UGT pide a Mañueco el cese de la consejera de Familia de Castilla y León y su equipo por la gestión de la pandemia
La Federación de Empleados de Servicios Públicos (FeSP) de UGT en Castilla y León ha pedido el cese de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, y de todo su equipo por la gestión que ha llevado a cabo durante la pandemia de coronavirus en todo lo que se refiere a Servicios Sociales y las residencias de mayores.
Así lo ha expresado el secretario general de la FeSP, Tomás Pérez Urueña, quien ha reclamado al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que cese a la consejera, ya que se ha conseguido que el sistema se “colapse” y ha reclamado que se mire al futuro con la vista puesta en un nuevo sistema.
A su juicio, la consejera “no ha dado talla”, además con un modelo asistencial “caduco” y “connivente” con las empresas del sector, que pasaron de ser sin ánimo de lucro a multinacionales y grupos de inversión. “Un derecho no puede estar gestionado por un grupo de inversión”, ha aseverado.
Pérez Urueña ha señalado que ha habido errores en todas las consejerías de la Junta y ha pedido a sus titulares que miren en lo que han fallado y aprendan de cara al futuro, sobre todo ante la posibilidad de un rebrote de la COVID-19.
El responsable de UGT ha asegurado que mientras Sanidad ha estado “dando el callo y buscando soluciones”, Familia ha estado “desaparecida toda la crisis” y es la que no ha “aprobado” el examen frente al “raspadito” de la Junta.
Así, ha apuntado que la Gerencia de Servicios Sociales ha sido el “gran talón de aquiles” en esta gestión, con falta de previsión en equipos de protección individual (EPI), en lo que “no se ha molestado mucho” y tuvo que ser Sanidad la que los buscase, pero además gran parte del personal sigue esperando pruebas de serología cuando además se trabajó con EPI mal certificados.
Además, ha criticado la formación para su uso, que se dio mes y medio después de que empezaran a repartirse y ha afirmado que no se trata sólo repartir el material porque si se usa mal “no vale para nada” y se puede propagar la enfermedad sin darse cuenta.
Por otra parte, ha criticado que los sindicalistas liberados se incorporaran a trabajar y ahora se les deje fuera de los test porque no están en los centros de trabajo, algo que no es así. “Cuando hemos tenido que dar el callo, lo hemos dado, cuando se hacen test no se nos puede marginar”, ha añadido.
Escasez de personal
También ha criticado una contratación efectiva de personal “muy baja”, para cubrir las bajas no se ha encontrado personal, que se exigía para dar respuesta a la situación, etcétera, de forma que el resultado es que se ha llegado a un límite de personal y descansos “muy justos”. Por ello, considera que la Gerencia se tenía que plantear contratar por encima de ratios que son bajos toda vez que hay que empezar a dar días, vacaciones, descansos, y no va a tener gente, se van a vaciar las bolsas“ y ha incidido en que avisan ”con tiempo“.
En el caso concreto de las residencias, Pérez Urueña ha criticado la “descoordinación”, “inacción”, que no se hayan preocupado “más que de mandar escritos” pero no de inspeccionar, no se hayan cubierto las necesidades y que hayan “negado la mayor hasta que ha sido evidente”.
“Lo suyo es negarlo, a veces echar un par de lágrimas en una comparecencia pública y decir que quieren nuevo modelo. Nosotros también”, ha asegurado el secretario general de la FeSP, quien ha recordado que llevan años pidiéndolo porque el modelo “está condenado al fracaso”.
Así, ha advertido de que ahora se habla, en el marco del pacto de reconstrucción, de un aumento del 25 por ciento de las plazas públicas en centros asistenciales, pero cree que van a hacer “lo de siempre, concertar con las privadas”.
A este respecto, se ha preguntado desde cuándo no se hace un centro público porque, a su juicio, es hacer que todos los centros públicos y privados cuenten con ratios suficientes para que usuario bien atendidos y profesional no cargas excesivas de trabajo. “Es el nuevo modelo que buscamos, compensación entre carga de trabajo y la atención”, ha añadido Tomás Pérez, quien ha incidido en que lo que se ha hecho es aumentar las plazas públicas en centros privados, “que es la política de la Junta, que parece que se quiere seguir lo importante es buscar de verdad modelo asistencial”.
En cuanto al resto de la gestión de la Junta, Pérez Urueña ha explicado que se dieron cuenta desde que se decretó el estado de alarma que, a pesar de que el presidente de la Junta lo pedía antes, “no tenían nada preparado”, es decir, hubo “inacción” y después prepararon planes de contingencia en todos los departamentos salvo en Gerencia Servicios Sociales, que llegó tres días después, cuando era uno de los temas “más importantes”.
Aunque reconoce que la pandemia “ha pillado a todos de improviso”, cree que las administraciones están para “actuar” y, una vez que se hicieron los protocolos, cada consejería hizo “lo que quiso”.
Otros departamentos
El responsable de UGT ha repasado la actuación de las consejerías y ha destacado que la de Sanidad ha tenido “hitos” positivos y negativos pero ha reconocido su trabajo durante la pandemia.
Entre los aspectos positivos ha destacado que se haya dejado trabajar a los “grandes profesionales”, que han llevado la pandemia y han “dado la talla sobradamente” o a pesar de la falta de EPI, que han llegado “tarde”, que la Consejería no haya estado “inactiva”. Asimismo, ha destacado que no se hayan escatimado recursos humanos o económicos o que haya intentado “atajar” la situación en las residencias “frente a pasividad de Familia”.
También ha incidido en que la Consejería quizá fue la primera en plantear una gratificación, aunque se ha mostrado crítico porque consideran que no se trata de dar “propinas”, sino derechos, aunque sea “de agradecer” que las personas que han estado “al pie del cañón” tengan una gratificación, pero ve una “pena” que se de a todo el mundo.
En cuanto a los “hitos negativos” ha apuntado la gestión de EPI, sobre todo en el tema de las mascarillas que se repartieron sin saber si valían o no y luego se tenían que retira, un “error que tendrán que explicar”, o que se haya “abandonado a su suerte” en materia de recursos humanos a los hospitales de Soria y Segovia. Asimismo, ha censurado que se generara “gran expectación” con los hospitales de campaña y quizá lo que se necesitara más es aumentar las camas de hospitales y no “campañas propagandísticas”.
Por otro lado, Tomás Pérez ha criticado el protocolo de no traslado de pacientes desde las residencias porque para ello existen los triajes en los hospitales y ve que “hacer un protocolo con esa frialdad recuerda lo peor de la historia europea”.
Ahora ha situado el problema en Atención Primaria porque considera que la gente necesita atención presencial, que a veces tiene un “efecto placebo”, hy ha abogado por mesas de trabajo para un nuevo modelo en la que estuvieran todos los agentes sociales representados.
Por otra parte, en Fomento y Medio Ambiente cree que se ha actuado “mal y tarde”, sin utilizarse medios públicos como los fijos discontinuos del operativo de incendios y con un consejero que “aparecía y desaparecía”.
En el caso de Educación, cree que lo que se ha hecho ha sido dejar todo en manos de los profesionales, sin formación y sin preocuparse de si había medios técnicos o no para la enseñanza en línea, por lo que todo ha recaído en los trabajadores.
Además, ha criticado la falta de negociación con una consejera con la que ha sido imposible hacerlo, que se anticipaba a contar lo ocurrido antes de que se celebraran mesas de negociación, a la que ha criticado por su inacción y que considera ha estado “más interesada” en “llevar la contraria” al Ministerio que a sentarse con la comunidad educativa.
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