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El Colegio de Bibliotecarios de Catalunya pide explicaciones a un “pope” del sector que creó una web con fotos de culos de mujeres

Parte del contenido de la web ArtiCulitos se puede consultar a través de los archivos

Pau Rodríguez

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Una “colección de culitos”. Un “homenaje” a esta “simpática parte del cuerpo de la mujer”. Así decidió presentar Tomàs Baiget, un conocido documentalista español, la web que creó en 2008 para colgar fotos de culos de mujeres, entre ellas presuntamente las de compañeras de profesión. La existencia durante unos años de la página, denominada ArtiCulitos.com –que ya no está consultable–, salió a la luz el pasado sábado a raíz de la denuncia pública de una profesional del sector de la biblioteconomía, Elena Pastor-Ramos, a la que se han sumado no pocas compañeras y asociaciones gremiales en las últimas horas. 

El Colegio de Bibliotecarios y Documentalistas de Catalunya ha calificado de “inadmisible” el contenido de la web y un “caso claro de abuso sexual dado el no consentimiento de las víctimas”. Asimismo, han recordado que Baiget vulneró el Código Deontológico de la profesión y han asegurado en un comunicado que está haciendo “seguimiento” del caso para estudiar posibles medidas sancionadoras. Posteriormente, en conversación con este diario, el presidente de la entidad, Xavier González, ha añadido que se entrevistarán con Baiget para recabar “hechos” y “datos” sobre el caso y tomar una decisión. 

Baiget, por su parte, ha pasado las últimas horas de publicar varios tuits en los que quitaba hierro al asunto a emitir un comunicado de disculpa y en que niega, eso sí, que las fotos de los culos fueran tomadas a compañeras sin su permiso. Según su versión, se trataba de “cosas que me mandaban por correo y recortes de revistas de kiosko”. “No es cierto, como he leído en redes sociales, que yo fuera a congresos a tomar fotos no consentidas de mujeres para publicarlas en esa web”, asegura. “Cometí el error en tres ocasiones de subir fotos de amigas de confianza hechas en casa, vestidas por supuesto. Ninguna se podía identificar a si misma, pero cuando les dije que eran ellas me pidieron que las quitara, les pedí perdón y cerré la web”, matiza, dando a entender que en ese caso no contaba con el visto bueno de las afectadas. 

En la web, que está parcialmente consultable en los archivos de internet, no constan ya las fotos, aunque hay hasta 33 páginas con distintas imágenes no reproducibles y con títulos como “culito veo… culito deseo”. Lo que sí daba a entender Baiget en los textos de presentación –y de lo que se jactaba abiertamente– es que había fotos publicadas sin consentimiento. “Alguna de las fotos se ha obtenido fraudulentamente, con desconocimiento y/o sin permiso de las propietarias, o simplemente se han pirateado escogiéndolas de entre decenas de otros sitios de la selva de internet. El carácter furtivo de algunas instantáneas hace que la calidad a veces no sea muy buena”, reconoce la web. 

Con un supuesto fin humorístico y de divertimento que todavía hoy Baiget atribuye a la iniciativa, sus textos están repletos de chascarrillos. “Es mi homenaje de admiración profunda, con todas las consecuencias de compromiso feminista personal a que ello me implica, a lo milagroso que puede suceder ‘dentro’ de ese espacio”, afirma. Las fotos son, para él, “un estímulo erótico”, “un poquito de sal y pimienta”. Y sobre los motivos que le impulsaron a crear la web, escribía: “Un hobby como otro. ¿Soy un viejo verde? Si no lo soy ya, espero que a medida que cumpla años lo vaya siendo”. Según Baiget afirmó recientemente en X (antiguo Twitter), creó la web con su hija, que había hecho un cursillo de programación. 

Antes de emitir un comunicado en el que pedía disculpas y se ponía a disposición del Colegio, Baiget calificó las acusaciones en Twitter de “infundios” y aseguró que nadie se escandalizó en su día por la existencia de la web, al contrario. “ArtiCulitos tenía fotos curiosas o divertidas recortadas de revistas del corazón y de moda, chistes sobre parejas”, argumentaba. 

Baiget, nacido en 1944, es una figura conocida y con ascendencia dentro del sector de la biblioteconomía. Desde su fundación, ha sido director de la revista El profesional de la Información, inscrita en la base de datos del Journal Citation Reports. Y puso en marcha varias iniciativas profesionales como un directorio de bibliotecarios y documentalistas, EXIT, con más de 5.000 profesionales, o el foro de debate e intercambio de ideas dentro del sector IweTel. “Se le ha considerado un pope dentro de la biblioteconomía en España”, resume González. 

Hasta esta semana, la existencia de la web era un extravagante recuerdo para algunos profesionales, algo parecido a un rumor o un silencio que nunca debió ocurrir, según a quien se pregunte. Elena Pastor-Ramon fue quien lo devolvió a la actualidad en un hilo de Twitter a raíz del caso Luis Rubiales. A ella le llegó en su día a través de algún colega de profesión. “La primera vez que lo vi aluciné: culos, pechos… Había fotos de internet y otras que se intuía que eran de compañeras”, sostiene. “Todo era muy pervertido”, prosigue en conversación con este diario. Y añade: “A saber si usó una mía”. 

El caso Rubiales fue la gota que colmó el vaso para que Pastor-Ramon decidiera hacer pública la web. “Estamos en una profesión donde la mayoría somos mujeres, pero los profesores e investigadores son mayoría hombres. En los congresos tenemos poca visibilidad y a menudo nos encontramos con compañeras violentadas porque las cuestionan de una forma en que si fueran hombres no padecerían”, argumenta.

La bibliotecaria valenciana Alicia Sellés también se acuerda perfectamente de la web, dice. “Lo compartían algunos diciendo ‘que no se entere todo el mundo’, pero el tema corría”, asegura. Recuerda Sallés que la página “era un horror”, repleta de fotos de culos, la mayoría muy pixeladas y de mala calidad. Pero su encontronazo con Baiget, también con trasfondo machista, fue otro. A raíz de la organización de algún evento en Valencia, Baiget intercambiaba correos electrónicos con un compañero de Sallés. Según asegura ella, hubo un momento en el que su colega la propuso para que participara en el congreso en cuestión. Y Baiget contestó, tal como recuerda Sallés: “Ok, tiene unas piernas bonitas”. 

La salida a la luz de la web ArtiCulitos ha provocado una especie de terremoto dentro del sector de la biblioteconomía, especialmente en Catalunya. Además del comunicado del Colegio de Bibliotecarios, se han pronunciado para repudiarlo el colegio valenciano del ramo, la Asociación de profesionales de las bibliotecas y centros de documentación de Ciencias de la Salud en la Comunidad de Madrid o la de Profesionales de Archivos, Bibliotecas y Museos de Galicia. 

“Es un producto reprobable, machista y degradante, bajo el amparo de una sociedad heteropatriarcal y discriminatoria”, ha asegurado en Twitter Ferran Burguillos, director de Biblioteques de Barcelona. “A mí si que me avergüenza saber de tu repugnante actividad Tomás! y más aún que pretendas normalizarla! #SeAcabo”, aseguraba por su parte Gloria Pérez Salmerón, exdirectora de la Biblioteca Nacional de España. Tania Verge, consellera de Feminismos e Igualdad de la Generalitat, también se ha pronunciado, sin dar por buena la explicación de Baiget de que no hubo fotos robadas de bibliotecarias. “Hacer fotos no consentidas y subirlas solo te parece divertido a ti. Eso era una agresión sexual que hoy constituiría un hecho delictivo grave”, ha manifestado. 

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