El nuevo director de los Mossos se compromete por carta a cumplir “escrupulosamente” la ley
El nuevo director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha enviado este jueves una carta a los miembros del cuerpo policial para trasladarles su compromiso con la legalidad y su respeto a las órdenes judiciales. “Me comprometo a seguir construyendo en favor de la institución [de los Mossos] con seriedad, rigor y escrupuloso respeto de la legislación”, asegura Ferrer.
En la misiva, el nuevo jefe político se presenta ante los agentes asegurándoles que no se inmiscuirá en el “ámbito de decisión operativa” y que respetará “las actuaciones que se deriven de las funciones de policía judicial”. Además Ferrer recuerda que ha estado en el departamento de Interior desde 2015, como jefe de gabinete de todos los consellers que han pasado por éste desde Jordi Jané.
“Soy consciente de la delicadeza y excepcionalidad de las circunstancias que estamos viviendo y quiero afrontarlas con cabeza fría serenidad y sentido común”, les traslada, para a continuación asegurar a los agentes: “Seré un aliado para defenderos, un compromiso firme que asumo sabiendo del esfuerzo que la organización requiere y cargado de toda la lealtad hacia los miembros del cuerpo”.
Pere Ferrer llega a la dirección general de la policía catalana tras la fulminante dimisión la semana pasada de Andreu Martínez, quien dimitió pocos días después del cese de la jefa de comunicación del departamento. Ambas salidas se produjeron en medio de una polémica por las contundentes cargas de los Mossos contra activistas y vecinos en dos desalojos de Barcelona, y después de que se conociera que el cuerpo tenía previsto emplear gas pimienta como material antidisturbios.
La policía catalana ha sido uno de los organismos más tensionados desde los hechos de septiembre y octubre de 2017 y durante la posterior intervención de la autonomía mediante el 155. Desde la salida del conseller Jané y, después, de Josep Lluís Trapero, los Mossos han visto pasar a dos consellers, dos directores y tres jefes policiales. A esa situación se suma que varios de estos responsables se enfrentan a cargos penales.
Los conflictos entre la cúpula policial y la dirección política del Govern han sido además constantes, debido a diferencias sobre la actuación de los agentes en manifestaciones o el malestar que generan en el cuerpo determinados llamamientos a la desobediencia. De hecho, la primera crisis entre Torra y los Mossos ocurrió en el primer aniversario del 1-O, cuando una protesta de los CDR llegó a las puertas del Parlament.