Luis Ángel Largo, asegura que en esta ocasión han visto pocas espumas, aunque reconoce que están más “estáticos” en la zona de Rosaleda y la playa de Moreras. “Otras veces sí se han visto espumas, pero esta vez no. Sí es verdad que no hay corriente, no llueve y huele el río”, explica.

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