ERC consigue que CiU acepte gravar los miles de pisos vacíos que tienen bancos y empresas
La Generalitat creará un nuevo impuesto para gravar las viviendas vacías que tengan los bancos, los promotores inmobiliarios y otras entidades jurídicas, con el objetivo de recaudar más dinero y de motivar a las entidades financieras para que pongan sus pisos en el mercado. Este incremento de la oferta debería reducir el precio del alquiler y también debería terminar con la contradicción y la injusticia que supone tener miles de pisos vacíos cuando muchas familias no tienen un lugar un vivir. El anuncio lo ha hecho el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, en una entrevista en Rac1.
El consejero ha recordado que, según el censo elaborado por el Colegio de Registradores de Catalunya, hay actualmente unas 80.000 viviendas nuevas vacías y que contando los pisos vacíos usados, la cifra se acerca a los 450.000. Esta cifra tan escandalosa tiende al alza, ya que cada vez hay más familias que no pueden pagar la hipoteca y ven como el banco donde tenían el crédito se acaba quedando su piso. Esta “medida de estímulo”, según el consejero, no afectará a los pisos vacíos que tengan los particulares ni tampoco a los bancos e inmobiliarias que tengan viviendas sin ocupar en lugares donde no haya una demanda acreditada de vivienda social. Según los primeros cálculos la medida afectará a 70 municipios.
El consejero Vila se ha apresurado a remarcar las diferencias entre este nuevo impuesto y el decreto que aprobó la Junta de Andalucía que permite expropiar temporalmente las viviendas que estén a punto de sufrir desahucios y dejar familias en la calle en riesgo de exclusión. Vila ha asegurado que la diferencia entre los dos casos es que los bancos y empresas que tengan pisos vacíos en Catalunya siempre serán “libres de elegir” si quieren pagar el impuesto o poner el piso en alquiler.
Durante el Gobierno del tripartito ya se intentó aplicar una medida similar a la que ha aprobado la Junta, pero Mas la derogó cuando fue elegido presidente. Cuando el tripartito aprobó el texto, Mas criticó desde la oposición las “fórmulas extravagantes”, por querer promover el alquiler forzoso, pero ahora todo parece haber cambiado. El nuevo impuesto a los bancos que tengan pisos vacíos era una de las condiciones que puso Junqueras a Mas a cambio de su apoyo. Literalmente, el texto firmado se compromete a “estudiar la aplicación de medidas impositivas o medidas de otra índole para incentivar la entrada al mercado de alquiler de las viviendas desocupadas, propiedad de sociedades mercantiles”.
El PSC considera que el impuesto es “insuficiente”, mientras que desde ICV le pidieron al president que vaya “más allá” y le recordaron que fue él quien modificó la ley de acceso a la vivienda del tripartit. El PP, por su parte, criticó que “el camino no es el de la presión fiscal”.
Los presupuestos, mucho más cerca
El hecho de que el Gobierno de Artur Mas acceda a aprobar este impuesto evidencia que el acuerdo entre CiU y ERC sigue vigente y que la relación entre ambas formaciones no es tan lejana como se quiere hacer creer desde algunos sectores. Catalunya es la única comunidad autónoma del Estado que aún no ha aprobado los presupuestos de 2013, una particularidad que ha provocado especulaciones de todo tipo. La presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho, llegó a pedir a Mas que abandonara su acuerdo con ERC y pactara los presupuestos con el PSC. Pero desde hace tiempo, Mas sabe que ERC acabará dándole su apoyo.
Los republicanos anunciaron que no firmarían unos presupuestos que marquen el límite del déficit en un 0,7% (tal y como fija el Gobierno de Rajoy) ya que esto conllevaría un nuevo recorte de 4.000 millones de euros. Después de muchas especulaciones y presiones, Mas compareció para decir que los presupuestos no se aprobarán hasta que Bruselas anuncie cuál es el nuevo techo del déficit para el Estado español y el Ejecutivo de Rajoy fije el margen que corresponde a las comunidades autónomas. El líder de ERC, Oriol Junqueras, que fue eurodiputado y mantiene todavía buenos contactos con Bruselas, sabe que la Comisión Europea aumentará considerablemente el margen del déficit español y que el Estado será más flexible con las comunidades, que actualmente están ahogadas. El incremento del techo del déficit permitirá aplicar un recorte todavía bestial pero mucho menor. Si llega al 2% será de 2.000 millones, que es la mitad de lo que se preveía en un principio. La modificación se podrá presentar como un pequeño éxito y hará menos doloroso el desbloqueo de los presupuestos por parte de Esquerra.