Los alumnos de los institutos catalanes han puesto esta tarde punto y final a la tercera y última jornada de huelga con una concentración en la plaza Universidad, en Barcelona. Aunque eran menos que en la manifestación de ayer por la mañana -cuando fueron más de mil los que recorrieron las calles de la ciudad-, esta vez los centenares de estudiantes contaban con el apoyo del Marc Unitari de la Comunitat Educativa (MUCE), es decir, maestros, sindicatos, estudiantes y docentes universitarios y familias.
Tras una pancarta donde se leía “Luchar también es estudiar”, los estudiantes de secundaria han querido mostrar su malestar por la situación actual de la educación pública catalana, recortada desde la Generalitat y desde el Ministerio de Educación, y amenazada por proyecto de ley de educación que los jóvenes perciben como regresivo. Al menos, así se expresa Laia Rodríguez, alumna de primero de bachillerato del instituto Vila de Gracia: “¿Por qué hay que volver a dar importancia a la religión? ¿Por qué tenemos que volver a luchar para defender el catalán? ¡Todo va para atrás!” Con la misma indignación hablaba, megáfono en mano, Ruth Ruano, también estudiante de bachillerato, aunque en su caso las críticas iban hacia la consellera de Ensenyament de la Generalitat, Irene Rigau, que viene aplicando la tijera al sector desde ya hace más de dos años. “Todo el mundo dice que la educación es lo más importante, pero en mi clase somos casi cuarenta...”, ironizaba Ruano entre aplausos, y añadía que no se puede confiar en una clase política que salva a los bancos mientras pide a los jóvenes que se vayan a Londres a ganarse la vida sirviendo cafés (en alusión a las declaraciones del exconseller de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena).
Más de la mitad de las aulas vacías
La protesta de esta tarde culminaba otra “semana de lucha” estudantil, 72 horas de huelga en todo el Estado, con seguimientos dispares. En Cataluña, según la Generalitat, el primer día la huelga recibió el apoyo del 38% de los estudiantes; el segundo, día de la marcha más multitudinaria, lo secundaron el 56% de los alumnos, y hoy, un 52%. Cifras nada desdeñables, que se elevan hasta cerca del 75% según las cuentas del Sindicato de Estudiantes. En la huelga podían participar los estudiantes de la ESO, bachillerato y de los distintos grados de Formación Profesional.