Los hoteleros de Barcelona dan por perdida la campaña de Semana Santa y se orientan al visitante local

La apertura del confinamiento comarcal y la llegada de la Semana Santa no han supuesto grandes diferencias por el turismo en la capital catalana, uno de los destinos más perjudicadas por la pandemia. “Damos la Semana Santa por perdida”, lamenta el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, ​​Manel Casals, en declaraciones a la agencia ACN. Actualmente, la ciudad tiene un 25% de la planta hotelera abierta, con una ocupación de cerca del 15%. Unas cifras que, previsiblemente, no variarán en los próximos días. La ausencia del turista internacional, con un peso del 85% sobre el total de los visitantes, ha obligado a las empresas del sector a centrarse en el cliente local, con ofertas y promociones.

“Tenemos muy claro que no tendremos Semana Santa”, lamenta Casals. Habitualmente en el mes de marzo, cerca de 45.000 clientes dormían cada noche en los hoteles de Barcelona. Actualmente, la media es de 2.000 turistas y las previsiones no son mucho más alentadores de cara a Semana Santa.

Una de las explicaciones es la fuerte dependencia de la ciudad del turismo internacional. Ante esta situación, “la única esperanza” de las empresas del sector es centrarse en el visitante local adaptando el precio a través del lanzamiento de ofertas y promociones.

“Actualmente hay varios negocios que pueden funcionar. Algunos clientes vienen a la ciudad por motivos médicos y aprovechan para quedarse en el hotel, también tenemos algunas ocupaciones de turismo de negocios o grupos que vienen a hacer actividades deportivas. De todas maneras, es cierto que nos estamos enfocando mucho al turista local, y ahora mismo es una de las principales motivaciones a la hora de sacar las promociones ”, asegura el subdirector del hotel Eurostars Grand Marina 5* GL, Jaume Ferrer.

Promociones para el visitante local

Bajo el lema 'Ven a cenar y te invitamos a dormir', el hotel que gestiona Ferrer ha impulsado una oferta de cena, pernoctación y desayuno por 120 euros la habitación. Desde el momento del lanzamiento, en octubre, hasta ahora, 5.500 personas se han adherido a la promoción. “Estamos muy contentos. Se echaba de menos movimiento en el turismo”, asegura Ferrer.

El hotel mantendrá la oferta durante los días de Semana Santa para atraer más clientes y también ha comenzado a percibir los efectos de la flexibilización de las restricciones de movilidad. “No se nota en términos de empleo, sino en la tipología del cliente”, afirma. Hasta ahora, los huéspedes eran de Barcelona y, hace un par de semanas, el hotel ha comenzado a recibir también personas de toda Catalunya que en la capital catalana a pasar el fin de semana.

Otra de las iniciativas orientada al público local es VisitEscape. La aplicación, lanzada hace aproximadamente un mes, ofrece audioguías de diferentes puntos de Barcelona y propone conocer los espacios más emblemáticos de la ciudad a través de la superación de pruebas y la resolución de un enigma final.

“Inicialmente la aplicación estaba pensada para el turista internacional, pero con la pandemia lo hemos cambiado por completo y ahora está destinada 100% al público local”, asegura el cofundador de la empresa, Pedro Marsinyac. De hecho, desde su lanzamiento, la aplicación ha registrado un millar de descargas y casi ninguna de estas ha sido por parte de turistas internacionales.

Uno de los elementos claves para atraer a los residentes en Cataluña es el precio. “El turista local está dispuesto a pagar bastante menos dinero que el extranjero”, reconoce Marsinyac. Como en el caso del Grand Marina, VisitEscape también ha adaptado el precio al público local hasta 4,99 euros por visita.

Este también es el caso de La Pedrera. El espacio está trabajando para fomentar el turismo de proximidad con una tarifa especial para residentes y una oferta para familias con niños que estará activa durante los días de Semana Santa. El monumento abrirá sus puertas de viernes a lunes, cumpliendo con las medidas de seguridad en aforo, distancia, mascarilla, toma de temperatura y ventilación constante.

De todos modos, la apuesta por el cliente local es insuficiente para mantener el ritmo de actividad de una ciudad muy orientada al turista internacional. De hecho, ni la Casa Batlló ni la Sagrada Familia prevén reabrir aprovechando los días festivos. La basílica, sin embargo, acogerá durante la Semana Santa las celebraciones litúrgicas adaptadas a las restricciones sanitarias.

Esperan turismo internacional

La apuesta por el cliente local ha servido para dar un soplo de aire fresco al turismo en un momento de total inactividad, pero el sector hotelero también espera la llegada del visitante internacional para compensar las grandes pérdidas provocadas por la pandemia.

“Los hoteleros han impulsado muchas iniciativas para reinventarse, pero son puramente temporales”, afirma el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona. “Una vez abran las fronteras podremos recuperar segmentos que hemos ido perdiendo por la pandemia”, coincide el subdirector del hotel Grand Marina. Sin embargo, asegura que quiere mantener también la fidelidad del público local y que el hotel pase a formar parte del ocio de la ciudad.

Normalmente, el sector facturaba cerca de 1.700 millones de euros en un año. En 2020, los hoteleros han perdido un 95% de la cifra de negocio, con pérdidas de entre 60.000 y 80.000 euros mensuales de media.

En este contexto, el sector ha marcado en el calendario la celebración del Mobile World Congress (MWC), previsto entre el 28 de junio y el 1 de julio de este año. “Será una manera de dar confianza al mercado internacional”, asegura Casals. Sin embargo, reconoce que el impacto será “muy inferior” al registrado en años anteriores y asegura que los hoteles aún no han recibido reservas para estas fechas.

“Hasta que no abran las fronteras seguiremos con una situación muy similar”, sostiene Casals. El director general del Gremio de Hoteles prevé una recuperación de la actividad progresiva a partir del verano, pero reclama una vacunación “efectiva, eficiente y rápida” para permitir la reactivación de las líneas aéreas y la llegada de visitantes internacionales. En todo caso, el Gremio de Hoteles no prevé volver a cifras previas a la pandemia hasta 2023.