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El juez revoca el tercer grado a Junqueras y los exconsellers y no podrán salir de prisión ni para trabajar

Cuixart, en su reingreso a Lledoners este martes

Oriol Solé Altimira

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El juez de vigilancia penitenciaria del que dependen los siete presos del procés que cumplen condena en la prisión de Lledoners ha revocado el tercer grado que les concedió la Generalitat el pasado mes de enero. A partir de este mismo martes, Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Josep Rull, Jordi Turull, Raül Romeva y Joaquim Forn ya no podrán salir de la cárcel para trabajar ni podrán pasar el fin de semana en casa.

La anulación del tercer grado se produce después de que el juez rechazara hace dos semanas la petición de la Fiscalía para suspenderlo de forma cautelar. Una vez estudiado el fondo del recurso, el juez sí acepta la petición principal del Ministerio Público y anula la semilibertad de los siete presos de Lledoners. El juez del que dependen la exconsellera de Trabajo Dolors Bassa y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell todavía no se ha pronunciado.

El pasado verano, cuando la Generalitat concedió a los presos del procés el primer tercer grado, tanto la magistrada encargada de Lledoners como el juez que supervisa a Forcadell y Bassa avalaron en primera instancia el tercer grado. Ahora sin embargo la magistrada del juzgado de vigilancia penitenciaria 5 de Catalunya se encuentra de baja y su sustituto, el juez Mariano David García, ha tomado la decisión opuesta. Las defensas de los presos pueden recurrir la anulación de la semilibertad ante el Tribunal Supremo, que el pasado mes de diciembre ya tumbó el primer tercer grado.

El juez, en línea con lo que expuso el Supremo en diciembre, argumenta que la nueva concesión del tercer grado a los presos del procés es “precipitada” y “prematura”. Recuerda el juez que pese a que todos los presos han cumplido recientemente un cuarto de la pena, la Generalitat no ha justificado lo suficiente por qué concede de nuevo el tercer grado a unos presos que no han reconocido el delito. “No se atisba [en los presos] un mínimo de asunción de responsabilidad penal en el sentido de haber quebrado normas básicas de convivencia”, zanja el juez en su auto.

Aunque tengan un entorno familiar y laboral favorable al tercer grado, el juez no ve en los presos una “inicial conciencia de comisión delictiva”, por lo que anula la semilibertad. A criterio del juez, antes de valorar una nueva concesión del tercer grado es necesario que los presos del procés “modifiquen los factores directamente relacionados” con el delito de sedición que cometieron. El magistrado se sitúa así a favor del tratamiento penitenciario específico sobre la sedición que reclaman tanto la Fiscalía como el Supremo pero que tanto la magistrada a la que sustituye como el juez encargado de Forcadell y Bassa veían contrario a la libertad ideológica de los presos.

“El objetivo del tratamiento –abunda el juez– debe ser el respeto a la Ley establecida democráticamente en nuestro Estado social y democrático de Derecho y, en su caso, su modificación por los cauces legalmente previstos y no mediante la imposición de la propia voluntad fuera de dichas vías constitucional y legalmente definidas”.

El magistrado da la razón a la Fiscalía en sus críticas a la administración penitenciaria de la Generalitat y destaca que en el itinerario de los presos del procés hay una “apariencia de vaciado de pena”. Se basa el juez en que de los informes penitenciarios se desprende que los internos asumen los hechos por los que fueron condenados y se responsabilizan de ellos, pero éstos “aparecen contextualizados, minimizados o justificados” y en que la responsabilidad que asumen por lo que hicieron es “de tipo política (en función de su cargo) o moral (en función de sus convicciones), pero no se atisba en ellos un mínimo de asunción de responsabilidad penal en el sentido de haber quebrado normas básicas de convivencia”.

“Y no se trata en ningún caso de que se produzca un arrepentimiento (figura solo prevista en delitos de terrorismo), sino únicamente tener conciencia de la comisión delictiva”, precisa el togado. En consecuencia, para el juez es “evidente” que si un interno no asume haber perpetrado un delito “el tratamiento aplicado fracasará en su finalidad de evitar la reiteración delictiva”, por lo que concluye que los programas de reinserción no han “tenido el resultado satisfactorio necesario”.

Los presos vuelven a Lledoners

Junqueras, Sànchez, Cuixart, Forn, Rull, Turull y Romeva han reingresado este martes por la tarde a la cárcel de Lledoners. Antes de volver a prisión, se han dirigido a las decenas de independentistas que han querido arroparles a las puertas de la prisión. “No aceptaremos lecciones de democracia de los que encubren la corrupción borbónica y encarcelan mujeres y hombres libres”, ha proclamado Cuixart. Forn ha defendido que los presos se mantendrán “fieles” a sus ideales, mientras que Turull ha enviado un mensaje a los tres partidos independentistas que negocian formar Govern: “Os pido que vayamos a la una para ganar la libertad y la independencia de Catalunya”. “Cada día, cada vez que entramos y salimos de prisión somos más fuertes para hacer realidad el mandato de las urnas, de la amnistía, de la autodeterminación y de la república catalana”, ha cerrado Junqueras.

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