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Condenado por agredir a un mosso el neonazi acusado de apalizar a un independentista tras la sentencia del procés

La manifestación de ultraderechistas tras la sentencia del procés

Oriol Solé Altimira

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Primera sentencia por los altercados que provocó la extrema derecha tras la sentencia del procés. La Audiencia de Barcelona ha condenado al ultraderechista Marc R. a un año y diez meses de cárcel por agredir a un agente de los Mossos d'Esquadra durante la concentración que varios grupos ultras y neonazis realizaron en la plaza Artós de Barcelona. El joven tiene además otro juicio pendiente, con una petición de cinco años de cárcel de la Fiscalía, por dar una paliza a un independentista la misma noche.

Los hechos ocurrieron el 17 de octubre de 2019. Varios grupos de ultraderecha se reunieron en la plaza Artós, en la zona alta de Barcelona, donde se produjeron algunos momentos de tensión con una concentración de los CDR. Después el grupo decidió dirigirse hacia el centro de la ciudad, donde se habían reunido grupos independentistas. Los Mossos d'Esquadra permitieron a los ultraderechistas marchar por Barcelona hasta llegar a la calle Balmes, donde los neonazis intentaron romper el cordón policial para enfrentarse con los independentistas.

En una sentencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es, la sección 22a de la Audiencia de Barcelona condena al ultraderechista a un año y diez meses de cárcel por un delito de atentado contra los agentes de la autoridad, pero lo absuelve de los desórdenes públicos de los que también estaba acusado. El propio joven reconoció durante el juicio que golpeó al mosso en la barriga con el palo de una bandera con el águila bicéfala que llevaba, pero que “nunca” tuvo la intención de agredir al agente. “Nunca habría pensado en agredir a un policía, pero me vi muy nervioso en esa situación”, apostilló.

Los magistrados concluyen que el ultraderechista “propinó un golpe al agente con plena voluntad”, una conducta que, al parecer de los togados, “no tiene más finalidad que menoscabar la integridad” del mosso así como “menospreciar a la autoridad”. Descartan no obstante que el palo de la bandera pueda ser considerado un instrumento peligroso, circunstancia que agravaría la pena.

En cambio los jueces absuelven al acusado del delito de desórdenes del que le acusaba la Fiscalía al no ver probado que la agresión al mosso “produjera una alteración de la paz pública”. “Únicamente existe prueba de un acto violento, el ataque del acusado al agente de los Mossos d'Esquadra, pero difícilmente se puede afirmar que como consecuencia de ese ataque se haya producido una alteración de la paz pública”, argumenta la sentencia.

Si bien la condena por la agresión al mosso no implica su ingreso inmediato en prisión, el ultraderechista condenado tiene otro juicio pendiente con una petición de cárcel más grave por parte de la Fiscalía. Se trata de la paliza en grupo que varios ultras dieron a un independentista después de que los jóvenes de extrema derecha bajaran desde la plaza Artós para enfrentarse a los CDR. El fiscal describe la agresión como “despiadada”.

Pasadas las 22:00h. de la noche, Marc R. y otros tres acusados armados con palos, tubos metálicos, piedras y banderas con mango de madera, “abatieron de forma rápida y conjunta” a un joven al que consideraron “enemigo” por vincularlo con la ideología independentista, expone el fiscal. El escrito de acusación señala que los cuatro acusados, más un menor que también participó en la agresión, actuaron como “una auténtica masa de acoso”, haciendo perder el equilibrio a la víctima tras recibir un golpe de uno de los acusados con el tubo metálico que llevaba. Ya con la víctima en el suelo, continúa el fiscal, los neonazis continuaron agrediéndole “despiadadamente” con los objetos que llevaban y le propinaron patadas y puñetazos. Solo cesaron la agresión cuando otras personas acudieron en auxilio de la víctima. Este juicio todavía no tiene fecha.

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