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Como ya sabrán, hay un juego en línea que se ha hecho repentinamente famoso. Se llama Apalabrados, y han pillado recientemente a dos diputados del parlamento madrileño y a un concejal del Ayuntamiento de Barcelona jugando con él en pleno hemiciclo y en pleno Saló de Cent, respectivamente. Alguien, desde la tribuna de invitados, les fotografió jugando a este juego con la tablet oficial que entre todos les hemos proporcionado (¿por cierto, tendrán que devolverlas?). La cosa saltó a los medios de comunicación digitales y de papel. Las respuestas de los partidos políticos a los que pertenecen los diputados (del PP) y concejal (de CiU) atrapados in fraganti son penosas. Unos fueron defendidos por sus dirigentes diciendo que un diputado del PP podía seguir el desarrollo de un pleno y a la vez jugar, que era capaz de hacer dos cosas a la vez. Fue tan escandaloso que los mismos implicados tuvieron que salir a la luz pública, disculparse humildemente y prometer (eso sí, a través de Twitter) que no lo volverían a hacer. En el caso del concejal barcelonés, no sabemos si la cosa es peor, ya que el comentario oficial de su partido fue que la situación se había dado cuando el pleno municipal aún no había empezado. Aquí, el interesado, ante estas palabras tan sagaces de sus dirigentes, ha optado por no tuitear ninguna disculpa.
Particularmente, encuentro tan patética una situación como la otra. Un político debe mantener una imagen pública de rigor mínima en su lugar de representación popular, tanto si la sesión correspondiente ha comenzado o no. Pero lo más apasionante llega cuando entras a ver qué tiene de adictivo este juego que hace que nuestros políticos estén dispuestos a arriesgarse a hacer el ridículo de esta manera. Resulta que se trata de una especie de Scrabble de toda la vida, pero interactivo. Es decir, desde tu ordenador, o la tablet, juegas contra alguien que también está en línea. Todo el mundo juega con seudónimo. El sitio web del juego publica comentarios de los jugadores tan estimulantes como: adrianayucar @ AmparoSanchez1: esty deseando destrozarte. asiq Cuando quieras empezmos eh! jaja; martaperezm: O Apalabrados es un flojo, o yo tengo Mucho tirón; Chaves: viciada al apalabrados jajajaja; FernandoGM_19: De # apalabrados a # Mezcladitos Que vicio ^ _ ^... Sin duda, se lo pasan bien. ¿Creen ustedes que nos podemos preguntar sin exagerar: 1. Si han pillado estos políticos jugando, durante la sesión o antes de empezar, ¿qué nos impide pensar que esto no sea una práctica habitual para ellos? ¿Y si llevaban meses haciéndolo y hasta ahora no lo hemos sabido? 2. ¿Qué nos impide pensar que, si este juego está de moda entre los políticos, la cantidad real de enganchados al juego, pero no descubiertos, sea muy superior? 3. ¿Qué nos impide pensar que, incluso, los políticos juguetones conozcan los seudónimos de los colegas adictos y se dediquen a jugar entre ellos de lado a lado del hemiciclo?
Nos quejamos porque a menudo vemos el hemiciclo del congreso de los diputados español o del parlamento de Cataluña medio vacíos. No sé qué es mejor, si esto o verlos llenos, pero que los diputados estén jugando al juego en cuestión. Mejor que no estén, a no ser que la causa de su ausencia sea... ¡que están jugando al Apalabrados!
Y ahora, en serio, muchos de nuestros representantes políticos, solos, son incapaces de saber espontáneamente dónde está situada la frontera del desprecio por la gente cuya representación popular ostentan. Es una lástima, pero después que no se enfaden si la gente no entiende por qué tiene que haber tantos diputados. Todos votan igual por la disciplina de voto. Con un par de ellos por grupo parlamentario sería suficiente. Y en las comisiones, que trabajaran técnicos de los partidos ... ¡Cuidado, si es necesario, después de terminar la partida de Apalabrados!