La plaza Universidad de Barcelona ha vuelto a ser punto de partida de una gran manifestación universitaria. Miles de estudiantes, profesores y otros trabajadores del sector que acudían desde sus respectivas facultades han confluido este mediodía en el centro de la ciudad para clamar contra la “situación de emergencia social que viven los centros educativos”, en la que ha sido la principal acción de la jornada de huelga universitaria que se ha vivido hoy en Cataluña, y que ha vaciado las aulas de buena parte de los campus de todo el territorio. La marcha, formada sobre todo por estudiantes, ha desafiado la lluvia y ha completado un largo recorrido por las calles de Barcelona, aunque al final ha terminado con cargas policiales en la zona de Arc de Triomf a raiz de unos incidentes enfrente de la sede de Unió, en la calle Nàpols. Los Mossos d'Esquadra han detenido al menos a cinco personas por desórdenes públicos.
Sin embargo, a pesar de los incidentes aislados, la segunda huelga universitaria en lo que va de curso en Cataluña, legalizada por los sindicatos CGT y COS pero convocada entre estudiantes y profesores por medio de la la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública (PUDUP), ha servido para poner el colofón a una semana de amplias movilizaciones en el sector. En menos de siete días, la comunidad universitaria ha salido a la calle para participar de las mareas ciudadanas en defensa de los derechos sociales, para impartir clases y así dar visibilidad a sus reivindicaciones, y hoy para hacer una nueva exhibición de fuerza contra los ajustes y reformas que ponen contra las cuerdas a las facultades.
“Estudio y trabajo para pagarme la carrera, hago jornadas de 10 horas cada día entre una cosa y otra, y estoy harto de que encima seamos las clases populares las que tengamos que pagar esta crisis”, apuntaba Arnau Pagès, estudiante de primero del grado de Derecho en la UAB. Pagès ha podido pagar este curso los 1.600 euros que le cuesta la matrícula, pero aseguraba que cuando tenga que hacer un máster, que es “prácticamente obligatorio” en su caso -quiere ejercer la abogacía-, no se lo podrá permitir. “¿Cómo puede ser que nos hagan pagar cerca de 4.000 euros?”, exclamaba. “La universidad está viviendo un proceso de elitización innegable”, sentenciaba el estudiante.
Además de los estudiantes, otro colectivo especialmente afectado es el de los profesores asociados. “Vivimos una situación que raya la ilegalidad, porque sobre el papel somos profesores externos que damos clases puntuales en la universidad, pero a la práctica nos cargan con toda la docencia”, se quejaba, bajo condición de anonimato por miedo a posibles represalias de su centro, una profesora asociada de la facultad de Geografía e Historia de la UB. “Toda la labor de investigación, fundamental para mejorar nuestro trabajo, no nos la reconocen económicamente, pero sí se aprovechan de ella”, continuaba la profesora.
En tan sólo dos años, la universidad pública catalana ha sufrido un tijeretazo de cerca del 20% de su presupuesto, una medida que se ha saldado con cientos de despidos de profesores y con la restricción del acceso a ayudas y becas, algunas retiradas definitivamente, como el caso de las Séneca. Pero la principal preocupación de la PUDUP va más allá de los recortes. Aseguran que la universidad se encuentra en estos momentos sometida a unas reformas fruto “de las actuales políticas neoliberales” impulsadas, según dicen, desde los gobiernos catalán, español y europeo. Por eso ven con especial recelo la reforma de la gobernanza planteada por el ministerio, que “abre la puerta a los representantes del mundo empresarial” dentro de las facultades en detrimento de la participación democrática.
La jornada de huelga ha arrancado a primera hora de la mañana con los habituales cortes de carretera y piquetes en las facultades. En la Universidad Autónoma de Barcelona, donde el seguimiento de la huelga ha sido muy extenso, se ha bloqueado el tráfico en la carretera B-30, una acción que se ha repetido en la ronda de Dalt de Barcelona (por parte de los estudiantes del campus Mundet de la UB) y en la avenida Diagonal (a cargo de los estudiantes de la UB y la UPC de la zona). En las universidades de Girona, Tarragona y Lleida el apoyo a la huelga ha sido inferior, aunque también han salido a la calle centenares de manifestantes para secundar la protesta.
Más allá de la universidad: la LOMCE y el cierre de escuelas
Durante la jornada de huelga de este jueves los estudiantes y profesores hacían referencia continuamente al pulso que mantiene la comunidad educativa, más allá de las universidades, para frenar los recortes impulsados por la Generalitat y, a nivel estatal, el anteproyecto de ley educativa elaborado por José Ignacio Wert, la LOMCE. Desde la PUDUP denuncian que la futura normativa “segregará a los estudiantes en función de su clase social”, debido al sistema de puntuación de los centros, que la PUDUP prefiere calificar de “jerarquización”. Esta medida, añaden desde la plataforma, fomentará “la competitividad y, por tanto, la mercantilización de la educación”. Otros puntos de la LOMCE que también generan rechazo son la polémica “eliminación de la inmersión lingüística en catalán” o el blindaje legal de las escuelas que segregan por razón de sexo.
Paralelamente, aprovechando la jornada de movilización en el sector educativo, decenas de personas relacionadas con la escuela Can Montllor de Terrassa, una de las que la Generalitat tiene previsto cerrar el próximo año, se han encerrado en la sede de los Servicios Territoriales de Enseñanza del Vallès Occidental (Barcelona) para mostrar su rechazo a la clausura del centro. Entre otras muchas acciones organizadas estos días por las diferentes escuelas afectadas por la medida, Can Montllor tiene previsto seguir con las concentraciones esta tarde en el pleno del Ayuntamiento de Terrassa y la próxima semana las familias no llevarán a sus hijos a la escuela al menos durante tres días en señal de protesta.